Capítulo 9.

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   Gwen Trainor


Hoy nos dieron la lamentable noticia de que la profesora Groundy de biología tuvo un infarto ayer en la noche y falleció. Todo el instituto guardó luto y nos devolvieron a nuestras casas, por tal razón el juego de mañana quedó suspendido. Lo programaron en dos semanas.

Era la profesora con más tiempo en el instituto, andaba de buen humor siempre, en sus clases nunca faltaba la diversión. Decía que era la mejor forma de aprender, eran raras las veces que copiaba en la pizarra, lo que hacíamos era siempre al aire libre o en físico.

También era lamentable que cancelaran el juego de mañana, cada año lo esperábamos con ansias. Gritos, confeti, todos reunidos en un mismo lugar, la adrenalina que era cuando nuestro equipo anotaba, y luego de eso celebrábamos. Es una tortura tener que esperar dos semanas más. Por suerte, Graham me escribió y me dijo que como ya no habría juego mañana, podíamos ir por un helado a Jim'S Jimmy, claro pero no iríamos solos, también estarían Wells y los chicos, será la primera vez que salga con Graham de esta forma, aunque ya no me sentía tan nerviosa como antes, creo que ya podía controlarlos.

Desde ayer que Hult le envió mi número hemos estado hablando, tenía muchos temas de conversación y me trataba muy dulce, me preguntaba si ya había comido o me decía que no me durmiera tan tarde porque trasnocharme no me haría bien. Y lo mejor de todo, era que me enviaba una foto de cada cosa que hacía en ese momento, adoraba que hicieran eso. Y mucho más Graham.

El día pasaba lento cuando no iba al instituto, mis padres estaban en el trabajo, papá llegaba a las seis y mi mamá a las cuatro ¿Qué podría hacer con tanto tiempo libre? Tal vez ver una película o leer algún libro, aunque todos los libros que tenía los he leído al menos unas tres veces cada uno. También era buena idea preparar algún postre, o terminar de ver la primera temporada de The 100. O bien podría llamar a Wells y decirle que venga, era mi mejor compañero cuando no tenía nada que hacer.

Dejé mi celular en la cocina así que bajé a buscarlo para poder llamarlo, admito que he estado dejando a Wells aparte estos últimos días. Ha sido mi mejor amigo desde hace diez años, conocía todo de él, como él conocía todo de mí, nos acostumbramos a estar el uno para el otro, y era sobreprotector, decía que yo era como su hermanita menor y que no podía descuidarme. A veces parecía no tener más amigos que él. Y luego está Hult, no sabía si me consideraba su amiga, pero yo si a él, es extraño la manera en la que conectas con alguien con solo dos semanas y media.

Tomé el celular y marqué el número de Wells. De pronto un fuerte golpe me hizo exaltar, creó un eco en toda la casa, parecía venir de la puerta de la casa. Si hubiese alguien afuera, tocarían el timbre. Me acerqué para ver si podía ver algo por la ventana, pero otro surgió de esta aún más fuerte que el anterior, por un momento pensé que el vidrio se había roto pero estaba intacto.

Quedé petrificada en medio de la sala, posiblemente alguien intentaba entrar a la casa, y de nuevo estos mismos golpes sonaban por todas las ventanas, una y otra vez sin parar. El miedo se apoderó de mí, sin saber qué hacer corrí hacia la cocina y me oculté por el lavadero, los golpes aumentaban la fuerza, siendo más constantes, estaba segura que en cualquier momento las ventanas estallarían. Debía llamar a la policía, pero solo pensé en una sola persona. Rápidamente busqué su nombre entre mis contactos y le marqué.

No tardó mucho para que contestara.

¿Gwen?

—Hult escúchame por favor — susurré con desespero, no quería que quienes sean que estuviesen golpeando las ventanas me oyeran.

Ángel 234(I&II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora