"Lo único que Han YeJun quería era ver a su papá Sung feliz"
"Han JiSung solo quería ocuparse exclusivamente de su hijo, el amor podía esperar"
"Lee MinHo quería estar con JiSung y YeJun"
Así funcionaba esto; MinHo se acercaba a JiSung, el menor dud...
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—Hummm—YeJun dejó escapar un sonido de cansancio mientras se estiraba en la cama para despertar por completo.
Abrió los ojos, descubriendo que no estaba en su habitación, la cual era azul claro y tenía varios posters de los Avengers pegados, además de que tenía una gran cantidad de juguetes regados en el piso, a pesar de que papá Sung le ordenara que los recogiera, él nunca lo hacía. Pero esta habitación no, era de color blanco y mucho más grande, no tenía decoración en las paredes y solo había unos cuantos muebles.
Estaba confundido y algo asustado, se bajó de la cama dispuesto a buscar a papá Sung hasta que lo recordó; ¡Estaban en la playa! Se acercó a la ventana y se puso de puntillas para poder ver hacia el exterior y se encontró con el hermoso mar de Busan. Sonrió al recordar lo divertido que había sido el día anterior, ojalá ese día sea igual.
Estaba por salir de la habitación cuando sintió que algo comenzaba a vibrar así que, con la curiosidad haciendo acto de presencia, empezó a buscar el objeto que vibraba pero no fue difícil hallarlo, estaba en el velador, aún lado de su cama junto con una lámpara. Era el teléfono de su papá. Se lo había prestado en la noche para que pudiera ver PJ Masks hasta que se durmiera, parece que nunca fue a recuperarlo.
Se acercó y lo tomó, viendo que su progenitor estaba recibiendo una llamada, tenía la orden de no contestar porque no sabía leer, por ende, no sabía quién llamaba y si era un número desconocido, podría ser peligroso, pero vio que se trataba de una vídeollamada y la foto que aparecía en pantalla era de tío SeungMin.
No tenía nada de malo que contestara, ¿verdad? Al fin y al cabo era su tío y era amigo de su papá desde antes de que él naciera. Deslizó su dedito sobre la pantalla y la llamada comenzó.
—¿Junnie?—pregunta SeungMin, extrañado al ver quién contestó el teléfono, estaba seguro de que Sunggie sería quien contestara, no su hijo.
—Hola, tío Minnie—sonrió el pequeño, Kim supo que el niño acababa de despertar por sus ojos somnolientos y su cabello despeinado.
—Hola, pequeño, ¿cómo estás?
—Bien, ¿usted?
—Bien, gracias por preguntar.
—¡¿Ese es Junnie?!—escuchó como JeongIn preguntaba y segundos después, el rostro del fanático del trot aparecía en la pantalla, junto con su padre.
—¡JeongInnie hyung!
—¿Cómo lo estás pasando? ¡Tráeme arena!
Tanto YeJun como SeungMin rieron por la petición del niño Hwang.
—¿Por qué quieres arena?—cuestiona su padre.
Innie se encogió de hombros—, porque sí.
—Bueno, Junnie, ¿está Hannie por ahí?
—Creo que está durmiendo—dijo, rascando su cabeza.
