Epílogo:

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Dos años después

Matteo:

Era el día de mi graduación y en casa además de la compañía de mi hermana, contaba con la vista de Travis y Layla que se habían formalizado como pareja. La ceremonia de graduación fue en el horario de la mañana así que la tarde era una pequeña celebración en casa, cuyo tema principal no era mi título de psicología sino, la entrevista de Travis.

—Nikolay, trae el control del televisor —Anika le pidió a mi sobrino y este la ignoró categóricamente.

—Ya lo busco yo —se puso de pie Layla y encendió la televisión para escuchar poder ver a Travis.

Todos nos quedamos en silencio, esperando que el comercial pasara para que comenzase la dichosa entrevista. Cuando la cara del hermano de Jane salió en la pantalla, todos comenzaron a gritar, como si hubiesen ganado la lotería.

—Callaos, que quiero oír —ordené.

Entrevista:

—Buenas, señor Travis Anderson —le saludó la chica encargada de las preguntas—. Según tenemos conocimiento eres el dueño de una de las principales compañías dedicadas a salvaguardar mujeres víctima de la trata y luego darles un hogar y empleo.

—Exactamente.

— ¿Qué se siente llevar a cabo dicha responsabilidad?

—La verdad es que es muy gratificante ver cómo la vida de las personas puede cambiar siempre y cuando le des la oportunidad de hacerlo. Porque muchas de esas chicas solo necesitaban una mano en la que apoyarse, para salir a flote, pero nadie estaba dispuesto a dársela.

— ¿Cuál es el tratamiento que reciben ellas una vez llegan a sus manos? —continuó la periodista.

—Primeramente, son ubicadas en un apartamento relativamente cómo y posteriormente son atendidas con especialistas, dentro de ellos mi esposa Layla Whimper y Matteo Kuznetsov quien asumió la responsabilidad como su proyecto final de tesis y, ahora ingresa a nuestra compañía como psicólogo graduado.

— ¿Por qué el nombre de "Cuervo"?

—Un cuervo fue el animal que según mi hermana le recordaba lo difícil que eran las cosas, porque esa fue su única compañía durante las 27 horas que estuvo esperando porque la sacasen del carro en el que murieron mis padres. Solo que en este caso ella quería hacer algo bueno, que la palabra cuervo no fuera solo un motivo de tortura, sino un himno de salvación.

—Muchas gracias, señor Anderson, por sus minutos y esperamos que puedan seguir haciendo su trabajo ayudando a tantas mujeres que lo necesitan.

—Gracias a ustedes por contribuir a nuestro crecimiento.

—Ahora devolvemos la señal a los estudios centrales.

Fin de la entrevista.

La conmoción era general, las lágrimas en los ojos de Travis solo fueron apañadas por las manos de Layla que sobaba su cabeza. En cuanto a mí, bueno el sentido de la sensibilidad se había ido durante estos dos años, inclusive, tuve que asistir a terapia para sobrellevar el luto, aunque nada disminuyó el dolor. La idea de que ella no volviese a cruzarse por mi apartamento gritando esos tontos apodos que odiaba, pero solo porque lo dijese ella llegué a amarlos.

El timbre de la puerta sonó, desviándome de mis pensamientos y al abrir, me encontré con una caja negra, adornada con lazo azul. La introduje a la casa y todos se quedaron a la expectativa de lo que pudiera ser el contenido.

Le saqué la tapa y había una especie de tela suave, la levante y cómo no, era un vestido blanco. Las manos me temblaron de manera tal, que dejé caer la prenda al suelo. El llanto se hizo presente nuevamente en mis ojos y ese peso en el pecho volvió a consumirme. Pero por si no bastara en la caja no solo estaba el vestido, sino, que en el fondo había un violín del mismo color y encima una nota.

Nota:

Hola ruso, una vez dije que asistiría a tu graduación con un vestido blanco, pues ya ves, estoy cumpliendo mi promesa. Ahora ve, y has feliz a todos tocando algo bonito en tu nuevo violín, uno que, aunque no cuenta nuestra historia, contará la tuya. Mientras tanto voy a escucharte..., te amo tonto Yeti del Himalaya.

FIN.

Cuervo // Vínculo // ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora