Han YeJun // MinSung

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—Por favor, MinHo—suspiró.

—¿Por favor, qué?

—No hagas... ¡Ah!—JiSung gimió—. H-hyung, no hagas e-eso.

—¿Por qué no?—pregunta Lee burlón.

—No tengo maquillaje para... ¡Mgh!—volvió a gemir, esta vez un poco más fuerte—, p-para cubrir las marcas.

—Mejor así—MinHo sonrió, amaba dejar marcas en el cuello de JiSung.

—YeJun llegará en cualquier momento—recordó Han tratando de recuperar la poca cordura que le quedaba, poco a poco comenzaba a ceder.

Cuando ChangKyun hyung los llamó para preguntar si Junnie podía ir a su casa ya que MinHyuk quería jugar con su nuevo primo, ambos aceptaron. La invitación también iba para ellos pero rápidamente desistieron, querían tener un tiempo a solas, hace días que parecían adolescentes con hormonas alborotadas pero no podían hacer nada, hoy por fin lograron saciar sus necesidades.

Habían pasado un par de meses en los cuales JiSung, MinHo y YeJun crecían cada día como una familia, pasaban todos los días juntos, ya fuera en casa de los Han o en el departamento de Lee, donde ya había una gran colección de juguetes del niño regados por todo el lugar, la verdad es que amaban la sensación que tenían de estar los tres juntos.

Felix ya tenía ocho meses de embarazo, ChangBin le decía orgulloso a todo el mundo que sería padre por segunda vez pero Chan no se tomó la noticia muy bien, sigue reacio sobre dejar entrar un bebé a la casa, sus padres tienen la esperanza de que en algún momento acepte a su pequeño hermano o hermana, todavía no sabían que sería porque no se dejaba ver. SeungMin y HyunJin por fin se habían casado en una linda ceremonia pero JeongIn, aunque estaba muy feliz por ver a sus progenitores felices, aparecía serio y sin expresión en todas las fotos solo porque sus padres lo obligaron a ponerse un traje y no su tan amada y preciada polera de Day6.

En estos momentos, MinHo seguía dedicado en atacar el cuello de JiSung bajo las sábanas blancas.

—Amor—lo volvió a llamar JiSung con la intención de que MinHo se de cuenta de que no pueden hacer nada más. Jadeó cuando Lee comenzó a pasar su lengua por su cuello—, n-no podemos.

—Un poquito más, bebé—pidió el mayor y esta vez se alejó del cuello, que ahora tenía unas cuantas marcas rojas, para mirar fijamente los ojos de JiSung—. Tus ojos son muy bonitos—antes de poder ver el sonrojo de su chico favorito, rápidamente unió sus labios. Las lenguas de ambos se encontraban en una guerra sobre quién tendría el control y esta vez, JiSung ganó. Su lengua recorría sin pudor la boca de Lee mientras que se subía a horcajadas sobre su mayor, ambos todavía se encontraban desnudos y tenían notables erecciones debido al roce de ambos.

—Mierda. ¿No que no podíamos hacer nada?—gruñe Lee cuando su miembro rozó el trasero del menor a la vez que JiSung se encargaba de dejar un chupetón en el cuello del mayor.