Epílogo

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Cinco años habían pasado desde que ambos tomaron la mejor decisión de sus vidas. Tal y como lo habían previsto, la asociación fue tendencia mundial y eso les había abierto muchas puertas para nuevos proyectos.

En cuanto a lo laboral iban mejor que nunca, cada cosa que hacían era más exitosa que la anterior.

En cuanto a lo personal ya no podían desear más, sus vidas eran demasiado perfectas para ser reales. Hacía tan sólo dos años y medio que habían tomado la decisión de casarse, la boda se celebró en Italia rodeados de amigos y familiares... Y tan sólo un año y medio más tarde llegó al mundo su hijo, Killian Pimentel.

-Cariño, ¿has visto los documentos que me entregó esta mañana mi secretaria? - preguntó Joel.

-¿No los habías dejado en la mesita de la sala? - cuestionó Fiamma mientras salía de la cocina y miraba a su esposo.

-Eso creí... Pero ahí no están.

Frunció ligeramente el ceño y observó a la italiana contenerse la risa, entonces volteó a ver a su hijo. Este se encontraba sentado en la alfombra mientras dibujaba líneas de colores sobre los papeles que se encontraban en el suelo.

-Ay no... Killian. - dejó escapar un suspiro mientras se arrodillada frente a su hijo y miraba los papeles, que evidentemente eran los documentos que él debía de firmar-. Tranquilo, puedes seguir haciendo... Dibujos, le pediré a la secretaria que me envíe otra copia.

Killian se limita a reír mientras deja sus colores en el suelo e intenta ponerse de pie, estos últimos días Fiamma y Joel le estaban enseñando a caminar pero eso resultaba demasiado complicado para el pequeño.

-Ayúdalo, Pimentel. - dijo Fiamma mientras se ponía de cuclillas a tan solo metros.

Joel ayudó a su hijo a levantarse y lo agarró para que no se cayera, él empezó a dar pequeños pasos torpes en dirección a su madre y siempre con la ayuda de su padre.

-Eso es, amore... - susurró Fiamma totalmente emocionada y le extendió los brazos para que cuando llegara a ella la abrazara.

La felicidad que había en esa casa era inmensa, Killian era la alegría de sus vidas y ambos se morían de ternura con su hijo.

Fiamma lo cargó en brazos y lo llenó de besos a un mismo tiempo que Joel la abrazaba a ella y dejaba un sinfín de besos en su rostro.

-Pimentel, ¿puedo dejarte con tu hijo mientras termino de preparar la cena? - preguntó Fiamma alzando una ceja.

-Por supuesto que si, señora D'Altrui. - responde mientras le quita a Killian de sus brazos para abrazarlo como si fuera un muñeco-. Esta vez no haremos nada, ¿verdad que no?

Pero su hijo en vez de responder se limitó a reírse.

-No siquiera Killian te cree. - murmuró burlona antes de irse a la cocina, dejando a ambos solos.

-Tú y yo, pequeño demonio, tendremos una conversación de padre a hijo. - dijo con seriedad.

Tomó asiento en uno de los sofás y sentó a su hijo sobre su regazo, mirándose el uno al otro.

-Eres el próximo Magnate Pimentel así que ponte serio. - reprochó a su hijo quien parecía burlarse de su padre.

Joel entrecerró sus ojos, era ridículo hablarle a un bebé que apenas estaba aprendiendo a andar.

-Bien, pienso hablar de todos modos... Ahora eres tan solo un bebé pero el tiempo pasa muy rápido, pronto estarás con los estudios finalizados y con el mando de nuestra empresa.- dejó escapar un suspiro, dramatizando la situación-. No sé si vamos a tener más hijos, pero si no tienes hermanos te tocará a ti dirigir ambas empresas.

Su hijo parecía escucharlo, se mantuvo en silencio mientras que Joel hablaba.

-Y te enamorarás... Ojalá encuentre al amor de tu vida, yo pude encontrar al mío y es la sensación más hermosa que el ser humano puede experimentar. - murmuró bajito-. Si, estoy hablando de tu mamá...

Killian balbuceó y movió sus manos en el aire, Joel las tomó y dejó un beso en ambas.

-Ojalá algún día llegues a amar a alguien tanto como yo amo a tu madre. - dejó escapar un suspiro.

Su hijo había dejado de prestarle atención cuando una mosca se posó por su lado, miró esta como si fuera lo más importante del mundo y soltó un chillido emocionado.

-Oh, vamos... - reprochó el Magnate haciendo un puchero-. Estoy seguro de que Zaid le presta más atención a Christopher... Oh si, a él también le tocará dirigir la empresa de su padre así que seguramente hagáis negocios cuando seáis mayores.

Se levantó del sofá con él en brazos cuando vio a Fiamma preparar la mesa, ella le sonrió de esa forma tan cálida como solía hacer siempre entonces Joel se percató de que había escuchado toda la conversación, incluso esas partes donde le decía a su hijo lo tanto que la amaba. Joel miró a Killian, se encontraba babeando así que no le quedó más remedio que limpiarlo, los ojos verdes de su hijo se clavaron en los suyos.

-Pero por ahora... Tienes que disfrutar de la vida siendo un niño, juega, diviértete y pásala bien. - murmuró dejando un beso en su frente-. Mamá no quiere verte crecer tan rápido y sinceramente, yo tampoco... Te amo, Killian, sé que serás mejor magnate de lo que yo pude ser.

|| F I N A L ||

✨✨✨

Fin del primer libro de la Saga Magnate 🥺💜

Tenéis el segundo ya en el perfil.

Magnate Pimentel Where stories live. Discover now