011-Luchar por Amor

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Sasuke despertó poco a poco de manera alegre gracias a los pequeños susurros de su hija pidiéndole despertar. Acaricio suavemente sus parpados para poder abrirlos lentamente y encontrarse con dos ojos negros y profundos como los suyos mirándolo y la gran sonrisa traviesa de su hija. De golpe se levantó, sorprendiendo a la infante y luego la tomó en brazos para darle un pequeño ataque de cosquillas. No mucho después, su esposa los llamó para que ayudaran a terminar de preparar el desayuno.

Ayer, al atardecer, habían tomado un bote de remos una vez el barco estaba en medio de un banco de neblina que, tal y como la habían predicho, apareció gracias al clima, guiándose con una brújula, se dirigieron al sur y para la medianoche, con la pequeña dormida. Los Uchiha habían llegado a una de las islas, armaron una pequeña fogata para tener calor y echarse a dormir. Sasuke había dejado su halcón con Suigetsu, para que, una vez terminaran con los nobles, volvieran por ellos con ayuda del halcón, así que no debería de haber problema alguno.

El azabache dejó de ver el horizonte y el mar para enfocarse en el ahora con sus mujercitas. Probablemente llegaron por ellos esa misma noche o en la mañana, así que esto, era, entre otras cosas, un descanso para él y una pequeña aventura en familia.

Pasaron el día entre risas y juegos tanto en la orilla del mar con el agua, hasta explorando el pequeño bosque tropical que tenía la isla.

En algún punto, Sarada pidió permiso para seguir explorando el bosque y ponerse a desarrollar otra de sus incontables aventuras. Sin embargo, su padre se rehusó con la excusa de que pronto comenzaría a anochecer. La niña hizo un puchero y se dejó caer en la arena con la mirada gacha, amenazando con comenzar a llorar, Sakura alcanzó a ver esto y le comentó a su esposo que la isla era relativamente pequeña y no había peligro alguno. Sasuke una vez volteo a ver a su hija y suspiro resignado dándole como toque de queda el anochecer. El rostro de la pequeña se iluminó de inmediato y corrió a l bosque para comenzar una de sus aventuras otra vez.

Esta vez, luchaba con el Rey Loui: Soberano de los monos. Descalza corría por la arena con una rama en mano mientras tonos púrpuras y anaranjados se filtraban por entre las copas de las palmeras, revelando el bello atardecer. Poco a poco, ella se acercaba cada vez más al otro extremo de la isla a la salida del pequeño bosque, su vía de escape del Rey Loui!

Sin embargo, a medida que se acercaba más a la salida, más cosas veía, cosas que no eran arena, conchas de mar, plantas y el mar.

Por un momento detuvo su juego y comenzó a acercarse cautelosamente mientras aprovechaba las ramas para tratar de esconderse un poco.

Ya más cerca. Pudo ver a lo lejos un bote parecido al que traía con sus papas, pero diferente. Más cerca de ella, recargadas en un tronco, había una espada parecida a la de su papa y un par de botas. Estaba dispuesta a ir a sacarlas cuando vio a un hombre acercarse a estas y sentarse en el tronco viendo al mar. Intrigada de quien podría ser el hombre, lo observó. Tenia una blusa blanca y pantalón negro como su querido papa, pero en vez de tener el lacio cabello negro y la piel nivea, tenia la piel bronceada y el cabello rubio brillante y desordenado como el del niño que había conocido en la capital. A continuación, vio cómo el hombre se agachaba por algo en la arena y lo tomaba en sus manos, aun así, no podía saber que tenía al estar de espaldas. El hombre misterioso soltó lo que tenía y pasó sus manos por su cabello mientras murmuraba algo que no alcanzaba a oír la niña. Interesada por saber qué decía, Sarada se acercó un poco cuando por accidente pisó una rama y la rompió provocando un ruido.

Asustada, Sarada corrió.

Pudo oír cómo el hombre se levantaba y comenzaba a perseguirla mientras gritaba "Sakura". Ahora Sarada tenía más miedo, ¿por qué gritaba el nombre de su mamá? ¿Acaso era uno de los hombres persiguiendo a sus papás? Corrió más rápido, mucho más rápido. La luz del día ya comenzaba a faltar y a pesar de las varias veces en las que tropezó o se golpeó con una rama que no alcanzaba a ver, siguió corriendo. Llegó un punto en el que se perdió pero siguió, poco a poco se oían más lejos los pasos del hombre y supuso que este se había perdido también, estaba a punto de detenerse cuando vio el fuego de la fogata y las siluetas de sus padres algo preocupados. Corrió y tan pronto salió se dirigió a ellos entre gritos alarmados.

—¡Hay un hombre en el bosque! ¡Me está persiguiendo! ¡Está gritando el nombre de mamá! ¡Es malo! ¡Nos va a separar! —gritaba la niña entre lágrimas.

—Tranquila Sarada, respira, habla despacio —le pidió su padre tranquilo mientras se hincaba para abrazarla y reconfortarla. La niña rompió el abrazo y vio a sus progenitores asustada.

—Hay un hombre en el bosque que está gritando el nombre de mamá, creo que es uno de los que nos persiguen! —Sasuke y Sakura la vieron aun sin creerlo cuando oyeron un grito ajeno a cualquiera de los tres

—Sakura! Por favor sal! —la niña se escondió al oírlo en los brazos de su papá y ambos adultos se congelaron para luego mirarse y hablar al mismo tiempo.

—Naruto —Sasuke salió de su transe y tomó a Sarada en brazos para luego apagar la fogata y tomar la mano de su amada para huir en el bote una vez más. Sakura se soltó de su agarre.

—Sakura

—Corre y esconde a Sarada! Me está buscando a mi no a ti y hasta donde sabemos solo es él. Esconde a Sarada, estaré bien —le pidió con seguridad y súplica en su voz a su esposo Sakura.

Verde y negro chocaron una vez mas. Él dejó su faceta seria y confiada otra vez para mostrarle cuánto miedo sentía. No quería perderla. No otra vez, estaba aterrado de esa posibilidad y por lo tanto, se rehusaba a dejarla ahí sola. No dudaba de sus habilidades, o de que si la situación llegaba escalar usaría la fuerza contra Naruto. Lo que tenía miedo es a lo que él estaría dispuesto a hacer con tal de sacarlo de su escondite.

Sakura vio esto y dejó abajo sus defensas también. Le reveló también el miedo que sentía por que los fueran a separar. Ninguno de los dos anticipaba esto, ninguno de los dos llegó a pensar que Naruto averiguaría su plan y los seguiría hasta ahí. A quien engañaba, estaba aterrada, si antes de poder estar con él, se aterraba de que algo pasara que le hiciera perder a Sasuke para siempre, ahora volvía a sentir ese miedo, y no solo de perderlo a él , pero de perder a su pequeña hija también. Y precisamente por eso iba a luchar, porque si algo había aprendido es que debes de luchar por lo que amas sin importar lo difícil e imposible que parezca. Una lección que había aprendido de él y ahora le devolvía.

Sin mas que decir, se separaron prometiéndose que lucharían uno al otro. Lucharían por su amor, hasta el último aliento.

Sasuke corrió por la playa y una vez lejos se adentro en la pequeña selva con Sarada en sus brazos.

Sakura no despegó la vista de ellos hasta perderlos en la selva. Y cuando menos se lo esperaba, oyó unos pasos frente a ella, luego se detuvieron. Volteo a ver al hombre frente a ella con determinación, dejando que la fogata alumbrara su rostro.

—Sakura

—Naruto

Y un capitulo mas! Considérenlo una compensación por no subir la semana pasada

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Y un capitulo mas! Considérenlo una compensación por no subir la semana pasada. 

Espero que este capitulo haya sido de su agrado.

Recuerden que son bienvenidos a votar y comentar (que creen que vaya a pasar OwO) y nos vemos la próxima semana

Ahora si, Bye bye Kitsunes!! 🦊💖

Dinastía de FuegoWhere stories live. Discover now