Pergamino

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Sobrecargada amaneció la naturaleza de tu cuerpo, abatiendo sus usinas de lumen en tu sombra que demuestran la belleza de tu ser.
La fabril maquinaria vegetal rindió su usufructo con el rigor obrero de la mañana y la fuerza centelleó su tren de sabueso relámpago. Y sin ninguna manera el brasier que protege tus montañas me daba la sensación de ver esas bellas esculturas

Así hallé tu olor junto a tu pisada.
Nadaban los amarillos peces del otoño
tus disueltas aguas derramadas.
Ofertando su lago verde de primavera otoñal

Era tu pisada el hueco panal al que bajé mis ojos de frontera y sin parar de ver. Y mi grueso amor oía la delirante abeja
mezclando su energía de vuelo camuflado,
dando sentido al zumbido transitado,
mientras emitía herméticas ondas
rozó el himno de los hijos del amor y el cieno, y solo se que probando tu desnudez esta llena de lujuria y de palpables tentaciones.

En un país de mística combinamos
las pieles de habitado continente con el simple roce.  Allí la vida legó el destino del color a tus ojos. La brisa motivó la hoja del blanco ceibo al sepia de las raíces
donde emergían exóticas tus caderas de atolón ambulante,por el dental esmalte de tus caninos anduvo el ostrón soltando su equipaje de nácar, solo se que cada pliegue en ti hace tu cuerpo un lugar más hermoso.

Una mañana amor, amaneció la ebúrnea gruta en tu boca y el fruto de la vida. El blanco marfil fundió sus gemelos derrotados y por la tarde los carnosos ocales estamparon la pulpa en tus labios.

El ojo azul adosó la espuma marina a tu lengua de dilate y el segundo inició la pirotecnia en nuestras miradas de apogeo. Hueso y carne en dura batalla y destello, provocaron el descenso girante de las ramas alocadas, que convertían en hiedra los brazos del árbol trasnochado.

El beso y el abrazo incitaron un foro nocturno de pieles pasionarias, de alma y tempestades ígneas. Corazón de crisol fraguó los metales aliados del aire
con nuestras manos de fuego y beso.
Beso de lana roja renovada Como un moderno Kama Sutra inédito, donde estampé la tinta original en tu piel pergamino. Desde este momento se que nuestras almas se han unido para así cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día seguir probando cada espacio de nuestros cuerpos hasta que nuestros corazones dejen de latir un mismo sentimiento y nuestras mentes dejen de imaginar las millones de fantasías de diversas dimensiones.

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