Volver a vivir: La oscuridad

El comienzo

Todo a mi alrededor esta negro, no existe un principio o final, sola una profundida oscuridad.

-Arriba, levántate- escuche a lo lejos un grito- Ahora-  era la voz de tía Petunia mientras golpeaba la puerta, abrí mis ojos y me senté en la cama, encendí el pequeño foco y me colocó mis gafas.

-Despierta primo iremos al zoológico- gritaba Dudley subiendo y bajando las escaleras, mi cabeza estaba que explotaba por lo que lleve mis manos a ella, no entiendo porque me siento tan desorientado. Antes de que me regañaran me levante y me dirijo hacia la cocina; hoy era el cumpleaños de mi primo y como siempre mis tíos le habían comprado muchos regalos. Tía Petunia al verme me mando a terminara el desayuno, desde ahí puede escuchar a Dudley reclamándole a su papá por haberle comprado menos regalos que el año anterior a lo que tío Vernon le decía que era debido a que estaban mas grandes, pero eso no bastó y mi primo hizo un gesto como que iba a llorar, rápidamente mi tía fue donde estaba él y le dijo que cuando saliéramos le iban a comprar otros tres regalos más.

Después de desayunar nos dirigimos al zoológico pero antes de partir tío Vernon me detuvo y me dijo que no hiciera nada extraño o conocería lo que él era capaz de hacer.  Al llegar a nuestro destino mi primo empezó a molestar que quería que le compraras todo lo que veía. El tiempo pasó y pude ver muchas especies de animales, eran muy hermosas y únicas.

Cuando estábamos en el hábitat de los reptiles el menor de los Dursley empezó a golpear el cristal donde se encontraba una serpiente dormida, al no lograr despertarla se marcho a ver otros animales; en ese momento por alguna extraña razón empecé a hablar con la serpiente y mi primo al verla moverse llego empujándome y llamando sus padres, eso causó que me enojara y que el vidrio desapareciera, la serpiente salió, me agradeció por liberarla y mi primo quedó atrapado detrás de la pared de vidrio.

Al llegar a casa mis tíos me encerraron en mi cuarto; todo lo que a pasado hoy a sido extraño, de alguna manera siento que ya lo había vivído antes. De un momento a otro llevo mi mano hacia mi cuello y toque un objeto, ¿desde cuando esta eso dentro de mi camisa? No lo sé con exactitud, lo saco y me sorprendió ver tres Anillos y un guardapelo,  al abrirlo los recuerdos volvieron a mi mente como ráfagas de viento. Lo habíamos logrado, pudimos volver en el tiempo, pero ¿que se supone que debo hacer ahora?.

De la nada apareció Lucius en el cuarto, al verme sonrío y me abrazo.

-Gracias a Merlin estas bien- suspiró- Draco y yo estábamos muy preocupados por ti.

-Yo acabo de recordar todo, ¡mira!- le enseñe mi collar- al abrí el guardapelo todo volvió a mi mente- Lucius soltó mis hombros y puso un hechizo silenciador en el cuarto- ¿Qué haremos ahora?.

-Harry escucha con atención- dijo poniéndose muy serio- esperaras aquí hasta que tengas que entrar a Hogwarts- hice una cara de discusto- créeme a mi tan poco me gusta dejarte en este lugar y menos con estas personas- hizo cara de asco viendo el pequeño espacio en el que estábamos- pero lo tenemos que hacer para no levantar sospechas; tu tendrás un objetivo Harry y ese es encontrar más información acerca de Lily Evans, tengo el presentimiento que los Dursley saben más de lo que aparentan- de su túnica saco una varita- toma te hará falta, no te preocupes no está registrada por lo que podrás hacer cualquier hechizo sin ningún problema- la tomé- se que no es tu varita pero es muy buena.

-Lucius- lo llame mientras miraba la varita- reúnete con Severus y convéncelo de que se una a nosotros, déjalo que use legeremancia en ti, es la única manera como creerá todo; cuando ya esté de nuestra parte busquen una manera para que Ron y Hermione queden en Slytherin.

-¿y tu?- me pregunto preocupado.

-Yo siempre he sido un Slytherin y no necesito de ningún hechizo o poción para que el sombrero me elija como uno- ví como Lucius sonreía orgulloso.