Capítulo 7

1.8K 152 4
                                    

Durante los siguientes días Horacio y yo nos centramos en ganar dinero a base de trabajar. Nos enteramos de que en el trabajo de buzo se cobraba algo mejor que en el que teníamos, así que enviamos peticiones y nos acabaron admitiendo.
En cambio, nos pegábamos horas y horas en el agua lo que hacía que acabase bastante cansado y algo resfriado según qué días. Realmente no cobrábamos lo que merecíamos por lo que teníamos pensado mirar otro trabajo aunque fuese como tapadera porque realmente queríamos ingresar en una mafia. Descubrimos una, llamada "The Union" que nos reunió, habían observado que nos habíamos metido en algunos problemas y teníamos interés en entrar en una mafia. Para coger confianza con nosotros y que nos dejasen entrar debíamos completar alguna prueba que nos mandaban como robar o vender farlopa, con lo que no tuve mucho problema dado que ya lo hacía con 17 años mientras trabajaba como mecánico y la poli nunca me pilló. Se podría decir que tenía buena experiencia.

Horacio y yo hacíamos algunas bromas por la calle, a veces con nuestros amigos también y nos lo pasábamos muy bien. Un día invitamos a un desconocido de la calle a subir a nuestro coche para ir a un supuesto "restaurante" y fuimos al norte y lo dejamos tirando en medio de la nada. Rato después por twitter nos amenazaron y para colmo nos llevaron a comisaría donde estaba el tío de antes. El super curiosamente nos dejó irnos sin ponernos ningún cargo, por lo que el tío se indignó.

Horacio: ¿Y la cara que se le quedó? -dijo riendo mientras conducía?-
Gustabo: Ojalá haber hecho una foto, la verdad.
Horacio: Bueno, ya estamos aquí. -dijo aparcando al lado de la joyería-
Gustabo: -suena mi móvil- Es Pablito, un momento.


Llamada

G: ¡Pablito!
P: ¿Qué pasa joto? ¿Ya andan por la joyería?
G: Acabamos de llegar, pero aún no hemos bajado del coche. ¿Tenéis a los rehenes?
P: Tenemos a dos. Necesitamos que os encarguéis de conseguir a otros dos más.
G: No te preocupes a ello vamos. En 5 minutos quedamos aquí.
P: Ahora vamos hacia allí, los dejaremos en el fondo.
G: Vale guapo, nos vemos.

Fin de la llamada


Pablito, Segismundo, Horacio y yo tuvimos la idea de hacer un atraco y qué mejor lugar que empezar por la joyería y no por un badulaque como se suele hacer. Rogelio y Trujillo se nos habían ofrecido a ayudar. Todos teníamos en mente ganar dinero de una vez porque nos sentíamos realmente estafados con los trabajos de mierda que teníamos.

Colgué y fuimos a buscar a dos rehenes con la excusa de ir a una fiesta de disfraces para volver a la joyería, puesto que nuestros disfraces de Buzz Lightyear y caretas de bebé y diablo llamaban algo la atención.

Gustabo: Venga, para el fondo. -le decía a ambos rehenes mientras les apuntábamos con las pistolas que Pablito había conseguido por contactos-
Rehén: Por favor cálmese, ahora voy,  pero por favor no dispare. -dijo muy nervioso con las manos en alto-

Pablito: Vengan ustedes dos. -Nos apartamos- Agarren todas las joyas y dinero que puedan, la policía ya está enterada y vendrá en nada.
Segismundo: Sí, Trujillo va a conseguir un camión para taponar la salida y mi primo disparará desde lo lejos a los patrullas.
Horacio: Entonces, cuando consigamos escapar y perderlos de vista vamos a la ubicación acordada, ¿no?
Pablito: Así es... al lado del faro -dijo susurrando-...pero para que no nos sigan debemos asegurarnos la huída.
Gustabo: Claro, una de las cosas que deberemos negociar es el helicópero, ¿cierto?
Pablito: Así es, helicóptero fuera. Ahora nos tendremos que poner nombres falsos para cuando hablemos frente a la policía.
Gustabo: Yo me pido Willy.
Horacio: Vale pues yo Rex.
Gustabo: Que gilipollas -dije riéndome-
Segis: Yo Trujillo, que el otro día bien que me metió en un fregado y me chupé 30 minutos entre rejas.
Pablito: Yo seré...EL DIABLO
Gustabo: Anda que sí porque joder con la máscara más mierda que  me llevas.
Pablito: Cállate puto, si quiero te mando al chingado infierno.
Gustabo: Mirad, ya ha llegado la policía. -dije mirando a la puerta de cristal de la joyería-

Había algunos agentes vestidos de GEO con armas al otro lado del umbral. Nos acercamos y reconocí la voz de Volkov y algún agente más de policía.

Gustabo: Muy buenas agentes, ¿con qué pringado vamos a negociar?
Volkov: Cállese la boca si no quiere acabar mal, porque no le recomiendo verme en modo agresivo.
Gustabo: Por supuesto, guardo mis formas. ¿Entonces será contigo?
Volkov: Negativo, la persona encargada de negociar con ustedes llegará en breves momentos.
Pablito: Ah bueno, no se preocupe aquí esperamos, no tenemos nada mejor que hacer.
Ivanov: ¿De qué coño van disfrazados, si se puede saber?
Horacio: Del equipo vencedor y si no espérate a verlo.
Ivanov: Ya te gustaría.
Segismundo: Ya te gustaría a tí, más que ser un perro del estado.
Pablito: Seguro usted ni necesita un disfraz, nació clown.
Ivanov: Me cago en vuestra puta...
Volkov: Cálmese agente Ivanov, ya pueden empezar la negociación.
Gustabo: ¿Pero y el agente que va a ...?

Me quedé mudo cuando vi aparecer justo enfrente mío, al otro lado del cristal de la puerta, al superintendente.

Conway: Hola nenas, ¿preparadas para que os patee el culo?

Nunca me fuese a imaginar que el propio superintendente, con la de agentes que había en la malla, fuese a negociar con nosotros y menos en nuestro primer atraco, vamos, que teníamos la suerte que nadie tenía. Sin duda iba a ser una tarde larga e intensa.

Mi superintendente [INTENABO]Where stories live. Discover now