Cristales

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En un juego de luces y sombras que se empezó a hacer mucho más presente con tu irrumpida a mi apartamento y que dejaste la puerta cerrada con tu vestido,
S

e acerca la noche de la cual yo ya estaba preparándome para lo que llegaría desde tu entrada celestial hacia mi habitación
Encerrados en cristales, 4 paredes, una cama y el sonido de como la puerta de mi cuarto se cierra y me tiras a la cama despojandome de tus brazos y viendo como tus bellos y pomposos pétalos pintandos de un color rojo exótico  que se mostraba en la habitación tan excelsos a mi parecer y tan deliciosos para mi boca y estos se empezaron a unir  a mi lengua adheriendose a parte de mi ser mientras quemabas por dentro de mi un infierno de amor y de miles de sensaciones encontradas que con el paso de la noche se hacían más pulsantes y más visibles hacia nuestros corazones. Entregando nuestros seres con el simple tacto de lengua con lengua y frotando entre nosotros las palpitaciones de nuestros corazones acelerados a mil revoluciones que demuestra que ya estamos unidos para la eternidad. No feliz con eso, dejaste mi cuello marcado con el tulipán de tu boca y lo mordias con mucho fervor y coraje como si este fuera tu alimento de vida y te despojaste de tus vestiduras mientras mis ojos se quedaron clamados por aquella perfección que me hizo darme cuenta que no era un sueño y que rompiste el hilo de tensión de esta noche misteriosa y sin tapujos de tener intimidad entre ambos.
Cuerpos sudados, nervios de punta labios secas, manos perdidas pauta, cambio, nos veiamos cuerpo a cuerpo como dos almas que querían destrozar el cristal que los separaba para enmarcar su unión infinita.
Mi lengua estaba en  busca del botón sagrado para seguir jugando a esto que empezó con una irrumpida y queremos que nunca se acabe, entonces mi lengua deja marcas en tu dulce piel ,que va bajando con un poco de calma dejando ese camino lleno del liquido producido por mi boca hasta llegar a las insostenibles, perfectas, maravillosas y astrales montañas de la cuales mi lengua y mis dedos querían tocar y deleitarse. Sin más preámbulos, llego el momento de probar esos dos manjares y comencé con el roce por sus picos con mi lengua y manos por su alrededor y succione con el deseo y la intriga de probar su sabor y quede impresionado que me quede por un largo tiempo consumiendo de su contenido hasta el punto de llenar ambas montañas con el dicho liquido mencionado antes y con un color que le daba más pintura a tu paisaje teniendo como pincel mi lengua y como tinte mi saliva. Lamida, mordida  pero no satisfecha, quieres que siga aunque antes de yo seguir te arrodillas en forma de rezar a alguien y me pides con mucha cautela que deseas con todas la ganas absorber todo lo que se llama mi miembro, sin ninguna pausa vas de arriba a abajo, tu cabeza se mueve paulatinamente y se llena todo este de tu saliva, pasión, ganas, entrega, dicha y gloria que senti al ver como tus ojos lloraban de felicidad y como tu boca la sentía aun más parte de mi hasta que desprendi hacia tu boca y parte de tu cara ese extracto de jugo sabroso que te lo tragaste de uno solo y querías que no parara. Escalando rumbo a los volcanes en erupción Jugándolos, saciándolos, en busca de lo más bello mi lengua ya llego hacia la parte final de aquel laberinto que todavía recuerdo en mi memoria. Se veía tal como lo soñe, no existía diferencia y para confirmar que era este probé sus divinas ostras con mi lengua y si, definitivamente era este fruto tan dichoso y lujurioso que no hubo otra manera que seguir lamiendolo y masticandolo, pero eso no quedo ahí, llegaba la mejor parte que era introducir mi ser dentro del tuyo para así mantener la unión entre ambos y que esta unión seguirá hasta el fin de nuestros tiempos.

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