Escritos

Saber Disfrutar

Aquella noche fui invitado a un fiesta para no pasar esa noche tan aburrida y ver que podría pasar. Al parecer a la fiesta iban a ir muchas personas y lo que yo no creía es que seria una de las noches más importantes de mi vida. El lugar estaba muy oscuro y música a muy alto volumen y todo el mundo bailando entre sí mientras disfrutaban del misterio de la noche, y yo andaba a un esquina bebiendo algo de alcohol para ponerme en sintonia de la fiesta y pasarla lo mejor posible. Ya después de haber bebido algo mi mirada se quedó enganchada con una chica la cual no podía dejarla de ver ya que sentía que era como un amor a primera vista o quizás andaba loco en ese momento, luego de unos minutos la chica se puso a verme con una intensidad la cual es difícil de describir, me sentía observado pero de una manera que jamás imaginaba haber sentido. Al dirigirme a donde bailaban todos los demás alguien dice mi nombre y no sabia de donde provenía y no preste atención y segui bailando, después de un rato veo como aquella chica que me veía desde hace tiempo estaba detrás de mi y se acercó con una mirada que decía más de mil palabras y me pidió que bailará con ella y como caballero acepté y bailábamos por un buen momento y dentro de mi se encontraba diferente y viendo su cuerpo ya mi mente imaginaba miles de fantasías que podríamos hacer ambos y nos pagábamos más y más hasta un punto en que estábamos frente a frente mientras el ambiente volvía mi noche muy perfecta sin quererla y para poner la ginda del pastel, nos besamos con una alevosía en donde nuestras lenguas se tocaban y creaban una fricción tan intensa que no podía entender como una persona que apenas conocía me hacía ver la vida de otra forma y que su alma y la mía con un simple beso se empezaron a unir poco a poco.  Se que esto no iba a terminar aquí y sus ojos querían lo mismo que yo y todo se tornaba excelente y fuimos hacia una habitación del lugar y la adrenalina en mi sangre era tan fuerte que mi corazón y mis venas por un momento veía como se podrían salir de mi cuerpo. Entramos a la habitación y el sabor de tus labial se quedó en los míos como si me los estuvieran pintando y cada vez íbamos con más intensidad y nuestras manos tocaban nuestros puntos débiles para poner el ambiente más caliente y preparando todo lo que se iba a cocinar en aquella noche. Te ibas quitando lo que me impedía ver tu hermosa desnudez y los dos estuvimos como cuando llegamos a este mundo pasajero y lleno de saliva todo lo que se encuentra en tu ser para ponerle como una capa protectora de mi esencia y que sepas de cada centímetro de tu ser es de mi propiedad. Sin muchos preámbulos, quisimos después de hacer preliminares a través de nuestros actos cumplir todos los deseos que hace unos momentos ya pensábamos. Introduje mi miembro dentro de tu cueva y pude saber disfrutar como lo que sentíamos se hacía realidad mediante tus bellos gritos que alegoricamente salían de tu garganta y era un ciclo que se repetía y repetía hasta que nuestras almas dejaran de conectarse a través de este precioso acto.