Propiedad Del Señor Hossler

????Capítulo 9: Desilusión????

Narra Jaden

— El gran Jaden... que bueno tenerte aquí....— el ruso habla y yo asiento.

— Gracias a ti por la invitación, necesitaba despejar la mente. — Me acerco a la bandeja que me ofrece la muchacha e inhalo una línea blanca.

— Te entiendo, escuché que te vas a casar. ¿Cómo así? — La chica se acerca a el y este inhala dos líneas— ¿Quién es la afortunada?

— Pues... ya sabes, siempre llega una que te agarra desprevenido y tú quedas embobado — río — Así es la vida, Ranov.

Jordan, uno de mis hombres se acerca y este parece pensar si hablar o no.

— Señor, me acaban de informar que entraron unas chicas, dos eran las señoritas Antonella y la Alessandra. — Suelta.

— ¿Como? — Alzo la voz llamado la atención de Bryce y Ranov.— ¿Cómo dejaron entrar a Antonella? Es menor de edad.

— El hombre dijo que una de las chicas le coqueteó y el no se pudo resistir dejando pasar a la señorita Antonella.

— ¿Qué mierda? — Bryce se levanta del asiento — Sácalas de aquí, ahora.

El asiente y se retira.

— ¿Sus futuras esposas son unas chiquillas?— Ravoz carcajea — ¿Les entregaron la virginidad o que hicieron para que los tengan así?

— No te equivoques, son hijas de Dante Mancini. — Habla Bryce — Ese tipo me debe 50 millones ¿Que mejor que sus tesoros?

Reímos y no puedo evitar mirar hacia la planta baja de vez en cuando, observando a la chica que se mueve al rimo de la música rodeada de su hermana y sus amigas.

Narra Antonella.

Me acerco a la barra con Alessandra quien le coquetea al bartender invitándonos una margaritas. Alessandro mira detrás de mi y sonrisa se apaga.

— ¿Qué pasa?— pregunto.

— Maldito cabrón... — maldice y no puedo evitar voltearme para ver a la dirección.

Marcus, el novio de mi hermana, quien estuvo rogándole amor por 2 años, está rodeado de sus amigos y con una chica en su regazo.

— Ale... Te dije que ese tipo no me gustaba. — Me volteo para darme cuenta que estaba hablando sola.

Miro a la dirección y veo como se aproxima con la margarita en la mano. Mierda. Llamo a las chicas quienes me siguen llamando a Alessandra. Se para delante del grupo y Marcus no tarda en mdarse cuenta de su presencia quitando a la chica.

— ¿Hiciste toda esa mierda para esto? — suelta — ¿Tantos te necesito, no puedo vivir sin ti, te amo, para andar envolviéndote con otra? Que poco hombre eres.

Marcus se levanta y no parece el mismo de siempre, su aura transmite algo diferente. Las chicas y yo nos colocamos a los costados de Alessandra haciéndole soporte.

— Chicos... Les presento a Antonella... — Me señala — Es una belleza ¿no?— Lo imbeciles a su alrededor me miran con una sonrisa.

— ¿Disculpa? — Frunzo el ceño al no entender. ¿Este imbécil le a hablado de mi a sus amigos?

Alessandra y yo nos miramos extrañas. Trata de acercarse, pero es alejado por alguien, mejor dicho por Jordan, uno de los guardaespaldas de los Italianos.

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