Volver a vivir: La oscuridad

Algo anda mal

Peter Pettigwe, Peter Pettigwe, Peter Pettigwe, era lo único que se repetía un millon de veces en mi cabeza; han pasado tres meses desde que empecé a buscar información de Lily Evans y el hombre encapuchado, hace unas pocas semana descubrí que es posible que esa persona sea mi padre James, saber eso al principio me dio esperanza, si mi papá estaba dentro del Castillo sería más fácil rescatarlo, pero ayer toda esa esperanza se convirtió en preocupación al escuchar a Lavender decir que Dumbledore estaba golpeando y experimentando nuevos hechizos de dolor con él, también comentó que lo tiene en una celda en el sótano con hechizos protectores muy fuertes, riéndose dijo que lo único que ella ha visto entrar y salir cuando estaban activadas las protecciones era a las ratas; es justo por ese comentario que necesito a Peter Pettigwe, quiero pedirle que vaya a esa selda, entre y vea si el hombre del que hablaba Browns, es mi padre.

-Potter, Potter, SEÑOR HARRY JAMES POTTER- escuche la voz de tío Severus.

-Dígame profesor- volví a verlo.

-¿Se encuentra bien?, últimamente está muy pálido y distraído- me preguntó preocupado.

-Estoy bien- intente sonreír- creó que me estoy enfermando de gripe señor- desvíe la mirada- pero ya estoy tomando pociones medicinales- pude sentir como mi novio agarraba mi mano y entrelazaba nuestros dedos.

-Muy bien joven Potter- dijo mirándome sin creer lo que le dije- si se siente mal comuníquemelo y lo mandaré de inmediato a la enfermería- se dio la vuelta y continuó la clase.

No me gustaba estar mintiéndole a las personas que amo, pero si quiero que mi padre esté bien tengo que seguir haciéndolo; intente poner atención a la clase pero me era difícil, los pensamientos de mi padre siendo torturado llegaban a mi mente y la impotencia inundaba mi cuerpo, suspirando recosté mi cabeza en el hombro de mi novio, cerré mis ojos y me tomé un tiempo para oler su delicioso perfume, eso me tranquilizó de una, él llevo su mano a mi cabello y lo empezó a acariciar.

-Te quiero mucho mi sol- susurró y me beso la frente.

Él es maravilloso, estos últimos tres meses no he sido el novio perfecto y lo sé, no le he dedicado el tiempo y la atención que él merece pero aún así sigue a mi lado apoyándome; Lo amo y he querido decírselo pero con todo lo que a estado pasando no he encontrado el momento indicado. La clase termino, salimos del salón y caminamos hacia el gran comedor; antes de entrar recordé que entre más me tardara en conseguir a Pettigwe, más tiempo sería torturado el hombre misterioso.

-Olvide la tarea de Mcgonagall- dije mintiéndole a mis amigos y a mi novio- la deje en mi cuarto- empecé a buscar por los papeles que andaba en la mano- vayan a comer yo iré a traerla a mi habitación- ellos asintieron y empezaron a caminar hacia la mesa de Slytherin, el único que se quedó a mi lado fue mi novio, lo tomé de la cintura y lo atraje hacia mi cuerpo, le di un beso y al separarme le dije- nunca olvides que te quiero mucho.

-Yo tambien te quiero mucho- dijo viéndome confundido y luego abrazándome- apúrate o llegarás tarde.

Empecé a correr rumbo a las mazmorras y cuando llegue a la puerta dije la contraseña, entre y subí las gradas de dos en dos, al llegar a la habitación de Ron fui directo a la jaula donde estaba Scabbers, lo tomé entre mis manos para luego ponerlo en el suelo y lanzarle un hechizo que lo volvió humano.

-Señor Potter- inclino su cabeza y me vio asustado.

-Necesito tu ayuda.

-Con mucho gusto- me sonrío.

-¿Sabes donde está el sótano del castillo?- el asintió- Necesitó que bajes y busques alguna celda con protecciones, entra en ella y averigua si la persona que tienen adentro es mi Padre James- Pettigwe al escuchar el nombre de mi progenitor abrió mucho los ojos.