Decisiónes obligadas

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ANTHONY

Avis me dio más de lo que esperaba, un trabajo, amistades y a mi hermosa Grace. Esa luz que faltaba en mi vida, sin embargo, ahora siento que esa luz se va apagando para ser dominada por la oscuridad. Siempre he creído en el equilibrio, lo bueno y lo malo, el yin y el yang. Pero cuando una de ellas predomina más, vuelve nuestro mundo inestable.
Esperaba a Kim impaciente en una de las salas de videoconferencia, él hablaría con los hermanos Brosedale de todo lo que había descubierto.
Nunca en mi vida me he sentido tan nervioso, ni cuando me operaron, ponía mis manos en la cabeza y me di cuenta de que movía una de mis piernas rápidamente como suele hacerlo mi madre cuando está subiéndose por las paredes. Mis piernas cada día se fortalecían más, la ayuda que tenía la usaba cada vez menos y por ese lado no podía estar más contento.
Sin embargo, algo en mi interior me decía que todo este asunto con los hackers y los Brosedale no iba a salir muy bien.
Escuché el ruido de conexión y pude ver en la pantalla a Kim con sus gafas de medida mirando a la pantalla y saludándome.
—Hola, Anthony. Perdona la tardanza, pero he estado reunido unas dos horas con Dan Brosedale.
Como te dije en el mensaje que te puse ayer, después de varios días han contestado, al parecer estaban fuera del país de convenciones, me contestó rápidamente al llegar a Londres y Dan hizo una reunión urgente conmigo.
—¿Y qué? ¿Qué piensa de todo esto?
—Pues, él dice que todo esto en algún momento tendría que ocurrir...
«¿¿¿Qué??? ¿Así de ligero se lo ha tomado?» Pensé.
—¿Cómo que tendría que ocurrir?
—Sí, a ver. Es como cuando se creó Internet, al comienzo todo era muy inofensivo y se empezó a meter las lacras creando virus, haciendo una Deep web, la red profunda donde se hacen todas las ilegalidades como vender armas, drogas, vídeos reales de muertes en directo, terrorismo, blanqueo de dinero, pedofilia. Vamos toda la basura de la sociedad se mueve por la red profunda. Eso lo sabemos todos los informáticos y los que no son, también. Pues lo mismo está pasando en Avis, hay informáticos que quieren usarlo con este fin y él cree que es para meter todas las ilegalidades que se mueven por Internet.
—Entonces ¿cuál es el plan?
—Pues, me ha dicho que hagas lo que te han pedido, así cuando te dé el archivo para que tú construyas el código fuente, te tomes tu tiempo y nos reunirá a todo el grupo porque quiere hablar con todos.
Mis manos se cerraron haciendo un puño porque me jodía mucho trabajar para un chantajista, sentía impotencia, un cúmulo de sentimientos, ya que me tenían cogido por los huevos.
—Joder ¿no hay forma de poder anular esas brechas?
—Anthony, si anulamos las brechas, cumplirán la amenaza que te han hecho ¿eso quieres?
—No, claro que no. Solo que me enerva mucho hacer un trabajo que no quiero.
—Te entiendo, pero no hay opción ahora mismo, cuando se haga la reunión a ver que nos dicen.
Nos despedimos, pero la furia que sentía en mi interior era inevitable. Era viernes, a pesar de que sabía que mi madre estaba en casa. Me escabullí para ir a la habitación de Grace para que con su presencia y su sonrisa me diera esa tranquilidad que necesitaba.
Y fue tal como yo pensaba, tuvimos unos besos acalorados, ese enfado que tenía se fue disipando. Mi cabeza empezó a tener pensamientos más lujuriosos y mi cuerpo reaccionaba de la misma manera.
Esa noche nos quedamos dormidos abrazados, dormí sin ningún pensamiento negativo, el olor de su cabello me embriagó por completo y fui cayendo en un sueño profundo, con una sonrisa en mis labios de tenerla entre mis brazos.
Los siguientes días, decidí no entrar a Avis, quería evitar a esos chantajistas y hacer un poco de tiempo.
Grace me había comentado que Brianna era amiga de una tal Hanna que al parecer es la novia de Tokker.
Mi cabeza empezó a ir a mil por hora, pensando en lo que me había dicho Depp.
—Los otros programadores no sé resistieron tanto.
¿Sería Brianna uno de ellos? No sabía, si hablar con ella sobre este asunto.
Los hermanos Brosedale nos habían mandado un mail para la reunión, pero sería una semana después.
Entonces pensé ¡genial, hasta después de la reunión con los Brosedale no me conectaré a Avis! Haría tiempo para saber qué decisión tomarían los fundadores.
Aproveché para hacer cosas en mi vida real, como rellenar un mail que me había mandado el decano para volver a la Universidad y pasar más tiempo también con mi chica.
Acompañé a Grace a buscar un sitio, ya que empezaría a trabajar en el restaurante, le había costado mucho hablar con mi madre sobre eso, pero al final lo tuvo que hacer.
Los apartamentos en Paddintong eran bastantes caros, así que miramos en los alrededores, encontramos un sitio bastante acogedor. Era un mini apartamento sencillo, pero con todas las comodidades. Grace estaba con un brillo en sus ojos y una sonrisa que adoraba porque estaba logrando lo que siempre quiso. No podía estar más contento por ella, además que ese lugar sería nuestro pequeño refugio.
Llegamos a casa agotados porque habíamos ido a varios sitios.
—Tengo que preparar la cena, que hoy no es mi día libre y no he hecho absolutamente nada.
La cogí de la cintura y le di varios besos cortos en los labios...
—Hay tiempo son solo las dos de la tarde, además puedo ser tu ayudante —le susurré despreocupado.
Mi madre solía llegar normalmente para la cena y en este momento solo deseaba aprovechar estar a solas con ella.
—¿Serás mi ayudante de cocina?
—Seré lo que tú quieras ―le solté.
Volví a besarla con más intensidad, llevándola al sofá para continuar nuestros besos ardientes.
No podía contener mis instintos y me atreví a besar su cuello, además mis manos querían acariciar su cuerpo.
Todo lo que le había dicho y hecho con el avatar, ahora estaba pensándolo y quería hacerlo realidad.
Empecé a escuchar sus gemidos que me estaban volviendo loco, era una dulce melodía para mis oídos y me causaba mucha más excitación, sentía que ardía.
¡Joder! ¡Era extremadamente excitante!
Ella me dio permiso para que mis manos exploraran su cuerpo y mis labios recorrieran su suave piel, su boca, su cuello y sus pechos, no sé en qué momento, mi mano escurridiza se metió dentro de sus pantalones, solo deseaba darle todo el placer que nunca le habían dado en su vida, sabía que lo estaba logrando por sus gemidos, sus movimientos pélvicos que hacían que me pusiera más cachondo.
No era un experto en todo lo referente al sexo, solo me dejaba llevar por mi instinto y los deseos carnales. Lo mejor de todo es que juntos podemos experimentar, aprender lo que nos gustaba y lo que no. Algo sabía, de nuestros encuentros virtuales.
Volví a besar sus labios, hasta que mi Grace se retorció de placer.
En un pequeño susurro agitado pude escuchar que dijo:
—¡Te quiero! ¡Te quiero!
Oí esas hermosas palabras que me hicieron sonreír, ¡me quería! Era como un sueño, encontré la persona que mucha gente anda buscando toda la vida... Y yo la encontré en un juego virtual sin buscarla.
Le respondí en un susurró también rozando mi nariz en su oreja...
— Yo también te quiero, Grace.
Nos miramos fijamente y sentí esa conexión que, con solo mirarnos, expresábamos nuestros sentimientos, no nos hizo falta hablar para saber que realmente nos amábamos.
Perdidos en nuestros ojos, escuchamos el garaje y un coche entrar. Nos levantamos rápido, ya que sabíamos que era mi madre.
Grace me dio un beso rápido y se fue a la cocina, yo estaba con una evidente erección y humedad en los pantalones que tuve que irme a duchar.
Era muy raro que mi madre hubiese llegado tan temprano. Aunque olvidé eso al entrar a la ducha, no podía quitarme de la cabeza a Grace por todo lo vivido esta tarde.
Salí de la ducha más tranquilo, fui a buscar ropa que ponerme. Encontré a mi madre sentada en mi escritorio e hizo que diera un salto hacia atrás, me había pegado un susto de muerte.
Ella me mostró una sonrisa cálida y dijo:
—¡Perdona! —Y se carcajeó, no sé qué cara puse yo al verla.
—¡Madre! Podías avisar de que estabas aquí.
—Es que estaba contestando un WhatsApp de uno de mis compañeros de trabajo y me distraje.
Le di un beso en la mejilla y le dije:
—¡Qué temprano has venido hoy!
—Sí, es que no sabes, hemos tenido un ataque informático. Las redes han caído y nuestro jefe ha tenido que llamar urgentemente a una empresa de seguridad externa y a la policía porque no se puede acceder a nada. Creemos que van a pedir un rescate, no sabemos. Los jefes están muy asustados porque la empresa se puede ir a la quiebra y quedarse más de cien personas sin trabajo incluida yo. Y las chicas de atención al cliente están haciendo las entradas de los huéspedes con papel y bolígrafo. ¡Imagínate!
Me quedé en shock porque ¿y si Depp estaba detrás de esos ataques? Mi ceño se frunció y mi cara cambió de golpe a un estado de preocupación.
—Pues espero que tu jefe encuentre la solución pronto...
—¡Sí! Voy a llamar al banco para informar lo que ha pasado, todo por precaución.
Asentí con la cabeza, cogí ropa de mi armario, me cambié velozmente y salí corriendo a la habitación de juegos.
Me conecté a Avis y tenía varios mensajes privados.
Mensajes de Shylagirl, había uno de hacía cinco días.
—Espero tener una respuesta pronto... Y una letra S en mayúscula, como si fuera una firma.
Otro de hace dos días.
—¿No te conectas? Tranquilo que te conectarás.
Y hoy tenía uno por la mañana...
—¡Te voy a tener que dar un empujoncito!
¡Mierda, mierda! Respondí al mensaje inmediatamente.
—He tenido problemas personales, ya estoy aquí.
Tenía la ubicación grabada de la habitación con el espejo y me aparecí allí con intención de verlo.
Esperé ansioso, por si alguno me contestaba. Y pasó lo que pensaba, el espejo se encendió y apareció Depp.
—¡Hola, chaval! Veo que después del empujoncito has entrado bien rápido. No hay nada como incentivar a los jóvenes para que empiecen a hacer un buen trabajo: el trabajo, la familia, la mamá... Cuando se toca la fibra sensible enseguida os ponéis a trabajar.
Su mensaje como siempre lleno de ironía. «¡Lo sabía! Maldita sea.» Pensé para mis adentros.
—Estoy aquí y es lo que importa, pásame ese archivo y lo programaré...
—¡Que te quede bien claro! Yo cumplo, si tú cumples. Soy un tío de palabra. Pero si me la juegas, no tendré piedad.
—¡Pásame el maldito archivo!
—Tu amiga Shyla te lo pasará, por cierto, cómo son las cosas. El mundo es un pañuelo al reencontrarlos en el juego.
No entendí eso último que dijo ¿al reencontrarnos?
—¿Qué quieres decir?
—Cuando tenga el archivo listo, te diré unos cuantos secretos, así sellaremos nuestra alianza.
—¿Alianza? ¡Si me estás amenazando!
Su avatar sonrió, levantó sus hombros y la pantalla se apagó.
Apareció Shylagirl en la habitación, entregándome un archivo.
Ninguno de los dos hablamos, al tener eso me fui a mi casa para abrirlo y salir de Avis para poder empezar a trabajar en la programación del código fuente que me pedían.


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¡Hola a todos! Creo que todos lo pasamos mal con el pobre Anthony.

os dejo un fichero gif de nuestro protagonistas

os dejo un fichero gif de nuestro protagonistas

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