Capítulo 38

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Ban banpo
(Al pendiente de la losa)




Frente a mis ojos... una cara demasiado pálida, con una piel que no se sabe cuánto tiempo estuvo sumergida en el mar, era casi  transparente, pero lo más terrorífico... eran sus ojos totalmente negros.
El susto fue tal que comencé a gritar, la empuje y me aparte rápidamente ¡Debo escapar!.


Mí huida era detenida por dos personas, siendo difícil pasar solo pude llegar junto a la botella de aceite, lo abrace y me quedé inmóvil -¡Fantasma!, ¡Hay fantasmas de agua!-.
Qiling me susurró -no lo llames, dime ¿Dónde está el fantasma de agua?-. Di la vuelta y le señale hacia atrás -está allí, solo...- antes de terminar de hablar quedé estupefacto, detrás de mí no había nada... ni cara... ni cabello... absolutamente nada, solo mí dedo casi tocando la cara del hombre gordo. -¡Vete con tu madre! Tu eres el maldito fantasma-.

Intenté buscarla, al Este y al Oeste... realmente se había ido, ese sentimiento fue tan real que no podría ser una ilusión ¿Realmente este lugar me haría alucinar?.
Mí corazón se mantenía agitado y ahora otra duda se abría... no sé cómo reaccionar.











Fatty veía mí cara verde e intento consolarme -¿Qué pasó?, solo cálmate y habla despacio-.
Las palabras no salían claras y solo podía tartamudear -¡Vi... vi... mucho pelo!, una mujer desnuda... ¡Quería besarme!-.
Estaba muy confundido y no sabía claramente qué palabras salían de mí boca, -Xiao Wu ¿No estabas soñando?, si realmente hubiera un fantasma tendría que pasar primero por donde estaba yo ¿Cómo pasaría sin que lo note?.
Ya tienes 20 años... es normal soñar con una mujer desnuda, cuando era joven también lo soñaba mucho-.

-No me humilles, ¡Definitivamente no estaba soñando!, en mí cuello aún está esa cosa húmeda ¡Solo toca!-.

Les mostré mí cuello y los dos hombres lo tocaron. El gordo miraba el techo, pensando que quizás algo goteaba en alguna zona, pero era imposible los ladrillos están cubiertos de yeso blanco... totalmente hermético.

-Esto es extraño, solo hay una forma de llegar, si algo llegó hasta ti... no hay forma de que no lo haya sentido-, -¿No eres tú quien se durmió?, no sabrías si alguien se arrastra sobre ti-.
-Incluso si me quedo dormido ¿Alguien podría pisarme sin que yo lo sepa?, además en este lugar ¿Cómo podría dormir?. Si no me creen miren mí espalda y no habrá nada-.



El gordo comenzó a voltearse y nos dejo mirar... realmente fue algo que no esperaba... ¡Esa cosa estaba sobre su espalda!.

Tenía tanto miedo que mí garganta se encogió, Fatty al ver que eso se separó de su espalda intento retroceder... no pudo, sus pies ya estaban envueltos de pelo.
Traté de apartarme pero también me envolvió hasta llegar a mí boca, estaba aterrado y entre en pánico cuando de repente Qiling me agarró y me atrajo hacia él.

Cuando miré atrás, el gordo estaba completamente envuelto y se retorcía pero... esa cosa ya no estaba, solo quedaba un montón de cabello que rellenaba todo el camino como un enorme agujero negro.

La botella de aceite extendió su mano hacia mí -¿Tienes algo de fuego? ¡Esa cosa le teme al fuego!-.
En la bolsa de mí cintura encontré un encendedor y no pude evitar sentirme feliz... cuando comí la cabeza de pescado en el barco le pedí al jefe que trajera una estufa de queroseno... y ahora no puedo pensar en él como alguien que me salvó.
Con el fuego me libere y me apresure para ayudar a Fatty, solo quería sacarlo de allí rápido.

The lost tomb . Libro N° 2 Where stories live. Discover now