Escritos

Tus Relieves

Cada obra en la naturaleza me recuerda el relieve de tu cuerpo y a lo intenso de tu sensualidad. Al igual que los ríos descienden de la montaña, tu cabello desciende por tus hombros y cubre parte de tu rostro, ese rostro que con solo verlo me ha dejado atónito ante semejante perfección. Tus ojos son dos manantiales que combinan la mirada cristalina y el deseo de lujuria que recorre tu interior y callan muchos deseos de lo que puede pasar esta noche.

Son tus besos, esos pétalos de color rojizo que me han dejado un sorbo de vino que calma mi sed de pasión de este trovador que da tu lengua cuando choca con la mia, y tus labios son la copa que almacenan cada uno de tus besos candentes y con una ganas de probarlos una y otra vez. Luego desciendo un poco y me encuentro entre dos cerros en el horizonte y con mi lengua bordeo cada uno de sus senderos maravillosos y con un paisaje tan espléndido

Un poco más abajo diviso una llanura y con mi boca lleno de besos cada centímetro de tu abdomen marcado para que mi saliva lo pinte y le de un color diferente. Desciendo aún más y con mis manos puedo sentir la textura de tus piernas erizándose al contacto con mi piel y agarrando mis manos para aferrarme a ella

Tus piernas son comparables con dos hermosos pinos y en medio de esos árboles se encuentra una bella flor que abre sus delicados pétalos esperando la llegada del colibrí a alimentarse con su néctar de pasión. Mi lengua no tiene más nada que pasar por esos petalos en tu zona baja y probando con cada lamida ese néctar que desprenden el fruto de la vida y se escuchan unos sonidos muy leves que vienen de tu boca y cada vez que paso mi lengua por aquel fruto se hacen más fuertes hasta el punto en que no paras de gritar y pides que siga.