La Pasaremos Bien

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Esta noche estamos destinados a pasar la mejor noche de nuestras vidas y estoy muy seguro de que podemos disfrutar estando juntos y descubriendo muchas más cosas. Así que para dar comienzo a todo esto, fuimos calentandonos poco a poco con la mirada sin decir nada y que el silencio fuese la llave a que nuestros deseos se fueran desvelando poco a poco. Te mordias los labios y andabas vestida muy elegante como si vinieras de un banquete o de algún lugar de la realeza y tu perfume se iba concentrando en la habitación mientras en mi mente puedo imaginar las miles de fantasías que podemos cumplir en esta velada noche. Ya no pudimos aguantar las ganas y de tanto rodeos hemos llegado al momento donde nuestras bocas se comenzaron a unir dando tu el primer paso besándome la boca con una delicadeza de una flor y por impulso yo seguí tus pasos y te bese pero fui directo hacia el objetivo de que sintieras mis ganas y deseos y te queden claros mis intenciones hacia tu ser. Mientras nos besabamos más y más, podría sentir como tu labial pintaba mi boca y tu esencia pasaba a través de mi garganta introduciéndose a mi interior con la saliva que desprendías a la hora que nos íbamos besando. No puedo describir lo que sentía contigo y espero que nunca se acabe ya que la estoy pasando bien en estos momentos, tus manos traviesas tocaban mi miembro y lo masajeaban muy lentamente para que este se pusiera firme en esta noche donde habrá un instante que nos podamos unir y hagamos de todo esto una hermosa monotonía. Sin tanto preámbulos, ya me sacie de tu cavidad bucal y quise explorar nuevos sabores y placeres que pudieran haber en tu cuerpo y que cada día deseo qie sean solos míos. Yendo lentamente fui hacia unos dos monumentos los cuales con mis manos los toque por primera vez y tu boca mostraba una expresión de gratitud y gozo sin decir nada, e iba más y más fuerte y se notaba más esas expresiones hasta que sacaste un grito no muy fuerte pero muy hermoso y mi lengua toco el alrededor de la cima de ambos y ya iba bebiendo de todo su contenido pero mi boca fue la que sin permiso y con mucha gloria fui succionando ambos al mismo tiempo llenándolo de mis fluidos salivales y dándole unas pequeñas mordidas que las aceptaste como si querías que te marcará por todo el cuerpo. Tu desnudez era la única luz que necesitaba que brillará en la habitación y la ventana reflejaba la perfección de tu escultura y como mis ojos pudieran ver una obra tan perfecta e inmensa como lo es tu naturaleza.  Me introduje hacia ti a través de mi miembro que ya ibas calentando anteriormente y pude entrar en ti y transportar más de mi ganas y dejar toda mi energía en ti y en esta ocasión si pudiste expresar mucho más por medio de gritos que eras hermosos y retumbaron en la habitación y no quisiera que pararan ya que eso me demostraba que pude llegar al momento en el que el placer era mutuo y que nuestras almas se unieron más y más con el paso de la noche.

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