Nuevo Futuro

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    Izuku sabía que Kacchan quemaría uno de sus diarios de héroe ese día. Por eso copió el más reciente, llenósolo las páginas suficientes para que Kacchan lo hojeara, resoplara con disgusto y lo volara en pedazosfrente a él.

      Izuku sabía cómo mostrar la desesperación suficiente para vender el acto, y sabía que Kacchan ysus otros amigos lo verían sacar el libro carbonizado del estanque koi de la escuela.Izuku también sabía que no debía tomar su camino habitual a casa, sino que tomó un desvío por la parte másconcurrida de la ciudad alrededor del tranquilo paso subterráneo que le gustaba. Una parte de él queríaquedarse y observar, para ver por qué no estaba tomando ese camino hoy, pero no quería llegar tarde.

      Izuku sabía que tratar de decirle a alguien que él, Izuku Midoriya, tenía un Don, y que Quirk era lacapacidad de ver su propio futuro hasta e incluyendo su muerte, solo resultaría en una dolorosa migraña queamenazaba con borrar todo lo que pudiera. ver.

     Vivir con las burlas y el acoso no era tan malo cuando podíaverlo venir, como prepararse antes de recibir un puñetazo en la cara. No era un futuro que él pudiera ver,sino un presentimiento, un pozo de pavor en su estómago que le impedía siquiera contarle a su madre sobresu habilidad. Solo había un futuro para él, y no había cambiado desde que lo vio por primera vez la mañanadespués de que le diagnosticaron Quirkless, aunque había intentado luchar contra él cuando era más joven.

     Izuku sabía que, a las 4:05 p.m., poco después de la clase de ese viernes, un villano con un Quirk de limoemboscaría a Kacchan en un callejón cerca de su sala de juegos favorita. Izuku sabía que llegaría justo atiempo para empujar a Kacchan a un lado. Izuku sabía que sería asfixiado hasta la muerte cuando el villanole robara el cuerpo. 

    Sabía que la mañana antes de caminar a la escuela ese día sería la última vez que le diríaa su madre que la amaba. Sabía que nunca viviría para ser un héroe, pero al menos podía morir como unhéroe.Y después de ese punto, Izuku solo vio oscuridad.

    Entonces, cuando Izuku estaba a segundos de su muerte autoproclamada, con la visión borrosa, el cerebrogritando por falta de oxígeno, el sabor acre del villano quemando su boca, las costillas gimiendo bajo lapresión interna del villano empujándose dentro de él, él Se sorprendió cuando un golpe preciso y biencolocado en el estómago le hizo vomitar litros de baba de villano.

     Izuku tomó dulces y deliciosos bocanadasde aire y miró vagamente a su salvador.All Might. Alto, reluciente, en la carne, perfectamente perfilado por el sol poniente, el Símbolo de la Paz ensí mismo, All Might.

     Las lágrimas corrieron por las mejillas de Izuku al verlo."¿Estás bien, joven?" preguntó su héroe.

     Izuku trató de hablar, pero todo lo que salió de su boca fue un jadeo áspero. La sonrisa de All Might vacilóun poco, un movimiento tan imperceptible que solo años de observar cada movimiento público del hombrele dio a Izuku la capacidad de verlo. 

    "No te preocupes, respira profundo. Ahora estás a salvo". All Might saludó a los paramédicos conuniformes blancos. 

    "Esta buena gente se ocupará de ti".Mientras los paramédicos lo ayudaban a subir a una camilla, Izuku extendió la mano y rozó la tela del brazode All Might. Trató de llamarlo por su nombre, pero solo pudo toser. 

    "¿Qué pasa, joven?" Todos los ojos de Might se dirigieron al libro chamuscado y empapado que sobresalíade su bolso. "Oh, por supuesto. Tengo un bolígrafo en alguna parte."La tinta corrió un poco en la página húmeda, pero a Izuku no le importó. Tenía la firma de All Might.

PrecogniciónWhere stories live. Discover now