010-Nada ni Nadie

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—Mamá! —llamo la dulce voz de Sarada al ver a su madre en la cubierta. La pelirrosa de inmediato se hinco y recibió en brazos a su pequeña hija mientras su esposo hablaba con Suigetsu y preparaban todo para su escape. Al cabo de unos minutos ya se encontraban saliendo de la bahía de Foliis Oculta con el viento a su favor, quedando totalmente fuera del rango de los cañones o cualquier tipo de ataque que les podrían lanzar por tierra. Pero claro que no iba a ser tan fácil.

5 barcos de la flota real, siendo liderados por el barco del rey se preparaban para zarpar y darles caza. Sasuke preocupado, miraba impaciente a sus perseguidores esperando algo.

—Suigetsu! —rugió furioso y desesperado al capitán

—Espera! —le devolvió el grito, mientras que en su mente comenzaba a contar "5, 4, 3, 2, 1", ruidosas explosiones se oyeron venir de los barcos de la flota real y dieron un espectáculo, parecido al de fuegos artificiales mientras los 5 barcos de apoyo al rey se iluminaban y prendían fuego. Sasuke sonrió de lado, y ahora un poco más calmado fue con su esposa e hija.

···

—¿Cuál es el estatus de los barcos? —preguntó con preocupación Naruto mientras veía los mapas en el escritorio del camarote.

—Tal parece que hubo heridos pero hasta ahora no han encontrado bajas. —respondió Shikamaru, su mano derecha.

—¿Cuánta ventaja nos lleva Sasuke?

—Mucha, pero se dirigen hacia la nada

—Hay unas islas por ahí

—Pero si llegaran a pararse en alguna, los alcanzaríamos rápidamente

—En pocas palabras, no pueden detenerse

—Y tarde o temprano se les agotaran los recursos —término el argumento el Nara. El rey levantó la mirada y con un asentimiento le dio permiso a ir a hablar con el capitán. Un suspiro cansado escapó de sus labios y tomó asiento en su silla. Por fin lo tenían huyendo de ellos en medio de la desesperación. Pero si había aprendido algo de su mejor amigo, era que siempre tenía un plan, y sabía que...si justo ahora llevaba a cabo una huida desesperada, era por una buena razón. "¿Que estás ocultando Sasuke? ¿Y que planeas?" se preguntó a sus adentros el monarca Uzumaki.

...

—¿Hacia dónde nos dirigimos, Suigetsu? —pregunto Sasuke dándole una mirada severa a su capitán.

Ya llevaban un día completo huyendo, y de no ser porque la tripulación había hecho de las suyas y había robado tanta comida como pudieron encontrar. Probablemente estarían en una situación mucho más compleja y difícil. Toda la noche, el, Suigetsu y Karin se la habían pasado tratando de armar una estrategia en la cubierta para perderse de los nobles persiguiéndolos sin tener que enfrentarse en pleno mar abierto, mientras Juugo estaba al timón y Sakura se encargaba de la tripulación y Sarada.

—Vamos hacia el oeste para alejarnos lo más posible del reino y la capital y si no me equivoco al sur hay unas cuantas islas pequeñas. Pero considerando el clima, si seguimos por donde vamos nos podríamos topar con un banco de neblina o una tormenta. —termino de aclarar el peliblanco. Sasuke maldijo. Si seguían, tenían el riesgo de enfrentarse a un desastre natural, las islas no eran una opción ya que los seguirían y el momento en el que se detuviesen los atacarían y se verían obligados a luchar, todos sus esfuerzos para evitar arriesgar la vida de Sakura y Sarada se irían por la borda

—Hay que seguir el curso actual —sugirió la esposa de Sasuke mientras se dirigía a ellos, Karin de inmediato se retiró, sabiendo que era su turno para cuidar a la infante en el barco y la ojijade continuó dando su idea.

Dinastía de FuegoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant