Trauma [Omegaverse] Larry Stylinson

Capítulo XVIII

Louis podía sentir la tensión en el ambiente, podía sentir lo afilada que era las miradas que se daban los altos alfas; ambos importantes para él. El olor en el viento que pasaba por sus cuerpos en aquella tarde estaba completamente sumergida en un tono de posesión y celos, no solo por parte del alfa rizado que sujetaba fuertemente la cintura del ojiazul, sino que de parte de su amigo de la infancia, el cual tenía una expresión de real seriedad en sus facciones faciales.

Perrie solo miraba aquella escena tal cual lo haría una persona al ver un drama por televisión, solo le faltaba algún refrigerio y se daría por completa la escena.

Louis carraspeo, al darse cuenta de que ninguno de los dos alfas habían respondido a las preguntas que se hicieron.

- Hem Harry... Él es un amigo, se llama Erick - Soltándose del agarre de su alfa, apuntó a su moreno amigo con su mano y sonrió para que el ambiente dejara de ser tan tenso.

El rizado ojiverde no pronunció palabra, solo observaba como aquel alfa alto de tez morena miraba a su omega.

El aroma olía indiscutiblemente a celos por su parte.

- Y... Erick, él es mi... - Pensó fuertemente como poder llamar a Harry en estos momentos, no estaba muy seguro de que nombre decir. Agonizantemente se hizo una pausa por parte del castaño, quien no sabía que más agregar.

Perrie sólo miraba expectante, observando a los protagonistas de la escenas.

Harry por su parte le dedicó una mirada inquisidora a su omega, esperaba ansiosamente saber como le diría, se moría de la intriga de saber si Louis diría psicólogo, mi alfa, o un amigo. Todas las opciones provocarían un sentimiento distinto en él, y Louis lo sabía.

Todos creyeron que pasaron horas antes de que Louis volviera a hablar, pero fueron solo segundos.

Con toda su fuerza mental, el omega llenó sus pulmones de aire para hablar.

- Él es... mi alfa - lo soltó en un suspiro, esperaba fuertemente no arrepentirse y que las cosas se salieran de control.

Harry no pudo evitar sonreír con orgullo al ver la cara de confusión y leve molestia del alfa moreno parado un par de metros frente a él.

Erick por su parte se sentía confundido, no podía creer que Louis tuviera alfa, aunque sintió alivio al no ver una marca en su cuello, aún así se sentía ligeramente molesto.

El alfa moreno planeaba intentar algo con Louis antes de irse, planeaba cortejar al omega ya que siempre sintió algo por él, pero todos sus planes fueron derrumbados por la oferta laboral que le surgió a su padre a principios de año. Sintió rabia de imaginarse a alguien, en especial ese hombre rizado sonriente al lado de Louis; robándole al pequeño de ojos azules, ya que él creía que eran almas gemelas.

Lamentablemente estaba equivocado, pero no entendía de razones ya que la obsesión es una condición peligrosa y no es sencilla de tratar.

- ¿Vamos Louis? - preguntó Harry ya agotado de la situación, no se sentía cómodo con aquel tipo cerca de Louis, podía oler que el alfa quería matarlo, podía oler los celos y la territorialidad que emanaba aquel ser.

Louis tan solo miró al rizado y giró su posición a su dirección y asintió, dispuesto a pasar una tarde agradable con el alfa; su primera cita.

- ¿Dónde van? - exigió en vez de preguntar el alfa de ojos marrones, con una postura seria y un semblante de hombre posesivo.

Perrie de inmediato reaccionó y se puso frente a su alto amigo.

- Erick ¿Qué te parece si nos vamos a comer un helado? yo invito - intentó disuadir el intento del ojimarrón por invadir el espacio de Louis, además de que era una terrible idea dejar que dos alfas celosos por un omega se enfrentaran. Nada bueno podría salir de eso, y es que era indiscutible que ambos hombres estaban celosos, su olor los delataba.