????Capítulo 18: Pelinegro????

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Narra Antonella.

La sensación de malestar no me dejó dormir, me muevo de un lado al otro, pero mi mente solo piensa en él cayendo al suelo.

¿Se habrá muerto?
Ojalá...

NO! NO! ¿Cómo voy a desear eso?

Me levanto de la cama y salgo de la habitación, el pasillo está oscuro y silencioso. Paso por el hasta llegar a la habitación donde dejaron a Jaden. Estoy por tocar la puerta, pero siento una respiración detrás de mi dejándome estática.

— ¿Me buscabas?— Su voz suena en mi oído y me giro rápido.

— Si. — No tardo en contestar y me cruzo de brazos disimulo mis nerviosismo — Pensé que te habías muerto, ya estaba celebrando.

— Para tú mala suerte nada me mata fácilmente, Preciosa— se acerca lo suficiente para sentir su respiración. — ¿Me dejas entrar a mi habitación o es que quieres entrar conmigo?

Mis carcajadas resuenan y me hago a un lado — Sueñas...

— Eso mismo dijiste el otro día y terminaste entre mis brazos...

hijo de... — Cierra la puerta en mi cara haciendo que mi enojo crezca. — ¡imbécil! No va a volver a pasar ¿entendiste?

Vuelvo a la habitación y me cambio para ir al gimnasio. María me dijo que podía usarlo y eso voy a hacer. Entro en este y es enorme, estiro mi cuerpo para luego hacer ejercicio.

Termino con pilates y subo de nuevo a la habitación, me ducho y me pongo una ropa cómoda para la escuela. Justin se encargara de llevar y buscarme a la escuela. No puedo creer que eso fuera petición de mi papá.

Al llegar a la escuela las clases van como normalmente, había olvidado que tenía examen de matemáticas, pero creo que logré hacerlo bien. La clase de danza fue más estresante que ayer, fui la última en aprenderme los pasó y normalmente no me demoro mucho.
Mi mente tiene un vaivén de cosas que no me dejas concentrarme y eso me frustra demasiado.

Al volver a la casa en la parte de la piscina puedo notar a un Jaden sentado en una silla sobre periódicos y su cabello esta húmedo y negro. Restriega una toalla por este mientras ve como María recoge los periódicos.

— ¿Te pintaste el pelo? — Se que mi pregunta es obvia, pero no pude evitar hacerla.

Asiente y tengo que admitir que se ve bien de pelinegro.

— ¿Qué? ¿Te gusto? — suelta ya que me le quede mirando fijamente— Se que estoy bueno, pero disimula un poco, bonita.

Sueñas...

— Vuelve a decir sueñas y...

— ¿Y que? ¿Qué me vas a hacer? — Lo reto y encarno una ceja.

Se acerca a mi lo suficiente para acercar retroceder, pero no lo hago. En su rostro aparece una sonrisa ladeada tensando mis músculos.

— Será... ¿Qué no voy a hacerte? — Murmura y se hecha a reír al notar mi expresión. — Ya relájate. Mejor ve a cambiarte ya que ya mismo traen tu vestido.

— ¿Y me vas a ver con el para que así nos de mala suerte? — Sonrió y el también mientras se acerca a mi rostro.

— Puede ser... o para saborearte y tener una visión de cómo te verás ese día...

— ¿Estas bien?— pregunto y el me mira extraño— Creo que necesitas un baño...

Lo empuja para que caiga al agua, pero como la estúpida que soy, logra agarrar mi brazo llevándome con el. Ambos caemos y no tardo en salir a la superficie queriendo asesinarlo.

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Propiedad Del Señor HosslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora