Han YeJun // MinSung

2

—Debo ir al baño—dijo Felix dejando de dar vueltas en la sala de juntas, llevaba veinte minutos caminando de un lado para otro, sus compañeros temían que lograra dejar un agujero en el piso.

—¿Pueden calmarse?—pidió NaYeon—. Lo harán bien.

—Nuestro trabajo está en juego, noona. ¡Tenemos niños que mantener!—recuerda SeungMin un tanto nervioso.

—Yo no estoy nervioso—miente JiSung.

Estaba aterrado.

—¿Ah sí?—interroga Sana y JiSung asiente—. ¿Entonces por qué no has parado de morder tus uñas?

Han no había notado que su dedo pulgar estaba en su boca y lo único que hacía era mordisquear su uña debido a los nervios.
Ni siquiera había notado en dolor que invadía a su dedo.

NaYeon puso los ojos en blanco.

—Son los únicos nerviosos aquí, han practicado treinta veces lo que deben hacer y decir. Se preocupan por nada, todo saldrá bien.

Estaban en la sala de juntas, a unos cuantos minutos de que comience la reunión más importante de sus vidas, literalmente, y no podían dejar de caminar o moverse o hacer algo bajo la atenta mira de unos cuantos compañeros de trabajo.

NaYeon sonrió cuando vio que los chicos dejaron su nerviosismo de lado por unos segundos.

—Debo ir al baño—repitió Felix volviendo a dar caminar de un lado para el otro.

—Voy a vomitar—añadió Sung.

—Vayan al baño antes de que el jefe llegue—ordena Jackson—, y traten de calmarse, me transmiten sus nervios y eso no me gusta.

Los tres salieron rápidamente de la sala de juntas de Industrias Lee y corrieron al baño.

—No quiero hacer esto—lloró SeungMin—, es mucha presión. Ni siquiera cuando nació JeongIn estaba tan nervioso como ahora y eso que el embarazado era yo.

—Odio esto—se quejó JiSung mientras comenzaban a caminar hacia la salida.

—Esperen, mamá me envió un mensaje para los tres—informa Felix y sus amigos se acercan para ver de qué se trataba.

Era una foto de YeJun, JeongIn y Chan sonriendo a más no poder seguido de esto, un vídeo en dónde sus hijos les decían que los querían y que lo harían bien.

Sintieron ganas de llorar.

—Debes enviarnos esa foto—dice SeungMin detrás de JiSung.

—Y el vídeo también—añade Sung, salió del baño y sintió como chocaba contra alguien, se quedó estático mientras, sin quererlo, analizaba a la persona frente suyo—. Lo siento mucho, de verdad.

Era un hombre un poco más alto que él, vestía un costoso traje negro con una linda camisa blanca y una corbata del mismo color del traje, el semblante del hombre era un poco serio. JiSung quería dejar de mirarlo, de analizarlo pero era prácticamente imposible, todo de él llamaba la atención; su postura, su rostro, su cuerpo, sus ojos incluso el olor de su colonia. Todo de él transmitía importancia. Han se atrevía a decir que tenía uno de los puestos más altos en la empresa.