Capítulo XXIII

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- ¿C... Como? - Tartamudeó notoriamente nervioso el omega ante la pregunta de su madre, no fue buena idea dejar el ramo de rosas en su mesita de noche, menos dejar la nota junto a ellas.

Su madre no era ninguna tonta, y estaba claro que había leído aquella nota, en donde decía que alguien quería cortejar al ojiazul, incluso y mucho peor, decía explícitamente el nombre de Harry, mas no tenía el apellido.

¿Cómo fui tan imbécil? Pensó el omega.

La madre suspiró. - Louis... ¿Me vas a hacer repetirlo? 

Louis carraspeó, tragando saliva audiblemente.

- No mamá - Bajó su rostro, haciendo puchero en señal de que no tenía ninguna salida.

- Entonces ¿Me dirás quien te quiere cortejar?... Amor no creas que no quiero que eso pase, es solo que me preocupo, quiero que seas feliz.

Louis sonrió con añoranza, las palabras de su madre siempre eran cálidas y le llegaban hasta lo más recóndito de su corazón, pero aún así sentía una angustia en su pecho, al imaginar a su madre en contra de su relación con el alfa de 25 años.

El aludido suspiró. - Si madre, alguien me quiere cortejar, y yo estoy feliz con eso - admitió sonriendo, pero sin hacer contacto visual con la castaña pelilargo.

- ¿Por qué no me miras?... Estas nervioso - terminó diciendo, no como una pregunta al final, era más una afirmación. Johannah conocía mucho a Louis y sabía que no era el momento de invadir a su hijo con preguntas.

Se acercó a su cachorro y lo abrazó, dejando la cabeza de este apoyada en su hombro.

Suspiro antes de hablar sobre el cabello de su hijo, aquel que estaba impregnada con el aroma de un alfa, un olor que no reconocía, pero que no parecía incomodar a su hijo, eso la dejaba tranquila.

- Amor, no es necesario que me cuentes ahora si no quieres ¿Bien? Pero necesito que me lo digas en su momento, recuerda que yo estaré aquí para tí siempre, no importa donde esté.

La madre del pequeño se percató de lo bien que combinaban los aromas de ese alfa, con el dulce de su hijo, era una esencia maravillosa, agradable de oler.

- Wow bebé, sus aromas se mezclan muy bien... ¿Acaso él es tu destinado? - Se sorprendió más al congeniar esa idea en su cabeza, se separó del abrazo buscando la mirada azul de su bebé.

Louis se sonrojó, no estaba seguro de que si Harry era su destinado al cien porciento, pero quería creerlo, porque era el único alfa en su mente, y porque con el se sentía pleno, seguro y amado.

- No sé como se sabe eso, pero creo que sí... él es increíble, me siento protegido cuando estoy cerca de él...

- Entonces sí lo es, cariño, cuando puedas preséntamelo por favor.

- Si mamá - y el muchacho volvió a abrazar a su madre, no estaba del todo seguro de que Johannah fuera a aceptar la relación de los dos, pero de lo que sí estaba seguro era del amor que ella le tenía, y eso era más que suficiente.

- Ah y por cierto, ese tal Harry tiene muy buen gusto, por las rosas y por lo linda de su letra - dijo intentando ser cómica, ya que efectivamente había leído aquella notita junto al ramo de rosas.

Pero aquel comentario dejó de producirle gracia al pensar en el nombre del alfa, ella no conocía a ningún otro alfa que se llamara Harry a excepción del doctor psiquiatra que atiende a su hijo; Harry Styles.

Pensó muchas cosas en muy poco tiempo, aquello no podía ser cierto, Louis no podía fijarse en alguien tan mayor, menos en su psicólogo, ¿O sí?

Trauma [Omegaverse] Larry StylinsonWhere stories live. Discover now