Mi verdad

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GRACE

Escuché el ruido del despertador del móvil que me hizo salir de mi plácido sueño profundo.
«¡No quiero levantarme!»
Me moví como pude y llegué a mi mesita de noche para apagar la maldita alarma.
Me volví echar boca abajo y enredada en la manta, pude recordar toda la conversación que tuve con Anthony, tenía una gran sonrisa marcada en los labios y miles de sensaciones sentí al recordar la escena de los besos con él, fue todo tan irreal, me sentía feliz porque detrás de toda esta tecnología había alguien que se interesaba por mí.
Nos habíamos quedado hasta la cinco de la mañana, estaba tan a gusto con él que perdí la noción del tiempo.
Lo más impactante para mí fue la confesión que me hizo de su minusvalía, su voz al contarme su historia era pausada y se quedó muy callado cuando finalizó.
Al fin y al cabo, Anthony no era tan diferente a mí. Comprendí que su manera de ser en parte tenía que ver con todo lo vivido y en Avis teníamos otra oportunidad.
No me importaba para nada su minusvalía, solo me importaba que estuviera ahí para mí, que pudiéramos tener muchas conversaciones en un futuro como la de ayer, que compartiera sus sentimientos y emociones conmigo.
Esa noche fue muy especial porque nos contamos cosas muy profundas de nuestra realidad, cosas que nos hicieron crecer rápidamente y que quizá, gracias a ello, nos hemos encontrado.
Empecé mover mis piernas rápidamente me sentía eufórica, hacía muchos años que no sonreía de la manera que lo hacía.
Con todos esos pensamientos en mi cabeza, me volví a dormir, despertándome con un dolor en el estómago de hambre.
Abrí los ojos y era tardísimo, mi rutina de ir a comprar la fruta y la carne ese sábado no la haría, necesitaba una buena dosis de sueño.
Preparé mi almuerzo e hice algunas cosas para dejar mi pequeño lugar ordenado.
Cuando terminé de comer, me senté en frente de mi viejo ordenador, poniéndome las gafas virtuales con una sonrisa de oreja a oreja y así poder entrar en mi segunda vida y dejar la de soledad.
Al conectarme, visualicé mis contactos y vi que estaban todos mis amigos conectados, ¡sí! Anthony también.
Iba a decirle algo en privado, pero él me envió un enlace de ubicación, así que fui donde él me llamaba...
Aparecí en la tienda y él estaba terminando las estanterías porque vi que había avanzado bastante... Escuché su preciosa voz que me dijo:
—¡Hola, guapa! ¿Has dormido bien?
Un cúmulo de emociones me estremeció el cuerpo y sin poder evitarlo reí tontamente.
—Demasiado bien porque no he ido a hacer mi rutina de los sábados, tenía mucho sueño...
—Lo siento mucho, déjame recompensarte...
Dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí, dándome un beso en los labios.
«¡Se puede ser más dulce!» Pensé. No sabía ni qué decirle después de esa recompensa...
—Creo que..., me va a gustar ser recompensada cada vez que me quede dormida.
 Reímos juntos y agregó.
—Por mí encantado...
Cambié un poco el tema, ya que me estaba entrando calor por su cálida bienvenida.
—Has avanzado bastante con las estanterías.
—Sí, además tengo una sorpresa ya hecha.
—¡Adoro las sorpresas! ¿Qué es?
Y vi que colocó en medio de la tienda un Avi robot.
—¿¡Ya lo has hecho!? Anthony, ¿has dormido?
—Sí, dormí unas cuatro horas, no soy de dormir tanto...
—¿Qué? ¿Cuatro horas? Yo estaría muerta ahora mismo...
—Yo es que estoy siempre en casa, trabajo desde casa, solo salgo para la rehabilitación.
Caí, entonces en que no tiene una rutina como la mía, pero igual yo necesito al menos mis ocho horas.
—¡Venga! Prueba a ponerle uno de tus tatuajes al robot.
Eso hice, le coloqué un tatuaje en la espalda y era como me lo esperaba quedaba perfecto, de esa manera cualquier avatar que quisiera comprar mis tatuajes podrían ver claramente como quedaría en ellos.
—¡Me encanta! No me creo que tenga un sitio para venderlos. Gracias de verdad, Anthony, por creer en mí.
—Es la recompensa por tu esfuerzo y el mérito es tuyo, a mí no me des las gracias.
Siempre tenía las palabras exactas para hacerme sentir bien.
—Empezaré a rellenar las estanterías con algunos de mis diseños, así avanzaremos más rápido.
—¡Perfecto! Porque creo que la semana que viene es la inauguración del centro comercial.
—¡Ya! Madre mía pues hay que espabilar...
Nos pusimos manos a la obra, me di cuenta de que el apartado de chats parpadeaba constantemente eso significaba que me hablaban, simplemente lo ignoré, ya que quería avanzar con la tienda.
Mi estómago empezó a rugir, volvía a tener hambre eso solo significaba que ya era la hora de cenar y que habíamos perdido la noción del tiempo como ya había pasado otras veces.
—Anthony, ahora regreso voy a picar algo que me muero de hambre...
—Vale, pero creo que deberíamos parar por hoy. Ya que es sábado podemos divertirnos o lo que te apetezca... ¡Hoy decides tú!
—Vale, ahora regreso.
Antes de salir miré los mensajes que parpadeaban en mi pantalla era de Vladik y ¡Bratzdul! Por fin se conectaba…
Vladik decía:
—Hey, Graver, ¿qué tal? Estás perdida, ya no vienes al Arenero.
Unos minutos más tarde puso.
—Eooo, Graverrrrrr... ¿Todo bien? Ya no quieres saber nada de los pobres, me puso una carita llorando...
Así que le contesté.
—Hey, Vladik, perdona, pero estaba muy liada, te tengo que contar mucho. ¿Dónde estáis? Para ir a veros con Ryuk
Y después vi el mensaje de Bratzdul...
—¡Hola, amiga mía! Estás perdida me dicen por aquí, yo ya por fin acabé los exámenes y ahora necesito pasar tiempo por aquí, ya que el mundo real es un asco... ¿Todo bien?
Entonces también le contesté a Bratzdul.
—¡Hola, Brat! Es que han pasado muchas cosas y tengo que explicarte, ahora voy a cenar y cuando vuelva quedamos.
Le diría a Anthony para quedar con ellos porque estábamos muy aislados, obviamente no sabía si podía hablar a mis amigos de la tienda. Antes de meter la pata lo hablaría antes con él.
Fui corriendo a mi mini cocina y devoré lo que había preparado estaba muerta de hambre, había estado tan concentrada haciendo todos los paneles y poniendo los precios que me sentía cansada otra vez.
En veinte minutos ya estaba otra vez sentada en frente de mi ordenador colocándome las gafas...
Al entrar dije:
—¡Hola! Ya estoy...
—¡Qué rápida! Yo estoy comiendo unas galletas...
—¿No cenas?
—Ahora mismo no me apetece.
—Antes me dijiste que yo decidiera el lugar.
—Sí.
—Pues me gustaría ver a nuestros amigos que hace días que no los veo y me bombardean a mensajes, la verdad que no sé qué decirles.
Él se rio...
—Grace, diles la verdad... A mí no me importa y tienes razón pasemos la noche con ellos.
Sonreí porque podía contarles, envié un mensaje para los dos.
—¡Hola, chicos! Podemos ir de fiesta o no sé, lo qué queráis, manden teletransporte.
Me enviaron el enlace y yo le reenvié a Ryuk.
—¡Hey, perdidos!
Escuché la voz de Bratzdul y Vladik dándole la razón.
—Pero ¿vosotros que hacíais juntos? ―Dijo Tobiasnight con un tono de picardía.
—Aunque no lo crean, estábamos trabajando —dije sin más.
—¿¡Trabajando!?
Los tres al mismo tiempo, entonces Ryuk dijo:
—Tenemos una tienda en conjunto y la próxima semana va a ser la inauguración, por eso estábamos adelantando...
—¡Qué callado lo teníais! —dijo Vladik.
—¡Felicidades, amigos míos! —añadió Bratzdul.
—Gracias, chicos, cuando lo tengamos ya listo, os lo enseñaremos.
—Y eso de «tenemos una tienda» ha sonado muy de pareja —agregó Vladik.
Yo me empecé a reír y entonces Ryuk cogió mi mano.
—Pues estamos saliendo, ¡síí!
—¡Te gané, Vladik! Cuando no venías al Arenero sospeché que estarías con Ryuk ya de novietes —dijo Tobiasnight.
Bratzdul toda emocionada comentó:
—¡Por fin!
Nos reímos todos juntos de la situación y después decidimos de ir a bailar. Cuando llegamos a la disco que era con vistas a una playa, nos dieron la bienvenida el resto del grupo conformado por Frank y Shylagirl.
—¡Ryuk! —chilló Shylagirl.
Como siempre tan efusiva, le dio un abrazo a Ryuk y después se le abalanzó a Tobiasnight. Todos nos fuimos a la pista de baile a mover nuestros avis y me llegó un mensaje privado de Bratzdul.
—Graver, esta mañana he conocido a Shylagirl y ¡no la soporto!
La entendía perfectamente era como si quisiera acaparar ella sola a todos los tíos del grupo o esa era la sensación que daba.
—Ya puedo entenderte perfectamente, no te voy a mentir.
—¡Coquetea con Toby en mi cara!
—Y ¿Tobias qué dice de todo esto?
—Él me dice que soy una exagerada y una celosa, pensaba que nos íbamos a ir a otra discoteca, pero seguro ella le ha mandado el enlace de este lugar.
Será cabrón el Tobiasnight, seguro que se la está jugando con ella.
—Oye, Bratzdul, si la cosa no va bien con él, tía hay más peces en el agua y Avis es enorme.
—¿Por qué lo dices?
¡Mierda! No quería meter a Vladik porque me mataría, pero si preferí darle mi propia opinión.
—Él sabe que tú no la tragas y te trae aquí. Casi semana y media que no entrabas a Avis, lo normal es que...
De pronto me interrumpe y dice:
—Lo normal es que quiera estar conmigo a solas en las cabañitas...
—¿Las cabañitas?
Se empieza a reír nerviosamente.
—Es un sitio que se alquila para las parejas, tienen habitaciones con camas, cada cama tiene bolas interactivas para que los Avis tengan... Intimidad.
Me quedé de piedra, obviamente que, seguro que la zona prohibida tendría todas esas cosas, pero pensé que en las públicas ¡no!
—¿En las públicas también hay ese tipo de cosas?
—Bueno no es totalmente público, pueden entrar allí solo mayores de dieciocho porque pasas por un sensor, que detecta tu identificación de juego.
—¡Madre mía!
—Si quieres te paso el link para que vayas con Ryuk...
Y empezó a carcajearse y yo con ella.
—Pero que idiota soy, Ryuk tiene casa en todo caso te llevaría a su cama...
Me volví a reír y el calor se apropiaba de mis mejillas era inevitable, sabía que nadie me veía, pero era terrible no poder autocontrolar esto.
—Bratzdul, ¡qué intensa eres!
Vi que en el chat público nuestro grupo hablaba, menos Bratzdul y yo.
De pronto me llegó otro mensaje esta vez de mi chico virtual.
—¿Estás bien? No hablas mucho.
—Sí, Anthony, perdona que hablaba en privado con Brat, hace más de una semana que no la veía y nos estábamos poniendo un poco al día.
—Le has puesto al día sobre… ¿Nosotros?
Reí por su curiosidad.
—Hmmmm, quizá un poco.
Se carcajeó también.
—Espero que le hables bien de mí.
—Por supuesto, contigo es todo perfecto...
Esa frase salió directamente de mi boca, sin pensarlo.
—Me siento muy halagado, Grace, por cierto ¿tu apellido es?
—Vander, Grace Vander.
—Graver Van... Ohhh jugaste con tu nombre y tu apellido para obtener tu apodo.
—Sí, señor sabelotodo ―Le dije en tono burlón.
—El ochenta por ciento de la gente hace eso.
—Y ¿tú por qué Ryuk?
—Me gustan mucho los animes japoneses y el nombre salió de una serie sobre demonios.
—¿En serio? ¿Te atrae lo asiático?
—Porque negarlo, sí. Son muy metódicos y disciplinados.
Cuando dijo eso me dio un pinchazo en el corazón, porque yo me avergonzaba de mis orígenes asiáticos y él simplemente lo admiraba...
Esa noche la pasamos con los amigos, nos divertimos bailando, cantando y contando algunas anécdotas. Shylagirl seguía en su línea de llamar la atención, poniendo en aprietos la relación de Toby y Bratzdul.
Todo eso me hizo reflexionar, quizá, Anthony veía en mí esa chica manga de sus historias, sabía que tenía que sincerarme algún día con él, aunque en ese momento no me sentía capaz de hacerlo.
Con lo del trabajo no le dio importancia, pero del físico real, quizá se enfade por haberle mentido. Tenía un caos en mi cabeza, solo dejaría pasar unos días y si veía que todo esto nos unía más, tendría que decir mi verdad.

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Como siempre les dejo imágenes de AVIS...

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Robot de tatuajes....

La zona masculina

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La zona femenina.

Cuando entras a la zona prohibida, hay un acceso de identificación

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Cuando entras a la zona prohibida, hay un acceso de identificación...

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