𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 ❛estábamos jodidos, pero no importaba porque te tenía conmigo.❜
Feyla Brigton había vivido en carne propia los peores sucesos a su corta edad, al ver la oportunidad de tener una vida a salvo de los caminantes la tomará sin pensa...
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╭┈˖⋆ ❁ trauma. ┊ ˖⋆࿐໋₊ ☆f
TODO PASABA MUY RÁPIDO, parecía no ser consciente de mi alrededor, y cuando al fin fui capaz de levantar la mirada, los salvadores se habían ido, él se había ido. Me levanté pero casi a instante caí al suelo por lo tembloroso que estaba mi cuerpo, observé a todos, sollozaban y muchos se encontraban paralizados.
No pude mirar a Maggie, me sentía demasiado culpable para hacerlo, sentí una fuerte presión en mi pecho y quise huir lo antes posible, me levanté e intenté irme por donde suponía estaba Alexandria.
- ¿Fey?- Escuché la voz de Carl pero lo ignoré, mis pasos eran débiles y lentos, sentía el golpeteo constante de mi corazón contra mi caja torácica, sentía que me ahogaba lentamente en mi propia mente y todo se estaba volviendo demasiado doloroso, las lágrimas se deslizaron por mis mejillas en el momento en que me di cuenta que él estaba vivo, que al parecer ya no estaba a salvo.- Feyla.
Sentí su mano en mi hombro y me alejé con brusquedad, caí al suelo temblando y empecé a notar como el aire no llegaba a mis pulmones, empecé a hiperventilarme y todo mi alrededor empezaba a dar vueltas, sentí sus manos sucias en mi, cada suceso y trauma vivido se volvía a repetir. Empecé a llorar y a soltar pequeños gritos ahogados, me sentía tan vulnerable y rota, y el sentimiento de asfixia se hizo tan fuerte que empecé a rasguñar mi cuello buscando poder respirar.
- Cariño, debes calmarte.- Aaron se acercó a mí preocupado, sus ojos cansados tenían dos grandes ojeras, empecé a llorar más fuerte al sentir como tocaba mi rostro buscando que me calmara.
- Él está vivo, el está vivo.- Sollocé dolorosamente, Carl se acercó a mí y agarró mi mano, la cual sangraba debido a como había apretado mis puños.
- Tienes esto, nos tienes a nosotros, estás a salvo.- Dijo pero yo negué, de pronto mi vista se dirigió a los demás, quienes intentaban alejar a Maggie del cuerpo de Glenn.
La culpa, el sentimiento de vulnerabilidad, el dolor, todo lo que me estaba invadiendo en esos momentos pareció demasiado, me levanté aún sintiendo todo mi alrededor dar vueltas.
Y sin más empecé a correr rumbo a Alexandria, ignorando por completo los gritos a mis espaldas.
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UNA VEZ ABRIERON LAS puertas de Alexandria lo único que pude hacer fue correr en dirección a mi casa, donde suponía estaba Eric, Ron y Theo. Entré sintiendo el sudor recorrer todo mi cuerpo y el silencio era tan ensordecedor que todo me estaba colapsando. Eric se encontraba jugando con mi hijo y en cuanto entré, sus iris me observaron llenos de brillo, pero pronto, la preocupación recorrió su rostro y yo sentí mi cuerpo temblar.
- Ron, quiero a Ron.- Dije intentando no llorar, mi padre se levantó con cuidado y se acercó a mi, ni siquiera fui capaz de sonreír ante los chillidos de Theodore.
- Está arriba.- Pasé por su lado y corrí a mi habitación, la cual, compartía con Theo.
- Ron, Ronnie.- Sollocé abriendo la puerta, los iris verdosos de mi novio lograron acariciarme con suavidad y me lancé a sus brazos sintiendo todo venirse encima de mi de golpe.- Los mataron Ronnie, los mataron.- Susurré entremedio de mi llanto.
- ¿Qué pasó, cariño? ¿A quienes mataron?- Preguntó asustado, se alejó levemente con sus manos en mis hombros, su semblante preocupado captó mi mirada y yo sentí mi mentón temblar ante lo mucho que estaba llorando.
- A Abraham.- Dije entrecortadamente.- Después me iba a matar a mi, pero lo esquivé, y terminó por matar a Glenn...- Sollocé, el dolor salió de mi boca como un grito desgarrador al sentir la culpa golpearme, nuevamente fundí mi rostro en el cuello de Ron y empezó a acariciar mi cabello con cariño.- Mi tío está vivo, Ron, el estaba ahí, él es un salvador.- Dije llena de pánico, empecé a sentir mi respiración fallar y nuevamente empecé a hiperventilarme.
Me sentía abrumada y llena de pánico, mi cabeza daba vueltas y el llanto salía descontrolado de mi, intenté dar una inhalación pero terminé por ahogarme y empezar a toser en busca de que mis pulmones recibieran oxígeno.
- Aquí, aquí.- Dijo tomando mi mano, la posó en su pecho y empezó a inhalar y exhalar con fuerza.- Síguelo, uno, dos...- Empezó a contar y me aferré a su camisa, poco a poco, el movimiento de su respiración logró calmar con lentitud mi asfixia, la cual, pronto fue remplazada por mi respiración agitada.- ¿Él está vivo?
- Si Ronnie, el estaba ahí, los caminantes no se lo comieron.- Ron me rodeó con sus brazos y me apretó con suavidad, sentí su camisa empaparse pero al parecer a él no le importó.
- Todo estará bien, estamos a salvo, estás a salvo.- Susurró, y yo ingenuamente creí en sus palabras.
Porque al final, él era la calma y la paz, y sólo Ron Anderson era capaz de darme esperanza en los momentos más dolorosos y miserables.
