Mastil y Cuerdas

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Tienes los ojos de porcelana desde que entraste y veía como traías contigo un aura muy hermosa de la cual me da un sensación que me hace sentirme feliz como si hoy fuera el mejor día de mi vida, en la templada noche veo como tus ojos y tu boca dicen un lenguaje que se interpreta de una manera muy diferente pero que al cabo del tiempo quiere lo mismo que yo con mi mente. Entonces luego de un rato de tensión veo como tus bellas perlas cristalizas con un labial tupido de color rojizo muy efusivo y mezclado y con un toque negro del cual al impactar y rozas con mi boca empieza a incentivar un fogaje donde se ve como esa llama que se hace más intensa con el roce carnal de nuestras bocas y la saliva en vez de apagar esa llama se convierte en gasolina para hacerla más grande y que se vaya transportando en nuestros interiores y seguirá así por toda esta noche.  En el ocaso de esta noche, veo que seguimos besándonos con más intensidad y tu labial se corre por mis labios y los mancha con ese tinte característico que cada vez me hará recordar a ti. Luego de todo eso, veo como tu belleza desnuda y hermosa roza con mi cuerpo y siento tu ser dentro de mi como si con un toque ya eres mía y muerdes mis labios con dicha y los llenas de saliva y esa saliva pasa directamente a mi cuello con mucha cautela y veo la saliva corriendo por mi cuello mientras tus diamantes blancos dejan la marca de varios mordisco como muestra de amor y como un tatuaje para toda mi vida. Llego a sentir algo de placer con el recorrer de tus labios por mi cuello pero se que eso no es lo más espléndido de tu ser. Mi lengua ahora hace el recorrido que tu hiciste por mi cuello, pero yo en diferencia bebo el sudor que transpira por este y mi lengua busca pintar la belleza de tu monumento con el roce de mis manos y con la pintura de mi lengua hasta que llego hacia dos abismos grandes y robustos que en sus picos chorreaban un líquido tan divino que mi lengua fue subiendo por ambos en busca de ese elixir divino hasta que llego a el dichoso liquido y mi boca no pudo sostener la tentación que morder esos picos como si fueran comida y absorbo todo su contenido de lo bello que eran estos dos abismos hasta dejarlos llenos de fertilidad y llenos de saliva y con un color muchi más hermoso, sigo bajando y llego hacia el otro manjar del cual se que este es más precioso. Mi lengua sin pausa y sin respiración lame el interior de tu manjar y muerde su parte inferior y superior mientras te exaltas con cada paso del momento y sin más que añadir por medio de mi mástil entro en tu clítoris y escucho otra vez esos cánticos y gritos gregorianos nunca antes vistos hasta que se acabe mi razón de vivir y seguiré cayendo en la tentación de tu cuerpo que es de millones de dimensiones.

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