𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 ❛estábamos jodidos, pero no importaba porque te tenía conmigo.❜
Feyla Brigton había vivido en carne propia los peores sucesos a su corta edad, al ver la oportunidad de tener una vida a salvo de los caminantes la tomará sin pensa...
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╭┈˖⋆ ❁ cheetos supremacy.┊ ˖⋆࿐໋₊ ☆
EL ÚNICO SONIDO que se escuchaba era el de mis patines al moverse por las calles de ese abandonado vecindario, había salido, necesitaba despejar mi mente debido al plan loco de Rick sobre matar a los tales salvadores mientras duermen, lo que, a decir verdad, me parecía sumamente cobarde. Me adentré a una casa al darme cuenta de que estaba aterdeciendo y cerré todas las puertas luego de revisar que no hubiera nada.
Subí las escaleras y me adentré a la primera habitación, el color negro pintaba las paredes que tenían cuadros, pero no había ninguna sola fotografía, creí que quizás había logrado escapar quien sea que vivía ahí, miré la puerta y noté el nombre «izzie» en letras desgastadas.
- Pues veamos Izzie, que dejaste para mi.- Dije e inmediatamente empecé a revisar la habitación, miré debajo de la cama encontrándome con una bolsa negra de gran tamaño, y una vez la saqué, encontré el mismísimo paraíso.- Gracias Izzie.- Gemí feliz al ver aquellas cuatro bolsas de Cheetos y además unos cómics en mis manos, guardé todo con rapidez en mi mochila y cerré la puerta con llave, luego, simplemente me acosté para intentar dormir. Pero antes de poder siquiera acomodarme un ruido afuera de la casa me puso alerta, me levanté sigilosamente y apunté con mi revolver por la ventana.
Eran dos hombres, robustos y algo mayores, reían entre ellos mientras mataban un mugroso, puse una mueca e hice sonar el seguro de mi arma, ellos lo escucharon.
- Levanten sus manos.- Grité con voz imponente, los hombres miraron para los lados sin saber de donde los estaba apuntando.
- No quieres meterte con nosotros.- Dijo el que tenía cabello rubio, mientras mantenía una sonrisa cínica en su rostro.- No quieres meterte con Negan.
- ¿Quiénes son?- Pregunté de nuevo en un grito.
- Negan.- El castaño apuntó hacía la ventana en donde yo estaba, pero antes de que pudieran dispararme les di un balazo entre ceja y ceja a cada uno con rapidez.
- ¿Quién mierda es Negan?
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- VAMOS THEODORE.- Gruñí notando como aún no quería dormirse, desde que Jessie ya no está, siempre termina todas las noches llorando.- Sé que la extrañas, yo también, pero debes dormir.- Dije en un susurro, pensaba en como cuidaba la rubia de mi hijo, lo quería como si fuera su propio bebé.- Pues iremos con papá.- Dije y salí de mi habitación, me asomé por la puerta de mis padres y noté que dormían plácidamente, así que con rapidez bajé las escaleras y luego salí de la casa, me dirigí a la puerta del hogar de Ron Anderson y abrí con la llave que estaba escondida bajo una alfombra.
Theo seguía haciendo pucheros y soltando pequeños sollozos en mis brazos, pero al reconocer la casa en donde estábamos, se quedó en silencio, me dirigí a la habitación de Ron y abrí con cuidado de no sobresaltarlo, sonreí al verlo dormir tranquilo y me senté en una de las esquinas de la cama.
- Ronnie.- Susurré moviéndolo con suavidad, soltó quejidos aún dormido y poco a poco logré ver sus ojos verdosos abrirse. Me miró somnoliento y el niño en mis brazos empezó a estirar sus pequeñas manos en dirección al rubio.
- Ven aquí.- Dijo tomándolo en brazos, lo acomodó en su pecho y lo miré sonriendo.- Tú también acuéstate.- Me murmuró sin mirarme, asentí y me acomodé a su lado, dejó al niño en medio de ambos, Theo tan solo jugaba con los dedos de Ron.
- Necesito contarte algo.- Dije mordiendo mi labio, él asintió aún algo dormido.- Carl y yo nos besamos.- Susurré incómoda, sabiendo que quizás podría molestarlo, pero su rostro ni siquiera cambió un poco.
- ¿Me alegro?- Preguntó confundido, yo lo miré sin entender.- No tengo derecho a enojarme, yo lo arruiné, ya no estamos juntos.- Susurró bajando la mirada, solté un suspiro ante la verdad de sus palabras, pero yo quería arreglar las cosas, y sé que él también.- Lamento haberme comportado como un lunático, es sólo, que la muerte de papá, y luego perder a mi madre y a Sam, me hizo explotar, yo no sabía que hacer.- Sus ojos esmeralda me observaron, logré notar el como poco a poco se cristalizaban y su voz se quebraba.
- Está bien Ron.- Dije entendiéndolo.- Fue horrible.- Susurré recordando lo que sucedió.- Por un momento creí que a ti también te perdería.- Admití al recordar el como dejé que Michonne me atravesara con su katana sólo por salvarlo.
- No me perderás.- Susurró agarrando mi mano una vez Theodore se durmió, sonreí ingenuamente, y el me devolvió la sonrisa con cariño, hace mucho que no lo había visto sonreír sinceramente.- Siempre volvemos al otro.
