Detrás de tu Sombra Severus Snape y Melpomene Black

capitulo-4

Estaba por terminar los deberes de Sirius cuando me di cuenta que ya eran las 5am.
Busque en uno de mis maletines de hogwarts y tomé una de mis pociones para mantenerme despierta y con suficiente energía todo el día, estaba emocionada por ver a Severus. Me duche y me puse un vestido azul un poco corto pues era verano y si que hacía calor.

Baje a desayunar aparentemente todo estaba bastante tranquilo, mi padre estaba en el ministerio, mi madre había ido a visitar a mi tía Druella.

Tome mi bolsa y guarde algunas cosas importantes, fui a la chimenea y me transporte por polvos flu al caldero chorreante, tome asiento en la barra esperando a Severus. El lugar estaba bastante vacío, pedí una limonada en lo que él llegaba.

- Que hace sola aquí una chica tan linda como tú?- preguntó un chico con voz arrogante a mis espaldas, al voltear a verlo por poco se salía mí limonada por la nariz, aclare mi garganta.

Mel- No estoy sola Potter, espero a alguien así que, porque no te vas de dónde viniste.

J- Vamos no tienes que ser tan hostil, yo también espero a alguien, podemos esperar juntos, aunque corras el riesgo de enamorarte de mi.

Mel- ni aunque fueras el último mago en la tierra, no... sabes preferiría salir con un muggle antes que contigo.

J- nadie dijo algo sobre salir. - dijo riendo mientras salía del pequeño negocio, al mismo tiempo que Severus entraba, pude ver como lo empujó al salir.

Mel- eres un idiota Potter.

Sev- no gastes tus energías con ese engreído, por cierto te ves muy bien.

Mel- gracias- me sonroje bastante- cómo has estado?

Sev- ya sabes estudiando, mis padres se fueron de la ciudad indefinidamente así que tuve bastante tranquilidad estás semanas.

Lo escuchaba muy atentamente, su voz era como una melodía perfecta, estaba sentada a su lado interesada por cualquier cosa que quisiera contarme.

Mel- quieres algo de beber yo invito- le dije talvez con mucha emoción, y es que desde que regrese a casa todo parecía ser un gran caos, estar platicando con el era todo lo que necesitaba.

Sev- claro y cuéntame qué tal te fue en tus calificaciones?

Mel- saqué excelente en todo, bueno excepto en historia de la magia y vuelo.

Sev- despreocúpate por eso, realmente no son materias importantes.

Mel- claro... Ya elegí las optativas; ruinas antiguas y alquimia.
Que opinas?

Sev- elegiste bien, tienes suerte difícilmente se abre el grupo de alquimia.

Mel- lo sé, tuve que convencer a incluso a varios Ravenclaw y Hufflepuff para poder formar el grupo.

De un momento a otro Severus miro detrás de mí, hacía la puerta intentando disimular.

S- ahora regreso.

Tomaba mi segunda limonada mientras medio pintaba mis uñas, era ridículo casi pasaba una hora. Salí de aquel pub y justo al fondo estaba Severus platicando enérgicamente con esa chica de Gryffindor, aquella chica tan linda y bella, su sonrisa parecía iluminar hasta el callejón más tenebroso.
Sentí una punzada en la boca del estómago, talvez tomé demasiada limonada, sentía algo que jamás había sentido.
! Cómo pudo olvidar que lo estaba esperándolo?!
Di la vuelta y me fui de ahí seguramente ni lo notó, iba caminando rápidamente miré una vez más hacía atrás mientras caminaba, pude ver como el le sonreía y se sonrojaba.  Por alguna razón me sentía tan molesta pero no tanto como cuando un idiota choca contra mi haciéndome caer.

Mel- que te pasa a caso no sabes caminar?

El chico extendió su mano hacia mi ayudándome a levantarme, una vez de frente supe que se trataba de James, intenté pasarlo de largo y seguir caminando.

James- te vas tan pronto linda

Mel- basta Potter no estoy de humor

James- que pasá? Acaso te dejaron plantada? Mi chica se retraso un poco podemos sentarnos los tres si quieres.

Mel- oh eso te encantaría cierto, bueno lamento descepcionante pero tú chica está divirtiéndose con alguien más y es demasiado meloso como para quedarte como espectador, así que hasta luego Potter.

El rostro alegre de James cambio a uno de molestia y desagrado total al mirar a la dirección donde se encontraba Lily.

Llegué muy cansada a casa, me sentía agobiada y sin ganas de nada, ni siquiera tenía hambre solo me recosté boca abajo en mi cama hasta que amaneció espero no estar enferma.