Belleza exterior

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Grace

Me sentía contenta por haber hecho las paces con Anthony, sabía en todo momento que él intentaba ser amable y cordial conmigo por esa amistad que en un principio nos unió.
También tenía que ser realista y mi yo interior me lo hacía saber constantemente... «Aterriza, él se enamoró locamente de esa foto que enviaste, tú no estás a la altura.»
Sin embargo, cuando él me sonreía o me explicaba alguna cosa de Avis, lo escuchaba, pero mis ojos no podían dejar de mirar su bonito rostro, parecía un muñeco que ponen en las tartas de los recién casados.
Hecho perfectamente, sus ojos marrones que cuando le daban un poco el sol que entraba desde la ventana se tornaban más claros, su nariz recta con un tamaño perfecto para su rostro, sus labios bien formados, su cabello castaño, corto de la parte de atrás y un poco largo de arriba, que cuando estaba despeinado le caían mechones en la frente. Su piel blanca que cuando se ponía las gafas virtuales resaltaba con el contraste negro de ellas. Lo que más me gustaba era verlo con sus gafas de medida, le daba ese toque interesante de chico inteligente, serio y brutalmente sexy.
La última vez que había quedado con él fue para ponerme en contacto con Arcángel. Juntos le enviamos varios mensajes privados en Avis.
Sin embargo, pasaron los días y Arcángel no había aparecido. Anthony intentó buscarlo, pero su nombre no aparecía en el buscador. Por consejo de Kim primero debíamos hablar con ellos, realmente estaban muy curiosos de saber cuál era el objetivo de todo esto.
En mis contactos podía ver su perfil y le dejé mensajes, pero nunca me contestó. Entonces, Anthony pensó que quizás, ellos se encargarían de contactar con nosotros de alguna manera, quizá por mi correo como lo hicieron en un principio.
Otra cosa que me pidió Anthony fue volver a la tienda, con la cual estuve por las noches liada subiendo nuevos diseños.
 
Pasaron varias semanas…
Amber pasó con mucha prisa por la cocina y salió corriendo al patio interior a hablar por teléfono.
Estaba cortando las verduras y escuché que Amber abrió la puerta corredera de cristal del patio interior hacia la cocina.
—Grace, he hablado con el doctor de Anthony para empezar la rehabilitación mañana mismo. ¡Ha podido mover los dedos de los pies esta mañana! ¡No sabes lo feliz que nos hemos puesto! Mi niño se me emocionó y todo...
Amber no pudo evitar derramar una lágrima, contándome la escena tan bonita que tuvo con su hijo, al verla tan emocionada mis ojos también se cristalizaron, pero a la vez tenía una alegría inmensa por él, era lo que él tanto deseaba. Ella se acercó a mí y me regaló una sonrisa que, curiosamente, Anthony la había heredado de ella.
—Mañana iremos al hospital y tú también porque quiero enseñarte el sitio por si algún día no puedo ir con él que tú le acompañes. ¿Vale? Te pagaré un extra por eso...
—No te preocupes, yo lo haría encantada.
Y más por él... Obviamente que eso no se lo dije...
—No, tu trabajo es aquí en la cocina básicamente y tú haces más cosas de las que deberías de hacer.
Ella siempre tan convincente, con las mismas salió de la cocina, supuse que a hablar con Anthony.
Aprovechando que Amber se había ido a hacer algunas compras, fui a la habitación de Anthony, quería darle la enhorabuena, toqué la puerta.
—Entra —dijo.
—¡Hola! Venía a darte la enhorabuena, tu madre me lo ha contado...
Entonces él me sonrió, sus ojos brillaban, me perdí en ellos, lo que me dejó muda y él rompió el silencio.
—¡Sí! Soñaba que estaba nadando, fue muy raro y cuando abrí los ojos podía mover los dedos... ―Señaló hacia su pie y era cierto... Yo le sonreí también no podía estar más contenta por él—. De momento solo puedo el izquierdo, mañana iré con el médico a hacerme un TAC y a rehabilitación, no sabes las ganas que tengo ya de poder empezar los ejercicios.
 
—Tu madre quiere que vaya por si algún día tengo que ir contigo...
—Ya, es que su jefe la ha estado llamando y quizá un día de estos tenga ir a la oficina. ―Asentí con la cabeza y me quedé callada por unos segundos, me ponía muy nerviosa… y él volvió a romper el silencio―. He visto que has colocado nuevos diseños de tatuajes en la tienda...
—Síí, tenía ganas de hacer algo diferente y espero que le guste a la gente. Más tarde subiré otros diseños en los que he estado trabajando.
—Los vi anoche y definitivamente son muchísimo más realistas de todos los que has hecho. Tienes mucho talento.
—Sí, se lo mostré a mi amiga Debby y le encantó. Obviamente se lo regalé, ya que ella no tiene dinero en Avis.
—¿Tu amiga Debby está en Avis?
Uno de mis últimos tatuajes se lo había regalado a ella porque quería que lo luciera, pero entonces cuando le conté eso Anthony. Decidí contarle lo de la foto que era algo que nunca le expliqué y, ya que nos habíamos dado una segunda oportunidad, tenía y debía de ser sincera.
—Sí... ―Callé por un segundo y metí la mano en mi bolsillo a sacar mi móvil, busqué la foto que nos habíamos tomado en esa cafetería de Lasgow y le dije—: Hay algo que tienes que saber —solté sin más... Él me dedicó una mirada de confusión. Acerqué mi móvil hacia él y le enseñé la foto, donde aparecíamos las dos—. Ella es Debby, la chica de la cual te enamoraste...
Mis palabras salieron solas, era realmente lo que pensaba. No tuve contacto visual con él porque me avergonzaba todavía el acto que hice, agaché mi cabeza y jugaba con unos de mis dedos nerviosamente.
Entonces él añadió:
—¿Ella lo sabe?
—¡No! Es mi amiga, pero hay muchas cosas que no le he contado.
Realmente al único que le conté mis secretos más profundos fue a él.
—Grace, yo...
Creo que iba a decir algo más, pero escuchamos el garaje, seguro que era Amber. Entonces solo me guardé el móvil y salí de su habitación.
Por la noche entraba a Avis como cada día esperando ver alguna noticia de Arcángel, inclusive le pregunté a Bratzdul, si lo había visto y me dijo que no.
Me fui a la tienda a terminar algunas cosas y vi que Debby estaba conectada y le envié teletransporte para que viera todos los tatuajes que tenía hechos.
—¡Qué pasada, Grace! Madre mía se nota que tienes muchísima más experiencia en el juego.
—Aprendí mucho en los tutoriales y, después, mi amigo y socio de esta tienda me enseñó mucho.
—¿El dueño? ¿Quién es? No me digas que Vladik...
—No, no, él trabaja también aquí, pero el dueño es Ryuk, si viene te lo presentaré...
A Debby nunca le hablé de Anthony, pero él sí sabía muchas cosas que me habían pasado en Lasgow y le había hablado mucho de ella.
Estuvimos hablando de más cosas y como si lo hubiera llamado con la mente, él apareció. Nos saludamos mutuamente y entonces los presenté, sentí un pinchazo en el pecho que hizo que me doliera al hacer esa presentación.
Entonces Ryuk le preguntó a Debby.
—Y ¿qué te parece Avis?
—Me encanta, tengo conocidos del trabajo que están muy enganchados, he sido la última persona en entrar del grupo, y si no fuera por Grace estaría todavía calva.
Empezamos a reír...
—Ella también empezó de cero y se lo ha currado mucho con el tema de los tatuajes y mírala, ahora es popular, ya que se venden mucho.
—Sííí, justo eso le decía. ¡Chicos! Voy a traer un amigo que está que me da la lata, Grace es el amigo del trabajo que te hablé...
Recordé que me dijo que por un amigo había entrado a Avis.
Apareció un avatar muy atractivo con cabello castaño a media melena, sus ojos eran azules, tenía pintas de surfista.
—¡Hola a todos! —dijo AaroonM
Debby hizo las presentaciones esta vez, pero él sin cortarse, me empezó a poner en aprietos.
—Graver, ¿eres de Japón? O ¿coreana?
Yo no sabía qué decir me había quedado en blanco, estaba harta de repetir siempre lo mismo y entonces Debby soltó:
—Ella es inglesa, de madre inglesa y padre chino —dijo ella tranquilamente.
—Sí —afirmé a la vez que asentía con la cabeza.
—O sea eres fruto de una hermosa mezcla —añadió él de manera divertida...
Reí nerviosamente y agregué.
—Sí, aunque a mi madre no me parezco en nada...
—¿Y tienes novio virtual en Avis?
Este chico no perdía el tiempo. Al saber que Anthony estaba presente. No sé por qué me sentía como si le estuviera siendo infiel.
—No, ni lo busco —dije rápidamente.
Debby empezó a reír y dijo:
—Aaroon, para conquistar a mi amiga te lo vas a tener que currar porque ella no es de esas a la que tú estás acostumbrado...
—¡¿Y tú qué sabes a lo que yo estoy acostumbrado?!
—Te escuché el otro día lo que hablabas con Jasper.
—¡Así hablamos los tíos!
Me empecé a poner nerviosa por culpa de este tío y escuché Anthony que dijo:
—Además, no creo que Graver haya olvidado tan rápido a su ex...
«¡¿Qué?! ¿A qué ha venido eso?»
—¿¿Qué?? Eso no lo sabía, ¿tenías novio virtual? —chilló Debby...
—Lo tuve, pero se acabó —dije nerviosa.
Entonces AaroonM se acercó a mí, hizo una reverencia y preguntó:
—¿Quieres ser mi Yoko Ono y yo, tu John Lennon?
La verdad que escuchar eso hizo que me riera a carcajadas, aunque en realidad estaba temblando de los nervios. Y junto a mí, Debby que se meaba por el audio...
—AaroonM, no se puede ser más cursi —añadió Debby.
—He conseguido que se ría y eso ya es un punto a mi favor.
—Es que podrías ser más original tío —murmuró Debby.
—¿Os gustaría ir de fiesta?
—Yo podré quedarme treinta minutos más que tengo que levantarme temprano —comenté.
Ryuk dijo que sí podía y Debby lo mismo.
—Os envío el enlace —dijo AaroonM y me agregó como amiga.
—Podéis, ¿verdad? —volvió a reafirmar Debby.
—¡Sí! —dijimos al unísono Anthony y yo.
Nos envió el enlace y fuimos todos allí.
Llegamos a una playa y tenía una zona de bailes a lo que AaroonM no perdió el tiempo en invitarme a bailar.
Y de reojo vi que Ryuk bailaba con Queendebby, esa punzada volvió otra vez a mi pecho. Mi lado de bondad decía que era lo correcto si a Anthony le gustaba ella. Debby no lo conocía, pero que no sería difícil no enamorarse de él.
AaroonM empezó a hablarme en privado a lo que supuse que Debby y Anthony también lo hacían, ya que no hablaban en el chat público. Él me empezó a preguntar lo típico, la edad, el nombre y dónde vivía. Me comentó que Debby le había dicho que tenía una amiga aquí de Lasgow.
—¿Te importa si bailamos una balada?
—Vale, bailemos —dije sin más...
Él pegó nuestros avatares y me tenía cogida de la cintura mientras yo tocaba su hombro y con la otra mano me guiaba en la romántica balada.
—Realmente tienes un Avi espectacular... Eres guapísima.
—Gracias.
«¡Qué rápido va!» Pensé. Aunque allí era lo normal, al menos Bratzdul me decía eso. No sabía cómo cambiar de tema.
—¿Y si bebemos algo? En el bar, hay cócteles virtuales con animaciones muy graciosas —añadí.
—Vale, vamos.
Y fuimos hacia el bar y ahí había copas con Martinis, margaritas de todo un poco. Cada vez que bebíamos un vaso. El avi hacia una animación de borracho, empezaba a caminar y se caía al suelo, él se puso a gatear por la arena, lo cual era muy gracioso. Y nos reíamos de la situación en sí.
Giré hacia la pista de baile y ellos bailaban muy pegados la balada que había puesto AaroonM.
Ese avatar que le di, le quedaba perfecto a Debby, al verlos así entendí por qué nos decían nuestros amigos que hacíamos bonita pareja. Ella le había dado su propio toque personal y el pelo más como el de ella. Es que se veían perfectos los dos y en la realidad también lo eran. Tenía ganas de beberme todos esos cócteles y bebidas. Pero a lo único que atiné fue a ponerle una excusa a AaroonM e irme.
Al salir de Avis, me eché en la cama y las lágrimas se hicieron presente.
«¡Ya está! Tú misma los has unido, no sé por qué te arrepientes.» Me dijo mi yo interior.
Al día siguiente fui con Amber y Anthony al hospital. Me grabé la ruta en mi GPS, más que nada por si tenía que regresar otro día sola con él. Había una sala donde Anthony tenía que poner sus extremidades en unas piernas robóticas, eso conectados a cables que le daban calor y de esa manera ejercitaría sus piernas.
Aproveché para enviarle un mensaje a Debby.
«Hola, ¿todo bien? Anoche me fui pronto que tenía que madrugar. Espero que tu amigo no se lo haya tomado mal.»
En realidad, me moría por saber qué opinaba Debby de Anthony, no tardó mucho en responder.
«¡Hola, Grace! Aaroon acabó gateando en la arena con otros amigos que llamó y yo me quedé hablando con Anthony hasta las dos de la mañana.»
El dolor que tuve esta vez en el pecho fue más intenso todavía, hasta me costó tomar una bocanada de aire, le había llamado por su nombre real...
«Me alegro.» Escribí con el corazón dolorido.
«Oye y tú me tienes que contar más de ese novio, a ver si un día de estos que tengas libre nos vemos y nos tomamos algo por el centro de Londres.»
«Cuando te vayas a hacer las pruebas de la enfermedad, así vamos seguras.» Respondí.
Dejé de escribirle, cuando vi que lo sacaban de esa máquina. El pobre salió hecho polvo, él no se quejó, pero en su rostro se le notaba, llegamos a casa en silencio, solo Amber le dijo que se tomara las pastillas, al desengancharse su silla del coche, hizo un gesto de dolor.
Él entró a la casa y se fue directo a su habitación sin decir nada.
Amber me dijo que saldría a la oficina de su jefe, pero que no tardaría, a lo que aproveché para ir a verlo.
Di varios toques, no respondió...
Entré y no estaba en la habitación de juegos, así que me fui a la otra e hice lo mismo, no recibí respuesta, pero abrí y lo encontré en el suelo pegado a su cama. Corrí ayudarlo y él me miró sorprendido.
—¿Cómo es que te has movido solo? Has debido de decírmelo.
—Pensaba que podía, en la rehabilitación me han dado una paliza y me duele mucho la espalda.
Hice que se apoyara en mi cuello, él era delgado, pero muy alto... Me rodeó con sus brazos, quedándome muy pegada a él, yo me impulsaría hacia arriba con mis piernas.
—Te lastimarás si no sale bien —me dijo él mirándome muy cerca.
Podía notar su aliento mentolado y sus ojos clavados en mi rostro.
—Saldrá bien, contaré hasta tres y me impulsaré.
—Yo te ayudaré con la pierna que puedo mover —agrego él.
— Tres, dos, uno… ―Y él con la pierna que ya tenía movilidad se impulsó también y logramos que quedará en su cama, perdí el equilibrio por la fuerza empleada y quedamos muy pegados. Él echado en su cama y yo encima de él a escasos centímetros de su rostro. Sentí el olor de su perfume tan cerca, el calor de sus brazos que me rodeaba.
—¿Estás bien? — preguntó.
—Sí, solo que he perdido el equilibrio.
Iba a levantarme, pero él no me dejó, me tenía envuelta con sus brazos. Entonces dijo algo que me dejó en shock...
—Siempre te dije que me gustaba la chica que lleva a Graver Van. Y eso fue mucho antes de que me enviarás la foto.

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