037-Cena

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Playlist: https://open.spotify.com/playlist/6AdmknP5ZJAwiCKFSnvres?si=82c250e63f6d4d42

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—¿Ayudarme? —pregunto incrédula —Tendrás que ser mas especifico —agregó antes de dejar el objeto en sus manos nuevamente en el suelo y pararse mientras limpiaba la falda del vestido para luego cruzar los brazos sobre su pecho y lanzarle una mirada de desconfianza.

—¿A qué te refieres con "ayudarme"? —preguntó con acidez a lo que el peli celeste solo negó y llevó su mano a su cabello y lo dejó libre de la pequeña cola de caballo que traía. Sarada miró atentamente como se acomodaba este, ahora hasta los hombros, con toda la tranquilidad del mundo antes de volver su mirada intensa hacia ella.

—Me refiero, Sarada, a que te ayudare a escapar —respondió caminando hasta terminar frente a ella, quien rió sin gracia mientras lo miraba como si acabara de escuchar un mal chiste.

—Si, claro —respondió rodando los ojos a lo que el contrario suspiro con decepción y camino detrás de ella para peinar su melena negra suavemente con sus dedos, haciendo que la azabache se crispara por el contacto.

—Hablo en serio, ni Boruto ni tú quieren esta boda. —se defendió comenzando a atar el cabello de la chica —Francamente no quiero ver a mis dos mejores amigos terminar en un matrimonio infe —no terminó. Fue interrumpido por el movimiento repentino de la ojinegra quien se volteo sin dejarle terminar el peinado y acomodo perfectamente su daga contra el cuello del oji ámbar mientras le dedicaba una mirada de odio puro.

—Deja de jugar, ¿quieres? ¡Ni tú mismo te crees esta farsa así que ya deja el acto! —reclamo sin una pizca de remordimiento y presionó más el arma contra él al verlo solamente cambiar su mirada serena a una triste.

Se maldijo a sí misma, ¡¿cómo pudo haber sido tan descuidada como para permitir que la engañara así?!

—Sarada, no estoy jugando —volvió a defenderse tomando su muñeca con la daga suavemente —en serio te quiero ayudar

—¿A si? —siguió ella con desconfianza —Entonces pruébalo

Mitsuki cerró los ojos pensativo y soltó a la chica antes de volver a mirarla de manera afilada y con un brillo de atrevimiento.

Otro escalofrío bajó por la espalda de Sarada.

—Si en verdad quisiera arruinar tu escape, ya te habría paralizado con una de mis serpientes y en vez de estar en una cómoda tienda estarías encadenada allá afuera donde todos pueden vigilarte —aclaró entrecerrando los ojos ofendido, a lo que la chica analizó su mirada antes de sentir cómo algo se deslizaba por su espalda hasta su brazo.

Resistiendo el impulso de saltar por los escalofríos y el espanto, vio como una serpiente albina se arrastraba tranquilamente por su brazo izquierdo al cuello de Mitsuki donde le siseo molesta.

—Y —continuó —no me gustaría ver a mi hermana del alma terminar en la hoguera, si las cosas salen mal —reveló, conmoviendo y asustando a Sarada con sus palabras.

Tenía razón, un paso en falso en ese compromiso, y...

Aun indecisa, bajo el arma y la guardo nuevamente entre sus ropas para darle una ultima mirada de pies a cabeza con sus ojos de color escarlata, buscando algún arma que pudiera usar en su contra pero solo vio la espada y la serpiente. Finalmente, lo probó una vez más usando el poder de sus ojos en los de él para buscar alguna mentira oculta.

El oji ámbar no se resistió. En cambio, le facilitó el trabajo al dejar todos sus pensamientos y recuerdos en primera plana a lo que la de ojos carmines se sintió culpable al ver las memorias de ellos juntos aún presentes y casi intactas, revelando en verdad cuánto tiempo había añorado su encuentro y cuanto le dolía el que su amistad ya no era lo que alguna vez fue.

Dinastía de FuegoWhere stories live. Discover now