Capítulo 24

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Opening the coffin
(Abriendo el ataúd)


Según mí deducción, la tumba tiene dos capas: superior e inferior.
No parece algo extraño que haya una puerta aquí, debe ser que mientras hablamos esta parte de la habitación también se movió. No sé la intención sobre eso pero no volveré a entrar en pánico.

Lo que me asustó, en mayor medida fue... ese sorpresivo ataúd dorado, hecho de un material tan fino.






Durante millones de años el tamaño ha dependido de la madera... es demasiado grande.
Los árboles de Phoebe Nanmu son utilizados para los ataúdes y este grosor sería igual a unos 32 de ellos, es igual a los pilares gigantes en las tumbas Ming.
Esa cosa... puede ser mucho más valioso que una pieza de plata de su mismo tamaño.


¿Cómo pueden colocar un ataúd así en una sala de oído?, es muy extraño. Si algo así está aquí... el ataúd de la cámara principal será aún más magnífico.
El propietario de esta tumba realmente no tiene reglas, no solo a alterado el Feng shui sinó que también a establecido trampas muy inteligentes en todas partes pero... no son para matar, no sé realmente su propósito.








Es inevitable la curiosidad al ver algo tan majestuoso... debe estar lleno de cosas buenas.

Vi los ojos del hombre gordo -¿Por qué cuando ves un ataúd ni siquiera necesitas vivir?, ¿Qué tal si sacamos algunas cosas?-.

Me estoy burlando de él -soy conciente de lo que piensas, ahora la tarea principal es encontrar herramientas para atravesar la parte superior... no cometas ningún error, espera a que consigamos lo que necesitamos ¡Podremos volver después y revisar!-, -cuando vuelvas la puerta aún estará allí, tal vez se vuelva a abrir-.

Fatty aún pensaba en esto, cuando vió que tenía sentido se sintió avergonzado, en ese momento Qiling nos saludó y habló suavemente -no hables-.
Lo miramos... su expresión era tan seria que nos cubrimos la boca rápidamente aún sin saber que pasaba.
Sacó su pistola -éste no es un ataúd normal... es para guardar cadáveres-, no lo entendí y aunque lo mire extraño él no lo quiso explicar.



Entró a la sala donde estaba colocado el ataúd, y el hombre gordo queriendo mantener su alta imagen no corrió tras él sin dudarlo, pero...al recuperar su conciencia corrió inmediatamente.
Vi la oscuridad del pasillo y es demasiado horrible como para quedarme solo, entonces corrí tras ellos.








La habitación era exactamente igual a la anterior, con relieves de serpiente en la parte superior y una fuente en el centro, pero... no hay porcelana, solo un enorme ataúd a unos tres pies de distancia de la pared.



Qiling sacó su sable y lo insertó directamente en la ranura del ataúd, lo movia lentamente, parece que está buscando algo. El gordo pensó que quería abrir el ataúd -disminuye la velocidad, este pequeño hermano es tan honesto-.

Fatty saco una vela y corrió hacia una esquina... eso me enojo -¡Joder! Tenemos poco aire y aún enciendes una vela, no te mates-, -cuánto aire puede quemar una vela, no es tan grande como tú, solo respiraré menos-.




Tan pronto como encendió la luz apareció de repente en una esquina. Generalmente el gordo tiene mucho coraje pero no lo suficiente como para sentarse en el suelo oscuro, lo vi caer y tome la linterna para verlo, no pude evitar estremescerme... había un gato muerto y arrugado. Tenía un cuerpo enorme y sus ojos miraban fijamente al hombre gordo.
La mayor parte de su piel ya se había caído y su barbilla se abrió revelando unos colmillos... incómodo.






Cuando era niño tenía miedo a los gatos muertos. Mí familia solía colgarlos de un árbol cuando robaban peces y los dejaban hasta que se pudrieran, era joven y no lo entendía.
Un cuello roto y podrido, una cabeza había caído en mis manos y tan pronto vi esos colmillos y agujeros de los ojos... me oriné encima.


El gordo vio que era solo un cadáver, lo regaño y pateó, luego encendió de nuevo la vela .
Caminé hacia el ataúd, me sentí mal... aquí hay cadáveres de gato ¿Tengo miedo?.

Hay demasiadas cosas irrazonables en este lugar. Pienso... vagamente, que el dueño de la tumba está haciendo las cosas en contra de las reglas, si sigue así no se que otras cosas podríamos encontrar.




Qiling encontró los tesoros del ataúd, había usado dos ganchos para sostener... clic, al mismo tiempo toda la tapa se levantó y una explosión de agua negra ocurrió enseguida.

Al gordo no le importaron las náuseas, solo empujó la tapa y miró, estaba asustado -¡Dios! ¡Tantas albóndigas!-.

The lost tomb . Libro N° 2 Where stories live. Discover now