Volver a vivir: La oscuridad

Eventos inesperados

Hoy es mi cumpleaños y me encuentro acostado en el suelo de la horrible casa donde Vernon nos llevo, según él esto ayudaría a que las cartas y lechuzas que Hogwarts envía no nos encuentren, pero yo se mejor que nadie que cuando el reloj marque las doce Hagrid aparecerá y me sacará de este lugar; esta vez no dibuje el pastel de la última ocasión, solo me acosté y espere el momento para empezar mi actuación. Eran las doce en punto cuando empezaron a sonar los grandes golpes en la puerta, Petunia y Vernon bajaron muy asustados a la primera planta mientras el hombre llevaba una escopeta en las mano, me levante del suelo fingiendo estar asustado y me escondí extactamente cuando Hagrid derribó la puerta. Desde donde estába espere el momento indicado para salir.

-Y-Yo no me llamo Harry- escuche a Dudley decir y salí.

-Soy yo- dije con un tono suave.

-Ya me di cuenta- respondió el semigigante.

Después de eso pasó lo que ya sabía, Hagrid me regala un pastel, yo le agradeco, los Dursley se ponen a discutir con él, el Semigigante los amenaza con su varita y los llama muggles, yo pregunto que era eso, el me responde y por último viene mi parte favorita, un Dudley con cola de cerdo corriendo por toda partes.

Salimos de la casa y subimos a su motocicleta, antes de despegar me pasó el otro casco que andaba y empezó a manejar como por media hora; cuando estábamos en el cielos a lo lejos pude ver una casa y entre más nos acercábamos, más podía reconocerla.

-Hagrid, ¿Dónde estamos?- pregunté haciéndome el que no sabía.

-Harry conmigo no tienes que fingir- respondió mientras me sonreía- estamos en Malfoy manor- lo mire sin entender nada y él prosiguió a explicarme- hace una semana el  profesor Snape me pido unos minutos para hablar con él, me contó todo Harry y me pidio unirme a ustedes- dijo descendiendo - al principio no sabía si creerle, pero luego me enseñó un pensamiento y sin dudarlo le dije que podía contar conmigo- estacionó la motocicleta y me ayudándo a bajar.

Caminamos hasta la puerta y nos recibió un sonriente Lucius Malfoy.

-Feliz compleaños mi serpiente- dijo abrazándome y luego dándome una pequeña cajita.

-Gracias- dije abriendo la cajita y encontrándome un pin de plata con el escudo de Slytherin- es hermoso, muchas gracias- Lo abrace otra vez.

-Era de tom y ahora es tuyo- una sonrisa apareció en mi cara- Pasen afuera está muy frío- dijo quitándose de la puerta- tú también Hagrid, espero que no te moleste pero le pedí a mis elfos que te prepararan una habitación para que te quedes hoy con nosotros- dijo estrechando la mano del semigigante.

-No es necesario señor, yo iba a conseguir un lugar por aquí cerca y vendría mañana a recoger a Harry para ir a comprar las cosas.

-Nada de eso, tú eres nuestro amigo y los amigos se quedan en nuestra casa- le sonrío- ademas estoy seguro que a Harry le gustaría tenerte en su cumpleaños, ¿verdad mi serpiente?- yo vi a Hagrid y asentí-ya está decidido, te quedas y por favor llámame Lucius- dijo arrastrando a Hagrid hasta el comedor.

Estaba a punto de ir con ellos cuando vi a un ángel platinado bajando por las escaleras con una caja en las manos.

-Hola dragón- Salude con un poco de miedo.

-Hola- bajo la cabeza- Féliz cumpleaños- me entregó la caja, la abrí y me encontré con una hermosa bola de nieves con dos serpientes adentro.

-Muchas gracias, esta hermosa- dije abrazándolo y él me correspondió-  Draco, podemos hablar de lo que paso antes de venir por favor- él se separo y negó con la cabeza.