Nadie sabe lo de nadie

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Arcángel.

Mi nombre es Chase, soy de Londres y os contaré un poco como fue mi vida antes de entrar a Avis.
Hacía fiestas ilegales en plena pandemia, la cabeza pensante de toda esta organización era Adams Blake, hijo de un empresario informático muy reconocido. Su padre le daba trabajo al mío y él hizo la buena labor de ayudarme con mis estudios, aunque yo no era tan bueno como Adams.
Todo se torció por el accidente que ocasionó la hermana de Adams. Jane Blake en un enfado le robó el coche al hermano y atropelló a un chaval.
Todo nuestro negocio ilegal de las fiestas fue descubierto por el padre de Adams y, mi amigo me culpó de todo lo ocurrido diciendo que la idea había sido mía.
¡Me dejó con el culo al aire! Ya que él a ojos de su padre mantenía siempre un perfil bajo, de hijo estudioso y ejemplar.
Yo solo era la persona que hacía el trabajo sucio, contactaba a la gente por medio de una aplicación.
El Sr. Blake por su parte, tomó cartas en el asunto y despidió a mi pobre padre del trabajo.
Mi vida se convirtió en un caos, mi padre cayó enfermo por el virus que acechaba en ese momento, lo peor de todo fue que le dio un derrame cerebral. Según los médicos por causa de los trombos que causó dicho virus.
Me hicieron a mí también las pruebas serológicas, al parecer yo también lo había pasado, la diferencia es que yo no tuve ningún síntoma.
 
Pasaron algunos meses...
Adams Blake se puso en contacto conmigo arrepentido de la jugada que me hizo. Me costó muchísimo creerle, ya que me había jodido, pero bien.
Además, que me tenía que ocupar de mi padre porque con todo esto de la pandemia, un hospital no era seguro. No tenía un trabajo, los ahorros de mi padre y lo que yo tenía me lo estaba puliendo.
Adams me habló de Avis, me dijo que, si me ponía a crear objetos por las clases virtuales que impartían, podría tener una ganancia extra. Me explicó que su padre le había dado terrenos virtuales, ya que él era uno de los inversores, lo cual yo me quedé flipando...
«¿Se puede tener propiedades en un mundo virtual?» Pensé.
Entonces me prometió que me iba a dar sitio para poder vender mis futuras creaciones. Él me dio dinero por adelantado para que comprara algunas medicinas que necesitaba y de esa manera obtuvo mi perdón.
Me dio curiosidad y entré a ese mundo virtual con él. Al comienzo todo me parecía muy surrealista. Adams me dio identificaciones falsas para que pudiera hacer mi avatar.
¿Cómo lo consiguió?
Muy fácil, su madre es inspectora de la policía y da la casualidad que trabaja en el área de personas desaparecidas.
Adams que es un hacker muy astuto obtuvo esa información y se hizo con dos identificaciones para los dos. Él siempre me decía.
—Jamás de los jamases dejes huella en la red con tus datos verdaderos, siempre lo pueden usar en tu contra.
Era un tío muy paranoico con ese tema, pero por algo él decía las cosas, poco a poco me fui dando cuenta.
Al comienzo, el mundo de Avis me parecía una pérdida de tiempo, sin embargo, cuando empecé a ir a las clases virtuales dónde me enseñaron hacer pieles, ojos y cabello para los avatares con un programa que se instalaba dentro del juego, fue ahí cuando me enganché muchísimo.
La chica que daba las clases era una informática muy cualificada, su nombre era Hanna. Adams estaba cautivado con ella, ya que sus clases era muy divertidas e interesantes y, aprendimos muchísimo.
Otra cosa que me gustaba mucho era estar cerca de Jane Blake que aquí se llamaba Shylagirl, era una chica preciosa cualquier hombre estaría a sus pies. Pues yo lo estaba y ella lo sabía, por lo tanto, me utilizaba a su antojo y yo me dejaba, hacía todo lo que ella quería.
Y por eso nos metimos en muchos problemas, le gustaba ser siempre el centro de atención y además burlarse de la gente nueva. Por lo cual nos llamaron la atención muchas veces. Inclusive el Cop de la zona nos echó por seis horas.
Yo hacía las animaciones de las bromas junto a otros amigos informáticos que conocía Adams.
Me curré muy bien mi avatar, le había dado una piel bastante realista, los ojos de J.Jordan eran azules y con pequeños destellos que parecía que brillaba en el sol. Shylagirl al verlo le encantó y me dijo:
—Tú serás mi novio virtual...
Aunque en la vida real, jamás me miraba, un saludo con las cejas levantadas era lo único que recibía de ella.
Todo iba bien y empecé a ganar dinero, pero aquí también todo se torció por culpa de mi amigo y sus sucios negocios.
Un día vino a llenarme la cabeza de nuevas ideas.
—Para qué crear, si podemos saquear.
Ese fue su lema, había conseguido no sabía de qué manera hacer objetos que nos permitían acceder a los Abits de la gente y le rapiñábamos todo el dinero.
Al comienzo éramos nosotros dos. Él solo se dedicaba a hacer los objetos y yo a dárselo a la gente.
¡Sí! Aquí también era yo él que hacía el trabajo sucio.
Después más gente de su entorno se unió hasta que conocimos a Depp.
Un tipo muy callado al menos cuando yo estaba delante, él se solía reunir solamente con Adams y fue cuando empezamos a entrar a la oscuridad.
La famosa zona oscura era para la gente mayor de dieciocho años. Se estaba creando poco a poco, no había muchos propietarios y Adams al tener terrenos, alquiló a varios peces gordos, incluido Depp.
Otra cosa que me dejó de piedra fue ver a nuestra querida profesora Hanna en la zona oscura. Ella había puesto una sala de Roleplay sobre el BDSM.
¿Qué es el Roleplay? Se preguntarán...
Es un estilo de juego que consiste en interpretar un papel de la temática que te imponen, por ejemplo:
Si la temática es medieval tienes que hablar como esa época, vestir con trajes pomposos o precarios, de acuerdo a la clase social que te asignen y hacer las cosas que en esa época se hacía.
Todas esas salas estaban minuciosamente detalladas en todos los aspectos.
Pues nuestra querida profesora era una Mistress del sadomasoquismo, al entrar a su sala llena de objetos sexuales y además ella vestida de negro con un traje de látex ceñido a su cuerpo mostrando todas las curvas de su avatar con botas altas que al caminar hacían un sonido imponente, un látigo que sobresalía de su mano derecha, mirándonos fijamente dijo:
—¡Bienvenidos, chicos!
Y en el chat público ella puso las reglas del juego. A lo cual Adams contestó:
—¡Hola, Hanna! No sabía que tenías una sala...
Hanna se acercó rápidamente hacia Adams y le dijo:
—¿Hanna? No te permito que me tutees... ¡Aquí soy Mistress Hanna! ¡Pedazo de imbécil!
Yo me empecé a reír de la situación, ¡coño menudo carácter tenía la tía!
Se giró hacia donde estaba yo y dijo:
—¡Y tú de que te ríes! ¡Escoria!
—¡Lo siento, Mistress Hanna! —Soltó Adams.
A lo que yo añadí, levantando mis brazos.
—¡Perdón, perdón!
Ella se volvió hacia Adams y agregó:
—¡Arrodíllate, sumiso! Es la única manera de perdonarte.
Mis ojos se quedaron en forma de platos al ver, el avatar de Adams bajando lentamente a los pies de ella y colocando sus manos hacia atrás con la cabeza agachada.
El juego había empezado, al poner el pie en esta sala.
Ella se giró hacia mí, alzando una de sus cejas y con una de sus manos señalándome el suelo para que yo también lo hiciera.
Entonces le envié un privado a Adams...
—Oye, tío, me voy a andar por ahí. A mí no me va este rollo.
A lo que él contestó...
—¡Tú te lo pierdes!
Y con las mismas me fui de esa sala...
Jamás imaginé que a Adams le iría el rollo del sado, pero ahora pensándolo bien. Nunca le vi alguna novia en las fiestas ilegales, él solo estaba interesado en la pasta que sacábamos y lo demás le daba igual. No bailaba, no bebía… Todo lo contrario, a su hermana.
Después de una semana explorando la zona oscura, descubrí sitios bastantes curiosos, las playas nudistas, las discotecas para todo tipo de engendros, animales o personas, la zona de los vampiros.
A mi amigo Adams se le ocurrió la idea de hacer un casino para estafar a la gente de dinero. Era una muy buena idea, él ya tenía contactos. Además, que tenía un plan con su hermana e hizo que nos echaran. Usaríamos nuevos avatares que serían para usarlos en ese casino de la estafa.
Esta vez me curré más las facciones de mi avatar, lo hice más intimidante, con más tatuajes y algunos cortes, esas eran mis heridas de guerra de mi corta vida. Arcángel decidí llamarlo, además era una manera de ligar con las chicas que a la mayoría no sé por qué, pero les gustaban las pintas de malote.
A mi amigo Adams le hice un avatar de vampiro, vestido de negro con imponentes dientes que cuando se reía los mostraba. Salvatore se puso él, porque no se acordaba del nombre del famoso actor.
Todavía recuerdo lo que le dije:
—Con este avatar tu Mistress se pondrá a tus pies —le solté, ya que había evitado hablar de su bochornosa escena.
—Hanna jamás se pondrá a mis pies, ella es la dominante siempre — respondió.
—Ignoraba de que te iba ese rollo —comenté.
Se empezó a reír...
—Es que no lo sabía ni yo, solo lo hice porque tenía ganas de conocerla.
—¿Y? ¿Te gusta? —Pregunté.
—Hanna es increíble, amigo mío, no es una niñata de nuestra edad. Es una mujer que sabe lo que quiere, además es muy inteligente. ¡Una gran informática!
—Wow, sí que la admiras. ¿Y cuántos años tiene? ―Tuve curiosidad de saber, por audio parecía algo mayor.
—No me dijo su edad exacta, pero entre treinta y treinta y cinco —me soltó.
—¡Tío, te van las mayores!
—¿Y? Prefiero mil veces una mujer así que una niñata tonta como mi hermana. Que va a intentar seducir a un Cop... Si ese Cop es inteligente, amigo mío, no caerá... Te lo digo yo.
Y se empezó a reír.
Hablando del Cop, el plan para que Shylagirl tuviera más confianza con Ryuk ya estaba en marcha. Aunque ella realmente estaba interesada en él.
Todo salió como esperábamos, nos echaron y regresamos con nuestros nuevos avatares para trabajar en el casino. Teníamos mucha clientela en el día. Empecé a ganar muy bien, sin salir de casa, de esa manera cuidaba a mi padre y hacía de su enfermero.
Pasaron varios meses hasta que empezaron los problemas al hacerse la actualización del juego, la zona oscura iba a tener castigos por parte de nuevos Cops según me explicó Adams, eran las nuevas normas impuestas y otra cosa que pasó fue que tanto Depp como Salvatore se habían quedado atrapados en el submundo porque sus avatares habían nacido en ese lugar, por lo tanto, no podían entrar al servidor de los hermanos Brosedale.
Hicieron un portal para teletransportar del submundo a la zona oscura, pero solo yo podía entrar, ya que mi avatar fue creado en Avis. Depp había dado acceso a que entrara a su servidor. Ese servidor había sido creado por él, ¿con qué fin? Ni idea, Adams no me explicaba sobre los planes que tenían juntos.
Entonces me reuní con Adams y Depp, ellos tenían una misión para mí, tenía que ir al famoso centro comercial de Londres a dar unos archivos a una chica. Me explicaron que era la novia de Ryuk, Shylagirl había fallado en su intento de ligarse al Cop.
La verdad, no sabía que eran esos archivos, pero conociendo a mi amigo nada bueno sería. Solo me limité a hacer lo que me dijeron y no fue difícil.
Graver Van era una chica simpática y muy confiada, curiosamente coincidí con otro enemigo de Ryuk, lo cual me pareció buena idea de tener otro aliado.
Depp me dio un pago extra por hacer que Tokker llegara a nosotros. Lo fuerte de todo era que este hombre oscuro de pelos largos era nada más y nada menos que el novio de nuestra querida profesora Hanna. Al parecer, juntos llevaban su negocio de Sado.
Mi trabajo en Avis como estafador y perro de encargos se hizo frecuente porque ellos dos no podían moverse a sus anchas por el juego.
Conocí a Bratzdul de casualidad en una de mis misiones, congeniamos enseguida. La llevé a una playa nudista y ahí hablamos de nuestras vidas reales.
Ella fue la que empezó a explicarme de su vida real, que era estudiante de enfermería lo cual me quedé sorprendido y le dije:
—¿A quién se le ocurre estudiar enfermería en plena pandemia?
Ella respondió.
—Me encanta ayudar a la gente, es por vocación realmente...
«Tenía que tener un corazón muy bondadoso.» Pensé.
—Definitivamente, te tiene que gustar lo que haces —comenté.
Me di cuenta de que tenía un acento diferente y le dije:
—Tú no eres británica ¿verdad?
Ella se carcajeó y respondió...
—No, soy de Argentina, vivo aquí desde los diez años, supongo que mi acento es notorio.
—Ya sabes que Londres es muy cosmopolita, hay gente de todo el mundo. Así que no me parece nada raro.
Ella me miró y sonrió...
—Dime ¿qué te gusta hacer en tus ratos libres aparte de estar en Avis? — Pregunté.
Ella se quedó pensando un momento y dijo:
—Me gusta leer...
—Interesante ¿algún libro en especial?
—Es difícil decidir qué libro es mi favorito...
—Yo te digo el mío, Juego de tronos. Me encantan las historias bélicas.
—¿En serio? Pues a mí me gustan los de romance.
—No me digas que eres de las que se enamoran de los protagonistas.
—¿Algún problema?
Me empecé a carcajear...
Le hablé muy poco de mí. Me gustó mucho pasar tiempo con ella y volvimos a quedar más veces.
Sin embargo, todo se volvió a torcer una vez más. Adams me dijo que tenía que volver a cambiar de avatar porque los Cops ya sabían que yo había dado los archivos a la chica. Los archivos eran varios virus y me volví a cabrear con él porque como siempre me usaba a su conveniencia.
Tuve que sacar todo el dinero que tenía pasarlo a real y volver a hacerme otro avi que seguía llamándose Arc4ngel, solo le puse un cuatro en el medio. Y pasar todas mis propiedades a este nuevo avatar, me dejaron tranquilo para que yo pudiera disfrutar del juego.
No sabía por qué, pero tuve la necesidad de contactar con Bratzdul, me lo pensé mucho, pero al final tomé valor y hablé con ella. Cuando lo hice le dije que no le dijera nada a su amiga porque los Cops me perseguían. Ella me preguntó que por qué, le dije que había cometido cosas ilegales, pero no le di detalles. Bratzdul y yo quedábamos cada día a pasárnoslo bien en ese mundo virtual, necesitaba por fin un respiro de toda la mierda que llevaba acumulada.
Después de varias semanas de estar quedando, decidimos hacer una videollamada y fue mejor de lo que me esperaba. Era una chica guapísima tanto por fuera como por dentro. Nos hicimos novios virtuales y decidimos quedar en lo real a tomar algo más que nada para conocernos y quizás poder formalizar fuera de Avis también.
Cuando quedamos a tomar el café, me sentí muy cohibido, había tenido mis ligues en las fiestas, pero claro estaba siempre bebido o colocado.
Aquí estaba sobrio y sin ningún tipo de estimulante químico. Habíamos jugado con nuestros avatares sexualmente, le había dicho todas las guarradas más gordas que se me habían pasado por la cabeza y al tenerla en frente, los nervios me jugaron una mala pasada.
«¿Qué me pasa? ¿Por qué estoy tan nervioso?» Pensaba constantemente.
Sin embargo, pasamos una tarde divertida hablando de cosas triviales.
 
Pasaron varios días...
Me di cuenta de que Bratzdul me había estado evitando en Avis, no me hablaba y después por WhatsApp lo dejaba en visto o me decía que estaba ocupada.
Estaba haciendo el aseo a mi padre y colocándole las sondas que en su momento me explicaron cómo hacerlo.
Él empezó a hacer un ruido raro como si le faltara la respiración, me asusté y le puse varias almohadas en la espalda, pero él seguía de aquella manera.
Cogí el móvil y marqué el número de Bratzdul, Nathaly era su nombre real. Ella era la única que me podía ayudar, menos mal que contestó y le expliqué lo que le pasaba a mi padre.
A la media hora la tenía en casa examinando a mi padre, yo me sentía con impotencia de no poder ayudarlo. Ella le midió la tensión, sacó la sonda que tenía para alimentarlo y le puso otra.
Ella rompió el incómodo silencio...
—¡Creo que fue hipo! A veces da otra impresión por la sonda nasogástrica.
Yo la miré asustado porque realmente pensé lo peor.
—Es la primera vez que le pasa —añadí.
—Chase, ¿tú solo te ocupas de él? ―preguntó. A lo que yo asentí—. Pues lo haces muy bien, veo que está aseado y bien cuidado.
La miré para ver si veía un ápice de lástima en su mirada, eso era lo último que quería que sintieran por mí.
—Aprendí en el hospital porque no podía dejarlo allí. Una enfermera me enseñó.
Ella se levantó y comentó.
—Lo dejamos que descanse...
Abrí la puerta para darle paso.
Nathaly estaba preciosa, la coleta alta le quedaba muy bien, su pelo era negro, liso, tenía unos ojos marrones grandes muy expresivos, su rostro alargado con un tono rosa y sus labios pequeños carnosos. No era muy alta, yo le sacaba dos cabezas por lo menos.
Mientras salíamos le pregunté:
—¿Quieres tomar algo?
—No, gracias. Tengo qué hacer cosas.
Desvío su mirada hacia un punto. Otra vez sentí esos nervios de la primera vez que la vi, pero tuve la necesidad de preguntar...
—Nathaly, ¿he hecho algo mal? Te noto distante.
Ella me miró con seriedad y dijo:
—Chase, lo sé todo... Sé por qué te quieren echar de Avis.
La miré con intensidad y ella me sostuvo todo el tiempo la mirada.
—¿Te lo contó tu amiga?
Afirmó con la cabeza y frunció el ceño... Iba a decir algo y ella me interrumpió.
—No me interesan tus motivos, lo único que te digo es que uno recibe lo que da. Y si he venido es por ese hombre que está ahí postrado en una cama.
Ella me soltó todo eso, cogió su bolso que lo había dejado en la entrada, me miró por última vez y salió.
Sentí que me daban muchas bofetadas con la mano abierta haciéndome sentir la peor persona sobre la faz de la tierra y aunque yo no tenía ninguna justificación de mis actos. Ella estaba allí dándome una gran lección para que reaccionara y de alguna manera tomara conciencia de mis errores.

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Un capítulo bastante largo, pero con mucho contenido. Ahora encaja todo mejor.

¿Qué opinais de Arcángel?

Como siempre las fotos del mundo de AVIS.

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Zona oscura

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