⊰CAPÍTULO 26⊱

773 96 7
                                    

¿Por qué siento que con este capítulo me van a odiar?










Sev me obligó a volver a casa cuando los primeros signos de luz solar se hicieron presentes. Ni siquiera le importó cuando comenzó la lluvia, dejó que nos mojáramos hasta los calzones, pero cuando la mañana llegó, me transportó a la habitación en la casa de mi abuela.

Agradecí que volvieran a cancelar la escuela por asuntos de seguridad, tanto para los profesores como para los estudiantes. Ese día dormí hasta que se hicieron las tres de la tarde y la tía Sofie me despertó con sus clases de zumba de CD.

La abuela preparaba pasta con atún y salsa rosada, con una canción diferente a la que sonaba por el televisor. Ambas me saludaron como si nada, como si ahora no fuese una persona completamente diferente a la que había sido ayer. Me sentí extraña, aún cargaba el mal trago de las palabras de Sev, aún ardía el odio en mi corazón. Pero a las cinco, cuando PJ llegó visitarnos, todo dio un giro.

Casi salté en sus brazos de la emoción. Recordaba perfectamente lo que había pensando horas atrás, el de no volver a verlo, el que jamás acepté que nada ocurría entre nosotros. Llené su rostro de besos y luego lo arrastré a la cocina, donde la abuela se sorprendió de verlo, y él solo sonrió confundido por mi efusividad.

—Abuela iré con mi novio a mi cuarto, dejaré la puerta abierta, no te preocupes. —Mi abuela elevó sus cejas bastante sorprendida, mirando entre él y yo como si hubiésemos hecho algo la noche anterior de lo que ella no se había enterado. PJ estaba igual de confundido, incluso más sorprendido que mi abuela.

Les regalé a ambos una amplia sonrisa, antes de desaparecer por el pasillo a mi nueva habitación, tirando de PJ para que mi siguiera. Muy por el contrario de lo que le había dicho a la abuela, lo primero que hice fue cerrar la puerta con el mismísimo cuerpo de PJ al estamparlo contra esta. Parpadeó confundido varios segundos, y sin dejarlo procesarlo, ataqué su boca con ferocidad.

Estaba fuera de control, como si la noche me hubiese cambiado en un giro completo de 360°. Pasé mis manos por su pecho, metiéndolas debajo de su camisa y haciéndolo saltar.

—Amelee, tus manos están congeladas. —jadeó con la respiración entrecortada. Sus labios estaban hinchados, suponía que los míos se encontraban igual. Los repasé con la lengua solo para confirmar mi suposición. —¿De qué viene tanto cariño? ¿Qué ocurre?

Sonreí, con las mejillas sonrojadas. A través de sus ojos podía ver el reflejo de los míos, brillando como si estuviesen llenos de millones de estrellas. Estaba feliz, él estaba aquí de nuevo conmigo, sin decepcionarme, sin abandonarme.

—Solo te extrañé. —No mentía, la noche me hizo dar cuenta de lo mucho que le quería, de cuánto iba y estaba sufriendo con la idea de no volverlo a ver nunca más. Me alegraba saber que seguía ahí, que Sev me devolviera a este lugar.

Él sonrió encantado.

Volví a besarlo, un beso tranquilo. La abuela podía aparecer en cualquier momento y lo último que quería era que nos encontrara casi procreando niños.

—Entonces... —volvió a hablar PJ cuando nos separamos, una sonrisa radiante iluminando su rostro. —¿Ahora sí somos pareja?

Sonreí de la misma forma. —Por supuesto, tonto.

━━━ • ✙ • ━━━

La noche estaba llena de neblina, densa, tragando cada casa y rozando el asfalto. PJ se había ido cuando estaba plena tormenta desatada, lo cual agradecía ya que con esta neblina apenas y se podía ver qué había en el suelo frente a mi.

Pacto con el diabloWhere stories live. Discover now