Dinastía de Fuego

00-La boda

 Sakura  estaba preparándose, con las damas corriendo por allí y por allá, dándoles los últimos detalles a su carísimo vestido de novia. Supuestamente sería su día soñado...pero no era así, reprimía lágrimas de rabia y tristeza al ser forzada a casarse con un hombre al cual no amaba. Ella conocía a Kiba Inuzuka de toda su vida, era un buen amigo para ella, pero ya que el compromiso beneficiaba a su padre, no le quedaba de otra más que conformarse con la situación. Había rogado, había pataleado y hasta había intentado escaparse más de una vez, al grado que tuvieron que llevarla a un convento para que la enderezaran. Pero su corazón no era calmado, su amor le pertenecía a uno y a uno solo, aun si este era considerado un criminal sin escrúpulos no podía dejar de amarlo. A ese joven de cabellos negros como el carbón, piel nivea y ojos rojos como la sangre de su corazón, que lo había roto más de una vez, aun lo amaba.

La hora llegó y se vio forzada a caminar al altar de la gran iglesia en la cual se celebraría su unión. Al pasar pudo ver a su mejor amigo, alguien que alguna vez consideró su hermano sonreírle con simpatía, solamente para responderle con una mirada fría como el hielo.

Pasaron los votos y solo se sentía ida de sí misma, ¿en serio este era su fatídico destino? ¿casarse...y ya como cualquier otra mujer? En este momento envidiaba tanto a las que llamaban rameras, quienes a veces solo por hablar cuando no les era llamado se les nombraba así, y de hecho llegó a hacerse amiga de una...una mujer que en verdad era libre, que no tenía que ajustarse a las demandas de la sociedad y podía hacer lo que quisiese con su vida.

—Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre —pronunció el padre las únicas palabras que le emocionaban ese día. Pidió a gritos en su mente que alguien, quien fuera, gritara su objeción en medio de la boda. Pero el silencio se mantuvo sepulcral

—Sin mas que decir, los declaro —*¡PUM!* Retumbó el sonido del disparo en el templo, las cabezas voltearon a la entrada de la iglesia donde yacía la silueta de un hombre alto y fornido con un brazo en alto con la pistola humeante, fresca de un disparo. Rumores empezaron en toda la iglesia y cierto rubio se quedó sin habla. La pelirrosa se congeló en donde estaba y dejó salir un pequeño jadeo de sus labios entreabiertos, no se creía lo que sus ojos jades veían. Se pellizco varias veces esperando despertar y darse cuenta de que solo era un sueño, de esos demasiado buenos para ser reales. Nada, seguía en su ostentoso vestido blanco en una iglesia llena de nobles y gente rica de la corte, todos sorprendidos de verlo a ÉL ahí, ese joven a quien le fue arrebatado todo, menos el corazón de cierta dama.

Camino a paso lento, dejando que el sonido de sus botas retumbara y reafirmaran su presencia hasta llegar frente al altar y vio a los ojos a esa joven molestia que lo volvía loco.

—Yo me opongo —habló con su voz grave y serena, pero fuerte e impotente. El padre de la chica lleno de rabia llamó discretamente a los guardias, quienes empezaron a rodearlo desde lejos. El, los sintió acercarse y en un rápido y ágil movimiento, tomo a la joven y la aprisionó con su cuerpo mientras sostenía un cuchillo firmemente a la orilla de su cuello.

—¡Esperen! —exclamó el padre exaltado por la posición en la que había quedado su hija, frenando a los guardias.

—Señor Haruno...cuánto tiempo —habló sereno mientras restringía a una confundida Sakura

—Suéltala maldito bastardo Uchiha —exigió Haruno, sacándole una macabra risa al mencionado

—Lamento decir que eso no va a ser...posible Señor. Bien tengo entendido que su hija no desea casarse, y hace años me dejó en claro que tenía un lugar en su corazón para mi. Y es Halcón Sangriento para usted —declaró, estallando una oleada de murmullos, no sobre de la joven. Si no de también del padre y la familia en general.

Mientras tanto el joven rey rubio ojiazul con peculiares bigotes de gato en sus mejillas, miraba con rabia la escena, ella, esa hermosa flor, Sakura a quien consideraba una hermanita a pesar de que el sentimiento ya no era mutuo estaba siendo amenazada por ese hombre, a quien recibió y quiso como a un hermano, ahora un criminal y rufián sinvergüenza, que le había quitado muchas cosas y ahora amenazaba con quitarle a ella también

—¡Suéltala Sasuke! —gruñó saliendo de su lugar mientras sacaba su espada

—Naruto...hasta que te dignas en hablar, o debería de llamarte "Majestad" —mencionó con burla Sasuke mientras sus ojos cambiaban de ónix negro a un rojo sangre con un patrón en ellos.

La damita de blanco por fin pudo reaccionar y se dio cuenta de la situación en la que estaba, de inmediato como si por instinto se tratase intentó liberarse, pero su incómodo vestido, el brazo reteniéndola y cuchillo en su garganta no le permitieron. Entonces el de ojos carmín susurro algo al oído de la joven, calmándola en un segundo.

—Bueno...ya que al parecer nadie más tiene algo que decir con mi presencia, me gustaría que las damas y caballeros presentes rindieran sus objetos de valor a mis camaradas que ahora pasarán a recogerlos y la novia no saldrá lastimada. Ah y nada de guardias, si no es molestia —exigió a todos los presentes, quienes temerosos por el destino de la joven, dieron sus joyas y medallas a hombres en trajes de la guardia real que pasaron con bolsas para recoger dichos objetos.

—Ya tienes tus joyas, suéltala —pidió el joven Inuzuka que vio todo sin haber hablado hasta ahora. Sasuke se carcajeo.

—Me parece que aun no entiendes las cosas Kiba... —le aclaró el criminal al castaño mientras daba pasos lentos hacia atrás, sosteniendo firmemente el cuchillo en el cuello de Sakura. Una vez llegó a la entrada de la iglesia, vio a sus lados y encontró a sus dos grandes amigos confirmándole que todo estaba listo para la siguiente parte del plan.

Sin previo aviso soltó a Sakura y la levantó sobre su hombro para luego empezar a correr a su barco mientras sus hombres cerraban y atrancaban las puertas de la iglesia.

Naruto en el momento en que vio que la soltaron empezó a echar carrera para las puertas, solo para llegar cuando estas ya habían sido cerradas. Todos los hombres presentes unieron fuerzas para intentar abrir la puerta, hasta que por fuera unos guardias lograron abrirlas.

El joven rey de Nova Caeli: País del Viento, corrió por el caballo más cercano y emprendió camino al puerto con sus hombres, el novio, el padre de la novia y otros nobles y ricos invitados de la boda. Tenía que detenerlo, aun si tenía que matarlo. Pero para cuando llegaron, los barcos estaban en llamas y Kubikiribocho, barco del pirata que acompañaba a Sasuke, Suigetsu, ya estaba en altamar con el Halcón viendo a tierra a su enemigo, Uzumaki Naruto, quien alguna vez fue su mejor amigo y hermano a lo lejos, sabiendo bien que lo perseguiría hasta cada rincón del océano hasta encontrarlo, mientras sonreía por su victoria de esa tarde.

Hola gente! Pues, este es el inicio de uno de los muchos fanfics que andan rondando como locos en mi cabeza 😆

La verdad me tomo muuucho tiempo agarrar la confianza para publicar algo, así que lo único que pido como escritora Amateur es que si van a comentar por favor que si va a ser critica que sea constructiva, y se que las parejas aquí no son las favoritas de muchos, solo les pido que no sean muy gachos, tengo un Kokoro muy sensible 💔😣

Ahorita voy a subir todos los capítulos que tengo en estos días porque unos tienen algo que ver con las fiestas y quiero aprovechar eso, pero muy probablemente suba un capitulo cada 15 días o cada semana.

Otra vez muuchas gracias por pasar a leer mi historia, saben que los personajes no me pertenecen pero la historia si y que a nadie le gustan los plagios.

Sin mas que decir Feliz Navidad a todos!!! 🎅🎄✨🎉💖