AVIS

¿Por qué a mí?

Grace

Me hacía miles de preguntas ¿cómo había podido llegar a casa de Anthony? Definitivamente, eran muchas coincidencias y lo peor de todo era que él lo sabía y no fui capaz de dar la cara, ni responderle, nunca había pasado tanta vergüenza en toda mi vida.
Estuve todo el día nerviosa, ya que salí huyendo como lo que soy una cobarde y sin articular ninguna palabra entendible.
Estuve haciendo muchas cosas, estaba muy torpe, se me caían los cubiertos, casi me quemé, menos mal que probé la comida mil veces porque si no terminaría echándole azúcar en vez de sal. Mi cuerpo estaba presente, pero mi cabeza haciéndose miles de preguntas sin respuestas. Hasta que vi su mensaje en mi correo, ¡joder! Él tenía razón al menos se merecía una explicación.
Acudí a la cita en Avis, al menos ahí podría explicarme mejor o eso pensé.
Nada, todo fue muy mal, él estaba enfadado y supuse que también decepcionado por mi gran mentira, pero lo peor fue cuando me dijo que nunca hubo ninguna agencia, que el correo de trabajo lo hizo todo él.
Lo único que pensé fue en irme, pero él siempre tenía respuesta para todo.
¿Dónde iría? Estaba mi amiga Debby, pero ella vivía en una pequeña habitación y no iba a ser una carga para ella, además yo le decía cada día que el trabajo era perfecto.
No me quedaba más que aceptar su solución que era ignorarnos como él propuso y eso me dolió mucho.
¿Qué querías que te dijera? No pasa nada, Grace, no importa que no seas la de la foto, ven aquí, dame un beso, mi yo interior hablaba por mí una vez más.
Tenía tanta tensión que necesitaba desahogarme con alguien, que me dieran un consejo, la única que vi en Avis conectada era Bratzdul y no dudé en contactar con ella y explicarle mi mentira, evité explicar cosas personales de Anthony como su minusvalía y su profesión. No iba a desvelar algo tan suyo.
Bratzdul se sorprendió por todo y lo único que me dijo que me dio un poco de aliento y esperanza fue.
—Él ahora está enfadado por toda la información recibida y es normal, yo también lo estaría. Dale tiempo, verás que el enfado irá pasando y quizás podáis volver a ser amigos o algo más si realmente hubo un sentimiento.
Mis lágrimas salían sin parar, pero ella tenía razón todo esto fue demasiado impactante tanto para él como para mí.
Así fueron los siguientes días, era muy duro, ya que tenía un sentimiento de culpa constante, me sentía la peor persona sobre la tierra y escuchar a Amber que decía a Dorothy...
—Algo tiene Anthony, está muy raro. Creo que otra vez está con la depresión como cuando se enteró de que no podría caminar.
—Sí, yo también lo he visto en su mundo —dijo Dorothy.
—No lo entiendo cuando fuimos al hospital a que se operara estaba muy emocionado y muy positivo.
—Amber, tranquila será un proceso postoperatorio —agregó Dorothy.
Me partió el corazón al escuchar toda esa conversación porque estaba claro que él estaba así por mi culpa, no sabía cómo podía recompensarlo…
Dorothy parecía muy seria, pero poco a poco fui ganándome su confianza. Ella le llevaba la comida a Anthony, algunas veces comía y otras se dejaba la mitad de todo.
Lo único que se me ocurrió fue preguntar a Amber por los gustos de él.
Quizá de esa manera él podría comer más y qué mejor si era lo que más le gusta.
Ella me hizo un listado y le pareció muy buena idea. Funcionó porque ya no se dejaba nada en el plato, eso me hacía sentir un poco mejor conmigo misma, era una manera de cuidarlo, aunque fuese de lejos.
Un WhatsApp de Debby me hizo sonreír:
—Hola, Grace. Te cuento que un amigo del trabajo, me ha convencido para hacerme un avatar en Avis.
—¿Qué? ¡Qué guay! ¿Lo tienes ya?
—¡Síí! Si quieres quedamos esta noche ahí y me enseñas un poco el mundo este. Mi nombre es Queendebby.
—¿En serio, Queen?
Me empecé a reír.
—Hombre, claro. Tiene que ser llamativo para encontrar una cita virtual.
Puso una carita guiñándome el ojo...
—Con lo guapa que eres no tendrás problemas. Nos vemos a la noche.
—Vale, hasta la noche.
¡Qué fuerte! La que era reacia a los juegos sociales.
Ese día hice todas mis cosas, al llegar a mi habitación me duché, me puse el pijama y me metí en mi mundo virtual.
Había renunciado a todos los poderes que me dio Anthony, si nos íbamos a ignorar no iba a poder seguir siendo su socia y menos ir a su casa. Agregué a Debby a mis contactos.
De pronto Bratzdul me envío un teletransporte, llegué a un lago con hermosas palmeras, ella estaba subida a un caballo.
—Hola, belleza... ¿Damos una vuelta? Puedes coger ese caballo blanco que está a mi lado.
—Madre mía, Bratzdul, ¡qué chulada!
—Es para animarte, amiga mía, ¿cómo estás?
—¡Mucho mejor!
Mentí, a Bratzdul le conté que había mentido con mi físico y que él lo descubrió, pero no sabía exactamente como fue todo, no le di tanto detalle.
Subí al caballo que ella tenía al lado y este empezó a andar dándonos un paseo por ese sitio paradisíaco.
—Te cuento que una amiga de la vida real entrará más tarde, me encantaría que la conocieras.
—Genial, yo también tengo algunos conocidos, pero me gusta venir por mi cuenta a disfrutar de sitios nuevos. Por cierto, no te conté, pero el otro día que me dejaste con Arcángel. Él me llevó a una playa nudista.
—¿Qué? ¿Pues vaya primera impresión no?
Nos empezamos a reír fuerte...
—Ya ves, también te digo que no fue incómodo hablar con nuestros avis en pelotas.
—Yo seguro que solo miraría al mar, para evitar verlo. ¡Qué incómodo!
—Pues yo me recreé bien con su avi, la verdad que tiene un buen avatar y si tiene cicatrices es porque él quiere, me dijo que eso lo hacía más intimidante.
—¿Te gusta? —pregunté.
—Está bueno para pasar el rato, aunque él no intentó nada, solo charlamos un poco.
—Seguro que tiene novia, como casi todos los que tienen los mejores avatares.
Nos quedamos quietas y vi una niebla que entraba a la isla y pude reconocer a Vladik que seguro Brat le había mandado un teletransporte.
—¡Así que aquí estabais! Graver Van, ¿qué demonios haces aquí?
—Hola, Vladik. Yo también te quiero.
Se empezó a reír...
—Hola, amiga, se me hace raro verte aquí en vez de estar reponiendo en la tienda, están todos tus tatuajes agotados.
—Vladik, no trabajo más allí, Ryuk y yo lo hemos dejado.
—¿Qué? Pero ¿por qué?
—Algún día te lo explicaré, ahora mismo no quiero hablar del tema.
—¡Espero no te haya puesto los cuernos con Shyla!
—No, nada de eso.
Entonces Bratzdul añadió.
—¡Así es! La he traído aquí para animarla y divertirnos con estos hermosos caballos.
—¡Yo también quiero uno! —chilló Vladik.
A lo que apareció otro, supuse que Bratzdul tendría varios en su inventario. Y con las mismas cabalgamos a los alrededores.
Esa noche vi que Ryuk se conectó también, sentí un pinchazo en mi pecho verlo ahí sin poder decirle nada, pero… ¿Qué le iba a decir?
Vi que Queendebby se conectó y ella me pedía ayuda porque estaba en la zona de novatos.
Fui a verla junto con Bratzdul porque Vladik ya se había desconectado.
Cuando la vi me empecé a reír, estaba calva, no tenía piel, vamos con su avatar básico.
—Tranquila todos hemos pasado por esto —le dije.
Lo bueno es que yo tenía de todo… Piel, pelo, y de regalo le di el que fue mi segundo avatar. ¡Sí ese! Con el que Ryuk se interesó de la rubia preciosa de la piscina. A Debby le quedaba perfecto prácticamente era muy parecida a ella.
Ella se quedó maravillada de cómo había pasado de tener un avatar básico al que yo le había dado.
—¡Es increíble!
La llevamos al sitio paradisíaco para andar por la playa y ella flipaba con todo. Bratzdul le iba también explicando cosas y fue genial. Decidí cambiar el color de mi pelo, escogí uno color rosa, con mis rasgos asiáticos. Ahora sí parecía una chica manga.
No volvería a ser alguien que no soy otra vez, eso solo me trajo problemas así que tenía que cambiar la actitud.
Pasaron los días y la pobre Dorothy se había doblado el pie, esa tarde fue la primera vez que le dirigí la palabra a Anthony.
Todo porque Amber me lo había pedido, pude atenderlo y verlo directamente, con solo sentir su mirada me ponía nerviosa, sentía tantas emociones en mi cuerpo que era muy obvia. ¿Qué diablos me pasaba? Intentaba guardar la compostura, pero no podía.
Agradecí muchísimo que al tener Dorothy la baja, Amber también se quedara en casa para atender a su hijo. Porque si no, yo tendría que ir y me daba pánico tenerle tan cerca por todas esas cosas que sentía.
Un domingo que era mi día libre, Amber tocó mi puerta.
—Grace, ¿no vas a salir?
—No...
—Bueno yo saldré, que quiero dejar cosas a Dorothy y tomaremos el té. Solo quería avisarte, Anthony estará bien, ya que está metido en esa máquina y ahí puede tirarse horas.
Le di una sonrisa fingida y me despedí de ella, parecía que iba a ser una tarde tranquila, pero no fue así.
Me dispuse a entrar a Avis cuando de pronto me llegó un correo, un nombre extraño, pero en el contenido ponía Grace Vander.
Le di a abrir y tenía un mensaje que parpadeaba:
Hola querida Grace, nos has dado grandes momentos, solo quiero que colabores con nosotros a las buenas porque a las malas no te gustará.
Queremos más información del Cop Ryuk o Anthony, también te damos la opción de que puedas convencerlo para que se reúna con nosotros. Eso sí, nada de trucos y siempre lejos de los ojos de la organización de Avis. De esta manera tú no sufrirás las consecuencias.
Aquí te mando un video de las cosas que podrían salir a la luz si te niegas. ¿Te imaginas este video rondando por todo Internet incluyendo la "Deep web"?
Pero ¿qué demonios? ¿Quiénes son? ¿La Deep web? Abajo había un enlace, el cual dudé en pinchar, pero lo hice.
Mis ojos se abrieron de par en par. Yo era la protagonista de ese video. Fue la primera vez que me puse el traje sensorial y ¡me estaban grabando!
Pasé a la mitad del video y mis lágrimas empezaron a salir era un video mío y de Anthony. A él se le escuchaba perfectamente por voz y era cuando estábamos teniendo cibersexo. Algo muy íntimo entre nosotros dos.
¡Joder!
Solo con pensar que alguien más nos estaba viendo, me empezaron a dar arcadas. Cogí un post-it que tenía en el escritorio y lo puse en la cámara de mi portátil.
¿Y si ellos seguían vigilándome?
Empecé a entrar en desesperación y paranoia. Lo peor, no fue eso.
Seguí viendo el video y cuando supuestamente yo había salido de Avis, eso continuaba grabando se veía como me quitaba el traje y me metía en la cama y no para dormir... Me robaron hasta esa parte de mi intimidad.
Me fui corriendo al baño a vomitar solo podía sentir asco de esas personas. No podía ser más humillante.
Mis manos sudaban y me temblaban, cogí el portátil, tenía que decírselo a Anthony. Él era el único que me podía ayudar. Sequé mis lágrimas con una de mis manos y fui corriendo a su habitación de juegos con mi portátil en la mano.
No sé si toqué o no, pero entré y le dije:
—Anthony, ellos quieren que les dé información de ti.
Le dije lo que primero leí, estaba tan nerviosa que no podía expresarme.
—Grace, ¿de qué hablas?
Me acerqué a él corriendo y le puse mi portátil en sus piernas para que leyera el correo. Las lágrimas se hicieron presente y no paraban de salir.
—¿Quién te envía eso?
—¡No lo sé!
Él puso su dedo en la boca indicándome silencio, entró a mi portátil y lo desconecto del Wifi.
Yo lo miré asustada, esto ¿cómo puede estar pasando? ¡Era irreal!
—¡Hay un video! Me amenazan con un video que me han hecho...
Él iba a pinchar y yo le dije:
—No, no lo veas nooo... Por favor.
En un impulso toqué sus manos para que no pinchara en el enlace. Ya era demasiada humillación por hoy para que él viera eso de mí.
—¿Quieres que te ayude?
—Sí, el video es una grabación mía y es muy cruel.
—Grace, piensa ¿te han dado algo en Avis? ¿Un objeto?
Entonces recordé a Arcángel dándome muchos archivos...
—Sí, Arcángel, él quería que le tatuara sus diseños.
—¿Qué? ¡Arcángel! ¿Cómo lo has conocido?
Parecía saber de quién le hablaba...
—Él fue a la tienda y quería que le tatuara sus diseños, me pagaba muy bien por cada tatuaje hecho...
Anthony se empezó a poner nervioso porque frunció el ceño y cerró los ojos como con rabia y soltó:
—¡¿Cómo puedes ser tan tonta?!
Lo miré con mucha ira, me habían tratado mal mucha gente en mi vida, pero nunca me esperé esa frase de él… Él no podía decirme eso... ¡Él no!
No sé qué cara puse, pero fue de decepción y de rabia a la vez, tomé aire y con un susurro ahogado le contesté:
—Antes no te importaba que lo fuera.
Me levanté y me fui corriendo porque me ahogaba. Escuché que dijo mi nombre varias veces...
Llegué a la cocina y me dejé caer allí llorando desesperadamente ¡no podía más! ¡No podía estar pasándome todo esto! Quería gritar, golpear algo hasta que mi mano sangrara, pero solo podía llorar. No sé cuánto tiempo pasó cuando oí la puerta de la cocina y yo junté mis piernas, escondiendo mi cabeza en medio de ellas.
—¡Grace!
Era la voz de él...
—¡Déjame, Anthony!
No quería que me viera así de destruida...
—Grace, lo siento. Siento haberte hablado así.
Sentí su mano en mi brazo.
—Solucionaremos esto, te ayudaré en todo. Por favor no estés así, ¡lo siento!
¿Se estaba disculpando? Era la primera vez que alguien se tomaba la molestia de disculparse, su voz sonaba calmada. Supe que también era mi oportunidad para explicarme y se lo dije:
—Yo también lo siento, siento haberte mentido, siento haberte decepcionado. Nunca quise hacerte daño. Mis inseguridades causaron toda esa mentira, que soy consciente que pude parar, pero no pude. ¡Lo siento!
Eso último me salió hipando, tenía que decírselo... Era ahora o nunca.
Sentí una ligera caricia en mi hombro y con voz suave dijo...
—Te perdono solo si tú me perdonas lo de antes.
Levanté mi cabeza para mirarlo, quería saber si realmente lo estaba diciendo en serio. Y vi en su mirada que no había duda de ello, moví mi cabeza afirmando que claro que le perdonaba. Él estiró su mano hacia mí y añadió:
—¿Empezamos de cero?
Lo miré avergonzada, ya que tendría que estar horrible de tanto llorar y junté mi mano con la de él.
—Empecemos de cero —respondí.
Una ligera sonrisa se formó en mis labios, sin embargo, ese mínimo contacto que juntaban nuestras manos, no pasaba desapercibido para mi palpitante y agitado corazón.

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Espero que este nuevo acercamiento sea bueno para ambos ¿Qué creen?

Como siempre las fotografías...

Nuevo look de nuestra chica manga.

Land de los caballos, tierras en AVIS.