sempiterno ❜ ❪ ron anderson, carl grimes ❫ ✓

𔘓 17. Guilt

╭┈˖⋆ ❁ guilt┊ ˖⋆࿐໋₊ ☆

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- Saludó mi tío, abrazó mi cuerpo con fuerza y yo sonreí, observé todo detalladamente, tragué con fuerza al verlo tan decidido, al ni siquiera notar un poco de duda y culpa en sus iris celestes.- Te tengo un regalo en la habitación.- Mi yo pequeña lo siguió de cerca inocentemente.

- ¡No! ¡No vayas ahí!- Grité desgarradoramente, me acerqué intentando agarrarme, pero mi mano se desvaneció al atravesar mi pequeño cuerpo, gemí con dolor. Corrí en dirección a la habitación, intentaba hacer algo, quería impedir lo que él me iba a hacer.- ¡Aléjate! ¡Déjala, era solo una niña, mierda! ¡Solo nueve años, pervertido de mierda!- Grité con todas mis fuerzas sintiendo mi garganta desgarrarse, ví sus ojos cargados de lujuria, me tapé mis oídos al notar como reía ante lo inocente que yo fui, al verlo cerrar la puerta con seguro mi alma se desprendió totalmente de mi y grite.

- Quítate la ropa.

Grite tan fuerte como nunca lo había hecho al ver nuevamente aquello, al ver a mi pequeña yo intentar escapar de las crueles manos de mi tío, al verlo bajar su pantalón, al verlo estar tan dispuesto de arrebatarme mi inocencia y felicidad.

- ¡No, no, no!- Repetía una y otra vez tapando mis oídos con fuerza, sentí como me asfixiaba ante el pánico de no poder moverme, y pronto ya no estaba presenciando aquello.

Estaba abajo de él.

- ¡No, no de nuevo! ¡Estás muerto, no puedes hacerme daño!- Grité intentando moverme, pero era en vano, el cuerpo grande y robusto del hombre se encontraba arriba de mi, su asquerosa sonrisa se veía enfermiza, y sus ojos, destellaban en el deseo de mi, sabía que yo no podría hacer nada, que yo no podía defenderme.

«Feyla, despierta.»

Mire a mi alrededor al sentir aquella voz, miré mis manos, y en esta apareció mi guante, mis queridos cuchillos estaban en mi mano, y no lo dudé.

- Pudrete en el infierno, hijo de puta.- Sollocé, corté su garganta con fiereza y lo ví caer de la cama, se desangraba, se estaba muriendo, y yo lo miré, ví como sus ojos se encontraban llenos de dolor.- No estás sintiendo ni la mitad de lo que yo he soportado desde que abusaste de mi.

«Feyla, te necesitamos.»

Me levanté de golpe al sentir como el aire era escaso en mis pulmones, mi alrededor dió vueltas por unos segundos, y pronto, un dolor agudo se extendió por toda mi espina dorsal y abdomen, el frío sudor caía por mi frente y sentía que la realidad en donde estaba era ajena a mi. La soledad me dió un gran golpe y mi corazón empezó a dar fuertes palpitaciones al mismo tiempo que sentía todo el dolor rebotar por todo mi cráneo.

- ¡Ron! ¡Ron!- Grité atemorizada, los recuerdos de lo que había ocurrido me llovieron de la forma más cruel y lenta que alguna vez creí sentir.- ¡Papás!- Volví a gritar, la oscuridad de la noche era lo único que me abrazaba, pero el frío era notorio en mi cuerpo.

- ¡Feyla! tranquila, estás bien.- Dijo Dennise entrando a mi habitación, prendió la luz y me cegué completamente, intenté abrazar mis rodillas pero era imposible por el dolor que estaba sintiendo, empecé a respirar de forma agitada al notar la presión en mi pecho esparcirse por toda mi garganta.

- Por favor, necesito a papá.- Sollocé y la mujer salió corriendo con rapidez, miré a mi alrededor notando que estaba en la enfermería, sentía mi cuerpo temblar con debilidad y las lágrimas caían por mis mejillas, lo cual, ni siquiera había notado.- Estoy bien, estoy bien, él está muerto.- Susurré abrazando una almohada mientras escondía mi rostro en las frías sábanas, los recuerdos me golpeaban con fuerza, y noté como el bloqueo de aquello que traumó toda mi infancia había desaparecido.- No quiero recordarte, no quiero, por favor, por favor.- Rogué con dolor, escuché a alguien entrar con rapidez a la habitación y pronto unas manos intentaron tocarme.- ¡No, por favor, no quiero hacer eso!- Grité atemorizada.

- Hija, somos nosotros, tranquila...- La voz suave y melodiosa de mi padre Eric acarició mis oídos, y ahí pude volver a tocar la tierra, salí de mi trance con miedo y los observé, mis ojos se encontraban empapados en lágrimas y me acerqué a Aaron, quien era el que estaba más cerca.

- Él lo hizo, él lo hizo, nunca pude decirle a mis padres lo que sucedió.- Gemí abrazándolo con fuerza, sentí los grandes brazos de mis padres rodearme con calidez.

- ¿Quién Fey, qué pasó? ¿Qué fue lo que no le dijiste a tus padres?- Preguntó Aaron con suavidad, mientras acariciaba mi cabello con cariño.

- Mi tío, el me violó, me violó toda mi maldita infancia.- Lloré y sentí todo el dolor inundar mi alma, sentí mi corazón romperse en pedazos ante los recuerdos que había eliminado a lo largo de mi vida.

Sentí como el pasado me daba un gran golpe en la cara, y yo ya no tenía fuerzas para devolverselo.