Volver a vivir: La oscuridad

Unos aliados inesperados

Me fui directo al baño a prepararme para salir a buscar a esos magos, al terminar de ducharme me puse un jeans azules y una camisa blanca sencilla, camine hasta el espejo para peinar un poco mi cabello o por lo menos intente que se viera un poco decente; al terminar tomé una chaqueta negra de cuero y me trasladé a mi destino.

Aún no me gustaba la sensación que dejaba el trasladarse pero en estos momentos era el método más rápido para llegar con la persona que me ayudaría. Al acercarme a la mansión las protecciones empezaron a activarse, me paré enfrente del enorme portón a esperar que alguien me recibiera y en menos de un minuto apareció un elfo doméstico.

-Bienvenido respetable señor Harry Potter- saludó haciendo una reverencia- mis amos me han mandado para comunicarle que es una sorpresa para ellos tenerlo en su humilde hogar, pero que están muy felices de recibirlo- hizo otra reverencia- solamente necesitan saber, ¿en que pueden ayudarlo?.

-Por favor dile a tu amo Lucius que necesito su ayuda en unos asuntos importantes y que únicamente puedo hablar con él de que se tratan- el elfo hizo una última reverencia para luego desaparecer y sin mucha demora el portón se abrió dejándome ver los hermosos jardines que tenía Malfoy manor, camine unos minutos observando a detalle todo lo que había, la última vez que estuve aquí todo era sombrío y sin vida pero ahora todo tiene un toque elegante y acogedor. Cuando estaba por llegar a la puerta para mi grata sorpresa me esperaba una figura delgada, con piel clara como la nieve, un cabello platinado muy sedoso y unos hermosos ojos grises que desde el primer año en Hogwarts me encantaron, pero que por obvias razones jamás le dije.

- Vaya Potter que sorpresa nos has dado- dijo Draco Malfoy con una enorme sonrisa y recargadose en el marco de la puerta- ¿a que debemos tu visita?.

-Hola Malfoy- dije subiendo los escalones para llegar a donde estaba él-Necesito hablar con tu padre- sonreí al estar frente a él- ¿se encuentra?.

- En estos momentos está en una reunión importante con unos socios- respondió y me dejo entrar a la casa- pero si no tienes mucha prisa puedes esperarlo mientras desayunamos juntos- no se si estoy alucinando pero vi una sonrisa conqueta- ¿te gustaría?.

-Me Encantaria- le sonreí de la misma manera y pude ver como un hermoso sonrojò se instalaba en sus mejillas.

Me guío hasta el enorme comedor que había en la mansión, todo los muebles era diferentes a los que recuerdo; nos sentamos uno a la par del otro en la mesa y Malfoy llamo a un elfo para decirle que ya podía traer la comida, el elfo asintiendo con la cabeza desapareció y al instante la comida apareció en la mesa. Llevo más de 3 años sin ver a Malfoy y su familia, la última vez que supe algo de ellos fue en los tribunales del ministerio ya que los ayude a que no fuera a Azkabán y de igual manera que no perdieran ni un solo galeón de su fortuna; alegue que ellos fueron pieza importante para derrotar a Voldemort, luego de eso solo supe de ellos por medio de el profeta.

Empezamos a comer y sin darnos cuenta hablamos como si fuéramos amigos cércanos, las risas no se hicieron esperar al recordar todas las peleas y bromas que nos hacíamos en el colegio.

-Sabes Potter ahora que lo pienso- dejo la cuchara y se sentó del lado para poder verme- éramos unos tontos al odiarnos tanto- puso su codo en la mesa y recargó su cara en la palma de su mano mirando directamente a mis ojos- pudimos haber sido los mejores amigos del mundo o algo más también- sonrío encongiense de hombros.

-Puede que si- dije viéndolo a esos hermosos e hipnotizantes ojos grises- pero tú decidiste que no lo fuéramos- me puse en la misma posición que él.

-Yo no lo recuerdo de esa manera- sonrío acercándose a mí- admito que por mi orgullo no me quise acercar nunca más a ti, pero tú también tuviste mucha de la culpa.