Capítulo XVII

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Un buen y agradable mes más pasó en la vida del pequeño omega de ojos azulados, que con su alma deseaba volver a ser como antes, y lo estaba logrando de a poco.

Ya ir a las sesiones no era importante sólo en el aspecto de apoyo emocional y traumático, sino que también era de mucha utilidad para la relación que omega y alfa estaban forjando.

En cada sesión compartían momentos dulces y muy bellos para el raciocinio de ambos seres, aunque Harry no había dejado de lado su profesionalismo, él seguía trabajando en la recuperación y el avance de Louis en todo momento.

Los besos estuvieron presente durante todas las sesiones, las miradas y los abrazos eran obsequios bien recibidos por parte de ambos.

En ese tiempo Louis ha extrañado el aroma de Harry, solo tuvo una oportunidad de olerlo y le pidió a Harry dejarlo así, pero el alfa le hizo entender a duras penas que era parte del protocolo de la clínica el uso de supresores de olor. Louis debía entender que él no era el único paciente de su alfa.

La relación era secreta, hasta cierto punto pedido por Harry, ya que el omega era menor de edad y por las reglas estrictas de la institución médica, el rizado tenía prohibido mantener una relación, tanto sexual como sentimental con cualquier paciente, fuera o no de su cargo.

Por otra parte, Louis no pretendía por el momento que su relación fuera pública aún, no sabía y no pretendía decirle a su madre, el omega sabía perfectamente que no iba a ser del agrado de Johannah la relación que su hijo tenía, y que aquella mujer podría incluso pedirle, o exigirle que deje esa relación hasta ahí.

Por supuesto que Louis no quería eso, y es debido a esas razones que no le pretende ni pretenderá contarle a su madre la relación que está formando con el hombre de ojos verdes que lo ayuda con sus problemas.

Existe además, un problema anexo al conocimiento de la pareja. Existe alguien, en especifico una mujer, que persigue con sumo detalle todo lo que Louis hace, no despega los ojos del castaño jovencito. Ella sabe con exactitud que algo esconde, y lo anhela saber ya que sospecha que involucra a cierto alfa de ojos verdes.


- Nos vemos el viernes alfa - se puso de punta pies para alcanzar la altura de la mandíbula del opuesto con su boca, y depositó un tierno beso en la boca del rizado apuesto que cerró inconscientemente los ojos.

Suspiró cuando el omega se alejó de sus labios, lo observó tiernamente y una idea se cruzó por su mente.

- Mañana no trabajo, sólo si quieres, podríamos salir a comer algo, ¿no sé si gustas? - un nerviosismo se instaló en su ser al preguntar eso al pequeño cuerpo que tenía en frente, el cual sonrió sonrojado y con un brillo especial en sus azulados ojos.

- ¿Una cita? - abrazó al más alto por su cuello con ambos delicados brazos.

- Lo que tú quieras que sea omega - correspondió el abrazo pasando sus extremidades por la cintura de Louis, rodeándolo por completo la pequeña zona. Su zona favorita.

- Me encantaría, ¿Me pasas a buscar al colegio? es que mi madre estará en casa mañana y quiero evitarme disgustos, tú sabes - dijo haciendo una mueca.

Que Louis saliera con Harry era completamente normal, pero ambos sabían que no para la madre del castaño. Y en adición, Harry no pensaba que fuera buena idea que el omega se encontrara con uniforme escolar mientras salían a comer a alguna parte de la cuidad, sabía perfectamente que la gente le encantaba llenarse la boca hablando de las demás personas y sin fijarse en lo miserables que eran ellas mismas.

Trauma [Omegaverse] Larry StylinsonWhere stories live. Discover now