Todos los Dias

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Nuestro amor desencadena, en un torrente
de deseos furtivos que se divisa a medias.
En un aquel incandescente, con mucho brillo como se encuentra tu cuerpo voluminoso y bello
que nos quema por dentro con un miedito,
por si la gente abriera el portón del sentir
del infinito, sin mentira, sin vergüenza de poder ver que tu desnudez es la cosa más gloriosa que mis retinas han visto

Por lo bello, por rojo y rico cual savia fresca
de esa que se chupa, como al jugo de las frutas besas mis labios con esa alevosía y ese pasión tan candente y ardiente
Que al mezclar con la sopa salada-caliente
entre tu cuerpo , espasmódicamente hace,
que deguste y sienta, el divino néctar de la diosa que esta plasmada en mi mente
y el estruendo potente de tormenta.

Sí… He probado el divino tinto que manchó
gota a gota la puntita de tus pechos de perla
al darle un tono a choco-miel de pureza de selva. Esos picos tan bellos llamados pezones desprenden un líquido tan satisfactorio que mi boca lo absorbe hasta dejarlos rojos como la manzana y con la marca del mordisco que le di a ambos
La yema de mis dedos en caminata por veredas de tu hermosa naturaleza
de táctil disfrute, escudriña tus urdimbres bejucales por criollísimas laderas, en tiempitos de gozos otoñales y de placeres primaverales

Que al ritmo de tu cadera linda, abstracta,
ondulante y suave, pequeñamente muera.
Y a viva voz declare, que buena, que bella
la damita atrapada en su viaje presuroso
de ave libre que eternamente vuele,
a su deseo fantasioso de felin
Y con su gemir salvaje y suave, dices que persevere y que nunca pare de hacer esto

Y hoy estoy como alpinista pensante
a escalar, ansioso, sudoroso… A tu espera…
Acercándome suavemente con un dulce cordial y mezclarlo con lo salado en ti, a tu manera…
Que despierte en mí, al eterno caminante
escalador de viejas verjas
y al poeta de versos ondulantes.

Y al admirar tus paisajes de montaña
y al arriesgarme a escalar con artimañas
tus paredes de iglesias,
pueda darte con hábil peripecia mi sabia ofrenda y en la locura de intrépidos espasmos venturosamente bajo tus encantos y tu boca desfallece hacia mi miembro del cual lo absorbe con tu boca y parte de tu lengua y subes y bajas tu cabeza mientras se escucha el sonido de la velocidad y intensidad que haces con mucha alevosía el deleitarte con mi miembro y beber ese líquido que este desprende para que tu cuerpo esté lleno de el y estés feliz hasta la eternidad.

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