Cambios de aire

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Grace

No pude dormir por lo que me dijo Anthony, él quería verme por videoconferencia. No podía hacerle frente con un Avi, menos por videollamada.
Miré el portátil que había comprado a Debby, ella adelantó su viaje a última hora, vendió casi todo para llevarse un dinero extra, hacía más de una semana que se había marchado a Londres.
Algunas veces me enviaba algún mensaje, era lo bueno de la tecnología que nunca pierdes el contacto si así lo quieres.
Mi viejo ordenador lo tiré a la basura porque era terrible conectarse y anda que no note diferencia de este, al otro. Debby tenía un portátil bastante más moderno, había instalado el juego de Avis para nuestros encuentros con Anthony.
Esa tarde al llegar a casa recibí un correo de Alfabeta, no sabía quién era esa persona, al empezar a leer el mail, pude saber que era Anthony.
Él me explicaba que tenía que meterse de lleno en la zona oscura, ya que ahí estaba ocurriendo cosas bastante sospechosas, gente que era anónima y se querían escabullir del sistema. Sabía que había alguien que podía llevarlos a ese sitio. Entonces, me habló de Shylagirl, me explicó lo de las gafas, lo cual me quedé muy sorprendida por todo lo acontecido.
Me contó todo el plan que tenían en mente y que si salía bien podrían llegar hasta esos informáticos. Al final del mail ponía.
Pd: Una vez leído desaparecerá de tu correo.
Releí varias veces lo que me contaba y me quedé flipando de toda la situación parecía una película de espionaje.
Le respondí y le dije que no había problema, que ahora entendía muchas cosas y agradecía la confianza que me tenía para tomarse el tiempo en darme una explicación.
Lo último que le puse me hizo sentir mal conmigo misma y comprendí que si yo no iba a ser sincera con él, lo mejor era cortar de raíz y desaparecer.
Todos esos días con Anthony habían sido perfectos, palabras intensas y de alto voltaje, había despertado en mí un instinto que no sabía que tenía, sus susurros y las escenas de nuestros avatares se quedaron en mi cabeza y dejaban pensando en él todo el bendito día.
Jamás me había enamorado, todo lo que sentía por él era real, lo que le dije gran parte de todo era cierto, le quería y por eso, no debería seguir.
Con todas esas cosas en mi cabeza me iba cada día a trabajar, estaba exhausta mentalmente, la cabeza me iba a explotar de tanto pensar, escenificaba diferentes maneras de terminar todo con él.
Perdida en mis pensamientos me fui a comer y ahí pude coincidir con Jake que no sabía que le habían dado el alta. Me acerqué para preguntar qué tal estaba...
—Jake ¿cómo estás? Me alegro mucho de que ya estés recuperado y siento lo que pasó.
Me miró con cara de poco amigos y respondió.
—¡Qué falsa eres, tía! Todos sabemos que no nos caemos bien y que estabas esperando cualquier oportunidad para atacarme.
«¿Qué? Pero que le había hecho yo a este chico para que su cabeza haga este tipo de acusación».
—¡Qué dices! Fue un accidente, no sé por qué piensas eso...
Su compañero Thomas se acercó mirándome con desprecio y añadió...
—Será mejor que te vayas, Grace. Lo estás empeorando.
El timbre del microondas hizo que me girara para sacar mi tupper y Jake murmuró...
—Sí, sí, claro. Anda coge tu comida y vete a cualquier rincón a comer... ¡Tu rata!
Lo último que dijo no lo había escuchado bien, pero si era lo que creía que había entendido… Eso no lo iba a dejar pasar por alto. Estaba harta de su falta de respeto y sus sarcasmos. Saqué mi comida, cogí aire y lo encaré.
—¿Qué has dicho?
Él levantó sus hombros poniéndose firme me miró y con voz clara y alta dijo:
—¡Qué te pires a comer tu rata en el rincón!
Eso no se lo iba a consentir ni a él ni a nadie estaba harta y como si mi mano cobrara vida. Cogí mi tupper y se lo lancé con todas mis fuerzas. Fue tanta mi ira que me había olvidado de que estaba caliente.
Él se estiró la camiseta, ya que se lo había lanzado en el pecho, me soltó varios improperios más y no dudó en ir a la encargada Dominic.
Y ella me llamó a su despacho y me sermoneó: «que la agresividad era un problema muy grave y, por lo tanto, tendría otra amonestación.»
Yo me defendí como pude, pero nada le hizo cambiar de idea y al tener dos amonestaciones era causa de despido, lo cual ella no dudó en darme una patada en el culo y reemplazarme por otra persona que estaba en el paro.
Llegué a casa devastada y con los ánimos por los suelos, llamé a Debby y le conté todo lo que me estaba pasando. Ella se cagó en Jake y después me propuso ir a Londres. Me recomendó apuntarme a varios sitios de trabajo y recalcó.
—Grace, eres joven, nada te retiene en Lasgow. En Londres ahora mismo hay más oportunidades, ya que solo quieren gente joven, la gente mayor está acojonada por el tema de la enfermedad y vive de los pocos ahorros que tienen. Así que piénsatelo. Ahora te mando un WhatsApp con los sitios donde puedes apuntarte.
Le agradecí muchísimo su gesto, era muy buena persona y tenía razón en lo que decía ya nada me retenía allí, sin embargo, me hundí por completo.
Me quedé en mi cama por una semana, apenas había comido. Escuchaba mensajes que me llegaban y no los miraba. La depresión había llegado a mí otra vez.
«Me despertó el llanto de un niño, quizás algún vecino que había tenido algún crío» pensé.
Hizo que me levantara y mirar por la mirilla y pude ver a una madre con muchas bolsas alrededor, el carrito del bebé y el niño llorando con desesperación. La madre soltaba las bolsas e inclusive una se le cayó y todo el contenido se esparció por el suelo, le dio igual todo eso, lo primordial era su niño, lo cogió con una sonrisa cálida. Ahí estaba ella, que a pesar de tener un momento de estrés, le daba una sonrisa a su pequeño. La imagen fue tan tierna y comprendí el mensaje, he pasado momentos muy duros y esto no iba a poder conmigo otra vez.
Sentí que todo eso me levantó los ánimos y rápidamente cogí mi móvil y vi muchos mensajes de Debby enviándome las webs de trabajos, además vi que tenía varios mails. Eran todos de Alfabeta... Los abrí y él estaba preocupado porque no me había conectado a Avis. Se pensaba que era por lo que me había dicho de Shylagirl, el pobre estaba intranquilo por mí.
Le dije de quedar en Avis esa tarde que teníamos qué hablar. Así fue, me armé de valor y entré. Me puse las gafas y mientras lo esperaba, me fui hablar con Vladik y Bratzdul tenía que decirles que me alejaría un tiempo del juego por lo ocurrido en la tienda.
—Chicos, apenas haya conseguido algo no dudaré en conectarme para contarles cómo me va.
—Sí, por favor, que te tengo que contar muchas cosas —comentó Bratzdul.
—A mí también me las puedes contar —agregó Vladik.
—Sí, pero Grace siempre tiene las palabras exactas.
—Eso me ofende, acaso ¿yo no? —respondió un Vladik celoso.
Me reí y pensé, sí era buena dándolos, pero muy mala aplicándolos cuando se trataba de mí.
—Tranquila, que cuando pueda volveré.
Vi que entró Anthony y me fui a su casa. Al vernos, él vino darme un beso como siempre.
 
—Grace me tenías muy preocupado, ¿todo bien? ¿Hice algo que te enfadara?
—No, no tiene nada que ver contigo.
—¿Entonces?
—Me han despedido del trabajo y estoy pensando en hacer un cambio en mi vida.
—¿Qué? ¡Lo siento! Si te puedo ayudar en algo, solo tienes que decírmelo.
—¡No! Agradezco que te ofrezcas, pero tengo que tomar las riendas de mi vida.
Sabes que me gusta hacer las cosas por mí misma, siempre he sido así de esta manera. Debby me ha enviado algunos sitios para conseguir trabajo y tengo que estar concentrada en ello.
—¿Qué piensas hacer?
—Pues apuntarme a varios sitios aquí en Lasgow y creo que también lo haré para Londres.
—Aquí tendrás muchas más oportunidades.
Sentí su voz emocionada, eso hizo que oprimiera mi corazón.
—Me tengo que ir de Avis por un tiempo, por el tema de la tienda puedes quitarme de ahí si quieres y poner a Vladik, él podrá encontrar algún diseñador de tatuajes... Y...
Me interrumpió.
—¿Qué? Jamás te quitaría de nuestra tienda, además has dicho un tiempo. Yo te esperaré, Grace, todo el tiempo que quieras.
—No sé qué me deparará el destino y no quiero que estés esperanzado porque quizá no pueda volver.
—Eso tiene solución, aunque no entres a Avis podemos intercambiar nuestros teléfonos y estar en contacto. Grace, me gustaría conocerte fuera del juego.
Lo que más me temía, pasó.
—No puedo… ¡Lo siento! Tengo muchas cosas qué pensar y hacer. Lo mejor será dejarlo todo en el juego como dijimos al comienzo.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Sí, es lo mejor. Lo nuestro ha sido perfecto, puro y muy natural. Nos hemos ayudado de alguna forma a no sentirnos solos. Aunque sabías al igual que yo, que algún día todo se acabaría.
—¿Qué? Pero ¿qué dices? Estás hablando por ti, yo he tenido siempre la esperanza de algún día hacer todo esto realidad.
Mis lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, empecé a sentir un dolor terrible en el pecho...
—Simplemente soy realista y no quiero darte esperanzas cuando sé que ahora mismo que no podré cumplir.
—Grace, no hace falta que terminemos, tomate todo el tiempo que haga falta y…
Interrumpí abruptamente...
—¡No! Crees conocerme, pero no es así, no tienes ni idea de quién soy. Lo siento, lo siento mucho, pero tiene que ser así. —Y volví a huir...
Sin más me desconecté de Avis y lo dejé ahí con todo el dolor de mi corazón, pero ya no podía seguir con esto. Se acabó.
Había hecho muchas películas en mi mente de cómo decirle la verdad, estaba claro que no podía y nunca podré, había sido muy doloroso más de lo que mi mente imaginó. Lloré hasta que no me quedaron fuerzas, desplomándome en mi cama.
Mi subconsciente me decía que era lo mejor, mi cobardía siempre ganaba la partida y tenía control sobre mí, esta soy yo y no se puede cambiar un carácter de la noche a la mañana.
Recibí varios mensajes más de Anthony, moría por abrirlos, pero no lo hice. Quizás cuando tuviera fuerzas suficientes los abriré y leeré.
Los días fueron pasando y seguía hundida, sin embargo, había podido inscribirme en varias agencias de trabajo que me había aconsejado Debby.
Ya nada me retenía en Lasgow esa habitación era de alquiler, y lo único importante lo podía meter en una maleta, al lado de mi mesita de noche estaba la foto de mi madre y mi padre la cual de vez en cuando miraba.
«¡Cuánta falta me hacéis!» pensé.
A los días, me llegó un mail a mi correo de una agencia llamada Homestaff Londres, me decían que necesitaban urgentemente a una persona para trabajar en la cocina y limpieza. Lo bueno que el hospedaje me lo daban ellos y tenía un día libre a la semana.
Me decían que si estaba interesada que respondiera el mail.
Me puse contenta y contesté el mail, diciendo que estaba muy interesada, a los minutos me enviaron un número de contacto diciendo que llamara por la tarde y una hoja de salud, ya que antes de empezar a trabajar tenía que hacerme la prueba.
Por la tarde, cogí aire, intentando no ponerme nerviosa y llamé:
—Hola, buenas tardes, llamo por el trabajo.
Me contestó una mujer de mediana edad con una voz calmada y dulce.
—Hola, soy Amber la dueña de la casa, la agencia me dijo que te pondrías en contacto. ¿Eres Grace Vander no?
—Sí. Soy yo.
—Son los datos que me mandó la agencia. Pues te cuento más o menos lo que ganarás serian unas 2500 libras, tendrás una habitación para ti y tendrás un día libre. Serán los domingos. Si aceptas el trabajo te paso ahora mismo el contrato por mail y ¿cuándo podrías empezar?
¡Dios! El sueldo estaba muy bien, en la tienda me pagaban una mierda. También era verdad que ahí estaría todo el día.
Me puse nerviosa con lo que me dijo porque lo quería ya. Tenía que mirar un billete para allí y me llevaría mis cosas de valor y el resto se lo dejaría al dueño de la habitación.
—¿En una semana está bien o le corre prisa?
— Una semana es perfecto, me da tiempo a organizarme. La agencia se encargará de enviarte el contrato por mail, ¿vale?
Al colgar, el corazón me dio un fuerte acelerón de nervios por todo, nuevo trabajo, nuevo lugar y un cambio de aires que lo necesitaba con urgencia.
Pero también en ese momento algo rondó mi mente. Londres la ciudad que siempre quise conocer y de donde es Anthony, no pude evitar pensar en él y lo cerca que ahora lo tendría.

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¡Agarrense que se vienen curvas!

¿Que creen que pasara?

Pondre imágenes de la función del juego, ya que en este capítulo me basado más en lo real.

Presento los mapas de los avatares, que son los lugares que ellos añaden o son sus favoritos. Este sería el mapa de Graver.

 Este sería el mapa de Graver

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