𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 ❛estábamos jodidos, pero no importaba porque te tenía conmigo.❜
Feyla Brigton había vivido en carne propia los peores sucesos a su corta edad, al ver la oportunidad de tener una vida a salvo de los caminantes la tomará sin pensa...
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TIRÉ EL CUCHILLO DIRECTAMENTE al árbol, la equis marcada en el centro fue mi objetivo al cual le di perfectamente, sonreí egocéntrica ante Emily y ella rodó los ojos, se dió la vuelta y cerró los ojos, luego con rapidez volvió a ladear su cuerpo y le dió exactamente en la marca de la tabla a la que ella le daría, bufé ante la mujer y ella me sonrió tímida.
- Eso no dice nada.- Dije burlona, ella agarró nuestros cuchillos y me entregó el mío.- ¿Mataste a alguien antes del apocalipsis?
- No, mi misión era espionaje y robo.- Dijo cortante mientras afilaba sus flechas, luego empezó a limpiar su arco con cuidado, yo me senté a su lado despreocupada.
- Una mierda, no eres como la de las películas.- Solté graciosa, Ems rió ante mi comentario, pronto, saqué de mi mochila unos Cheetos que comí con hambre, la mujer me miró hambrienta así que le di la mitad de uno.- Es todo, tómalo o déjalo.
- Egoísta.- Gruñó y yo sonreí burlona, seguí comiendo mientras escuchaba los pájaros cantar en el bosque, pero la tranquilidad desapareció cuando Emily se puso alerta.- Alguien viene.- Susurró pero yo la miré extrañada, yo no había escuchado nada.- ¿Cuánto apostamos a que es Daryl?
- Dios, que obsesión tienes, apuesto un Cheeto.- Y en cuanto terminé de hablar el ballestero apareció frente a nosotros.- Mentí, no pienso darte Cheetos.- Dije parándome de mi lugar, me alejé y Emily me miró curiosa.- Sí, bueno, tengo cosas que hacer.- Mentí y le guiñé un ojo, una vez alejada, grité.- ¡Sin gorrito, no hay fiesta!
- ¡Cállate mocosa!
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- QUE CÓMIC DE MIERDA.- Sollocé mientras secaba mis lágrimas, tiré el cómic al suelo una vez terminé de leerlo y Carl me miraba con una sonrisa burlona.- ¡Él no debía morir!- Dije intentando dejar de llorar, el chico solo reía gracias a mi dramatismo, yo lo miré mal.- Insensible.
- Deberías estar acostumbrada a que la gente muera.- Murmuró mientras guardaba nuestros cómics en su mochila, rodé los ojos mientras intentaba borrar ese pensamiento de mi mente, luego me acosté en la tierra mientras observaba el cielo, él se acostó también a mi lado.- Lamento lo que dije.
- Ya estoy acostumbrada a lo negativo y realista que eres.- Solté despreocupada, mi mano y la de Carl se rozaban levemente, y el terminó por entrelazar nuestros dedos con lentitud.- ¿Alguna vez te conté como murieron mis padres?
- No, nunca lo hiciste.- Susurró, giré mi cuerpo y el hizo lo mismo, quedando así a unos centímetros, el ojiazul me miraba con atención.
- Sólo lo sabe Ron.- Murmuré.- Llevábamos dos meses desde que empezó todo, y nos pilló una horda en la carretera, venían de todas partes, papá y mamá mataron a los que pudieron, pero luego me metieron dentro de un maletero en un auto abandonado, lo que escuché fueron sus intentos de matar a los caminantes, por último, sus gritos desgarradores al estar siendo devorados. Dos días después salí de ahí, los mugrosos se habían ido, pero papá y mamá estaban en el suelo arrastrándose, ambos convertidos.- Solté todo de golpe sintiendo los recuerdos invadirme.- Yo les di un balazo entre ceja y ceja a cada uno, no dejaría que se quedaran así.- Susurré, las imagenes de los iris aperlados de mi padre que en ese momento eran totalmente blancos y el cabello rubio de mi madre que estaba lleno de sangre cuando todo eso ocurrió estaban grabadas en mi mente.
Antes de que Carl pudiera responder, escuchamos gruñidos y varios pasos arrastrados a nuestro alrededor, nos levantamos y empezamos a caminar en dirección a un árbol hueco donde solíamos escondernos. De pronto la cercanía fue notoria para mi en el momento en que ambos estábamos dentro del hueco, intenté no hacer ruido y mantuve mi vista en el bosque, viendo si algún mugroso se acercaba.
Pero la mirada penetrante de Carl hizo que lo mirara, su ojo oceánico me estudiaba con lentitud y yo mordí mi labio con nerviosismo, él es mi mejor amigo, y no quiero arruinar nuestra amistad.
- Eres más bonita de cerca.- Su aliento chocó contra mi mejilla, sonreí burlona y sus manos acariciaron mi rostro con cuidado, acercó con lentitud nuestros labios y pronto nos fundimos en un beso. Sentía como la boca de Carl se movía con cuidado mientras que yo tan solo mantenía mi ritmo, sus manos acariciaban mi rostro con cariño y yo mantuve mis brazos rodeando su cuello, cuando nos alejamos sus mejillas se encontraban levemente sonrojadas y yo fruncí mi entrecejo.- Eso fue incómodo, me lo imaginé tanto, pero no pude imaginarte como algo más que una amiga.
- Dios sí, bueno, para reforzar la amistad.- Dije graciosa y él sonrió, elevé mi puño y el lo chocó burlón.- Siempre amigos ¿No?
