Propiedad Del Señor Hossler

????Capítulo 12: Intrigante????

Narra Jaden.

— Julián.... — Me siento delante del cabrón que pensó que podía jugar sucio y yo no me iba a dar cuenta. La gente es tan estúpida que piensan que pueden pasar sobre mi y yo nunca lo permitiré.

El hombre gruñe. — ¿No tienes más nada que hacer, Hossler? —escupió sangre — ¿Cómo planear tu boda?

— Estoy en eso — sonrío — No te preocupes, también eres importante.

— Me halagas, pero ya se enteraron que te vas a casar... y con una Mancini. — Mis carcajadas lo hacen fruncir el ceño. — Tú sabes que no estas en la mejor posición para tener una esposa. Vas a hacer que la maten.

Verifico el seguro de la pistola mientras sigue hablando mierdas. Lo apunto y espero que termine.

— ¿Ya terminaste? — Sonrío disfrutando mi siguiente movimiento. Suelto el tiro reventándole la cabeza.

Satisfacción.

Dejo que mis hombres se encarguen del cuerpo, salgo y subo las escaleras entrando a la casa. Ayer saqué a Antonella de la boda y guié sin rumbo alguno. Ella no mencionó nada ni protestó. Fue agradable pasar un rato con ella sin que discutiera o me retara.

Llego a la cocina y me sirvo un vaso de agua el cual bebo de un sorbo junto la pastilla para el dolor de cabeza. Una presencia me observa a mi costado, la miro de reojo.

— Llegó esto, señor. — Habla María con un sobre en la mano. — Es de parte de la Señorita Madison.

— Bótalo. — Ordeno y ella asiente— Si llega otro bótalo. No quiero nada de esa mujer.

Vuelve a asentir y lo tira a la basura saliendo de la cocina.

No se por que no le a quedado claro que no la quiero volver a ver. La bloquee de todos lados y sigue buscando la manera de contactarme.
Nunca tengo nada serio con una mujer además de sexo. El que me vaya a casar con Antonella es algo completamente nuevo para mi.

Puede que valga la pena, es tan hermosa y tan retadora. Me intriga a saber como es en realidad. Todo en ella me llama la atención, su cuerpo... es divino. ¿Como se sentiría ser yo el causante de esas risas y sonrisa?

Es tan intrigante la manera en la que me hace tensar y desear con su presencia. Como quisiera besar esos labios que buscan cualquier excusa para fastidiarme.

Río solo, pero me incorporo al segundo cuando me doy cuenta que Jordan me mira esperando que le ordene hablar.
Aclaro mi garganta antes de mirarlo.

— Habla...

— Capo, tenemos un problema.

— ¿De que o que? ¿Por que no me hablaste apenas llegaste?

— Es que usted se estaba riendo y pensé que estaba hablando con alguien y...

Me levanto de golpe haciendo que se calle.

— ¡¿Cuál es el maldito problema?!

— Acaban de derrumbar tres cargamento... estamos haciendo todo lo posible por encontrar a los responsables, Capo.

Tenso la mandíbula esperando que no haya sido uno de los que estoy pensando, pero su mirada me dice lo contrario.

— Dime que no fue es de armas... — Se queda en silencio. — ¡Dime que no fue el de armas! — Alzo la voz sin poner controlarme.

Baja la cabeza y asiente sin poder mirarme. Suspiro lleno de frustración y salgo de la casa para arreglar el problema que los imbéciles a cuales les pagó no pudieron solucionar.

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