"Lo único que Han YeJun quería era ver a su papá Sung feliz"
"Han JiSung solo quería ocuparse exclusivamente de su hijo, el amor podía esperar"
"Lee MinHo quería estar con JiSung y YeJun"
Así funcionaba esto; MinHo se acercaba a JiSung, el menor dud...
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—Hyung no es necesario que...
—¡Shhh!—sisea el tailandés—. Esto es muy necesario, Sung, aprovecha porque no tendrás esta oportunidad todos los días de tu vida.
Por milésima vez trató de convencer a su amigo que no era necesario esto, pero Ten ya tenía una idea metida en la cabeza y nadie lo iba a hacer cambiar de opinión.
—Son recién las siete—insistió—, es muy temprano para que te lo lleves.
—Mejor así, supondré yo que necesitarán muchas horas para poder satisfacerse completamente. No puedo creer que hayas soportado tres años sin hacer nada de nada—dijo su amigo, logrando hacer que se sonroje.
—¡Hyung!
El tailandés solo le dio una mirada pícara.
—Junnie, pequeño, ¿tienes tus cosas listas?—esta vez, Ten se dirige al niño que jugaba en el piso con un montón de bloques, Lee Lia estaba junto a él y ambos trataban de armar una torre muy alta.
—¡Sip!—asintió enérgico—. Papá Sung lo hizo.
—¡Excelente!
—¿Junnie se quedará nosotros?—pregunta la pequeña Lee de tres años con los ojitos brillando de ilusión.
—Sí, bebé, YeJun se quedará esta noche con nosotros mientras que JiSung y MinHo tienen momentos de grandes a solas.
El coreano se mordía el labio con nerviosismo, no le gustaba mucho la idea de que su pequeño pasara una noche lejos de él pero luego recordó lo que Ten dijo: No tendrás esta oportunidad todos los días de tu vida. Aunque no le gustara admitirlo, sabía que el tailandés tenía razón, no era la primera vez que YeJun se quedaba con ellos, incluso una vez cuando Ten y TaeYong andaban un tanto calientes dejaron a Lia a su cuidado mientras esos dos se encargaban de satisfacerse. La confianza estaba y sabía que cuidarían bien de su bebé, pero aún así, seguía un poco preocupado.
—Todo estará bien, papá—sonríe el pequeño—, yo bueno.
—Avísame si le sucede algo, por favor—pide con un nudo en la garganta.
—Lo prometo pero no le pasará nada, te lo aseguro.
—Ven aquí, bebé—pide JiSung, agachándose en el piso para quedar a la altura de su pequeño quién rápidamente corrió hacia donde estaba él y se abrazaron con fuerza—. Prométeme que te portarás bien, que le harás caso a tus tíos y que no harás maldades.
—Lo pometo, yo bueno—dice y luego deja un beso en la mejilla de su padre.
—Se hace tarde, debemos irnos—habla Ten tomando una mochila celeste que había en el sofá de la sala, ahí se encontraban todas las cosas que Junnie necesitaría para pasar una noche fue de su hogar—. Digan adiós.
