Propiedad Del Señor Hossler

????Capítulo 2: Curiosidad????

Narra Antonella.

¿Quién era el?

Su mirada antes de que saliera del edificio era como una de diversión, le divertía yo o la situación. Siento que todo va a cambiar de ahora en adelante desde la llegada de esos tipos.

— ¿En que piensas tanto?— pregunta Alessandra pintando sus uñas de rojo.

— En el hombre... — me recuesto en la cama— De hecho, ese esmalte de uñas es mío, no lo desgastes ¿quieres?

— Si, si, esta bien. ¿Se te hizo guapo?  A mi el moreno. Sentí como ese sentimiento de peligro que me encanta.

— No lo se, yo sentí algo raro en ellos.

— ¿Cómo qué?— me mira extraña—

— Era como... Ay sabes que, lárgate de mi habitación. Lo que sea que te diga lo tomarás como chiste.

— Esta bien, vienes conmigo para la fiesta de Noah ¿cierto?

Asiento y veo cómo sale de la habitación. Mis ojos se cierran y se vuelve a abrir con los gritos de Alessandra.

— ¡Son las 6 Antonella! Cuarta vez que te grito. Te levantas o te quedas.

Me levanto con pesar y entro al baño para darme una ducha fría para quitarme el sueño. Luego saco un vestido corto junto unas botas altas.
Agarre mis cosas y salí de la habitación,

— uhh... valió pena la espera.

— ¿Nos vamos?— pregunto rodando los ojos.

Apenas entramos a la casa el olor a alcohol entra en mi fosas nasales junto al de cigarrillos. Miro a mi alrededor A lo lejos noto a Noah saludándome mientras camina hacia nosotras

— Vinieron... —sonríe para dar un beso en mi mejilla. — Que gusta verlas, bienvenidas.

— Tan divino— Ale sonríe — Los dejo, bye...— sale corriendo donde su novio, Marcus.

— Ven.. — Agarra mi brazo y me jala a la parte de la piscina donde se encontraban sus amigos.

— Chicos, Antonella Mancini — Entrelazó nuestras manos y no puedo evitar sonrojarme.

— Hola, mucho gusto. — me relajo un poco cuando todos me saludan.

— Así que tu eres la hermana de Alessandra ¿no?— una chica alta con un piercing en la nariz me observa de arriba a abajo.

Asiento y ella da una carcajada cuando a las otras dos que la rodean. — Ella es más bonita. — Dice y ahora soy yo la que río.

— Ya me lo han dicho y no me interesa, pero gracias por tu opinión— Le sonrió y vuelvo mi mirada donde Noah tratando de ignorarla, pero al parecer no se quiere cansar.

— Por eso Beck no te hace caso, le gustan divertidas... — Ríe.

— Mira, piensa lo que quieres ¿esta bien? Por que no me interesa lo que pienses.

Me entra una llamada de mi madre.

— tengo que atender —separo la mano de Noah.

Me alejo de la multitud buscando un lugar silencioso.

— ¿Que sucede, madre?

—¿Donde están, niñas?— Madre se escucha desesperada y eso me preocupa.

— Estamos en la fiesta de Noah.

— Regresen ahora mismo. ¿Escuchaste?

Colgó la llamada sin siquiera dejarme terminar. Noah camina hacia mi.

— ¿Todo bien?— pregunta y agarra mi mano.

—Tenia que atender la llamada —quito su mano — Gracias por invitarnos, pero tenemos que irnos.

— ¿Por que? ¿Todo es bien? — trata de agarrarla nuevo — Antonella... se que no te gusta este tipo de ambiente, pero al menor podrías esforzarte un poco.

— No, Noah, no es eso, es algo personal. Nos vemos luego ¿si? — Entro a la casa en busca de mi hermana que sabra Dios que estará haciendo.

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