sempiterno ❜ ❪ ron anderson, carl grimes ❫ ✓

𔘓 07. Gift.

𓂃 愛 SEMPITERNO. . .
chapter seven : gift !!!

- YA LES DIJE QUE NO.- Dije irritada mientras veía a Deanna, llevaban al menos una hora tratando de convencerme de que Theo se quedara con algún adulto de la comunidad, unos ancianos se habían ofrecido a cuidarlo.- Es mío, lo cuidaré y protegeré como si fuera mi hijo.- Salí de la gran casa de la líder enojada, el pequeño entre mis brazos chupaba su dedo hambriento, así que me dirigí a la casa que comparto con Eric y Aaron para darle algo de comer.

Una vez ahí saqué las cosas para hacerle la leche al pequeño, quedé totalmente en blanco, efectivamente una chica de quince años en un apocalipsis que sabía incluso hacer trampas; no tenía idea de como hacer un biberón con leche.

- Mierda.- Susurré agarrando las cosas luego de acomodar al bebé en la manta amarrada a mi pecho.- Esas son malas palabras, espero no las digas cuando seas mayor, solo mami puede decirlas.- Dije sonriéndole al niño, pero pronto empezó a hacer pucheros.

Salí con rapidez de mi casa para dirigirme a donde suponía que vivía Grimes, luego de un minuto estaba ahí, toqué la puerta lentamente.

- ¿Hola?- Una mujer morena, creo que se llamaba Michelle, me abrió la puerta.

- Um, hola, soy Feyla, conozco a Carl.- Dije sin saber que decir.- Hoy me encontré a este bebé y no tengo idea de como hacerle un biberón de leche, sé que Grimes tiene una hermana bebé así que supuse que el podría ayudarme.- Dije rápidamente, la mujer me sonrió viendo al niño en mis brazos.

- Oh, pasa, Carl no está pero puedo ayudarte.- Dijo amable y asentí.- ¿Qué edad tienes? ¿Decidiste tu quedarte con el bebé?

- Tengo quince creo, y si, le prometí a su madre que lo protegería, así que lo cuidaré como si fuera mi hijo.- Sonreí segura de mi misma.- Aquí tengo todo lo que necesita supongo.- Dije pasándole el bolso una vez que llegamos a la cocina.

- ¿Cómo se llama?- Preguntó viendo al niño, quien empezó a llorar hambriento.

- Theodore.- Susurré, intentando hacerlo callar.- ¡Casi lo olvido! ¿Cómo te llamas?

- Soy Michonne.- Dijo y asentí, empecé a golpear la mesa con mis dedos y la morena me miró curiosa.- ¿Cómo agarras al bebé sin dañarlo?

- Esto solo daña cuando yo quiero.- Mostré mis cuchillos, mientras mantenía mi mirada fija en ellos.- Duermo con ellos, nunca me los saco, supongo que fue costumbre.

- ¿Puedo saber por qué los ocupas?- Dijo dándome el biberón, que pronto puse en los labios de Theo, quien tomó de su leche con hambre.

- Quizás en otro momento, Mich.

- JURO QUE SI NO TE callas , arrancaré ese lindo cabello de tu cabeza y me haré un abrigo con él.- Dije mientras mecía de un lado a otro la cuna que había conseguido para Theodore, el ya había logrado quedarse dormido, sin embargo, verlo tan calmado me daba tranquilidad.

- ¿Pero por qué? Sabes que Theodore Anderson suena genial.- Dijo Ron por octava vez en cinco minutos, lo miré mal y el levantó las manos en señal de inocencia.

- Suena mejor Theodore Bridge, aún no hay anillo, así que seguiré siendo madre soltera.- Bromeé con el peliclaro, sonrió en mi dirección y observó al niño.

- Te trajé algo.- Murmuró mientras sus mejillas se teñían de un rojo intenso, típico del joven Anderson. Se sacó su mochila y empezó a buscar algo dentro de ella de forma nerviosa, pronto sacó una pequeña caja.

- Lo del anillo no era literal.- Dije riendo, el sonrió mientras negaba.- ¿Qué es?- Pregunté curiosa, Ron abrió la caja con delicadeza.

- Es una pulsera, yo tengo una igual.- Susurró avergonzado.- El otro día salí sin ti y creí que sería un buen regalo de cumpleaños, aunque ya pasaron unos meses, pero antes no había podido salir porque no sabía defenderme.- Se excusó, sonreí agarrando la pulsera, la cual tenía un pequeño dije con la forma de un patín, Ron levantó su mano, mostrando como su pulsera tenía el patín que faltaba.- Sé que quizás es algo infantil...

- Me encanta, Ron.- Lo interrumpí, él suspiró aliviado.- Gracias.- Dije, me levanté para abrazarlo y el recibió mi abrazo gustoso, nos alejamos un poco, quedando a pocos centímetros.

- ¿Sabes que te quiero mucho, no?- Preguntó mirándome atentamente, asentí.

- Yo también te quiero mucho, Ron.- Dije dejando un dulce beso en su mejilla, el revoloteo de emociones podía sentirlo presionando mi pecho, y poco a poco sentía como el mundo se esfumaba si tenía al joven Anderson a mi lado.

Quizás ese fue el momento en donde me di cuenta que un apocalipsis no impediría que Ron me devolviera la paz.