Capítulo 28

1.2K 105 17
                                    

Llegué a casa a las 9pm.
Aquel había sido un día lleno de trabajo, tanto por parte de la mafia, la cual me había dado las indicaciones precisas y explicado todo lo que debía saber, como por parte del CNP investigando.
Sabía que estaba en dos trabajos completamente opuestos y cualquiera de mis dos jefes no tardarían en enterarse, por lo que debía decidir qué hacer.

La mafia me había ofrecido una gran cantidad de dinero, muy similar a la del CNP. Claro está que era mi decisión decidir en función de mi vocación. Tenía muy claro que estaba decidido a alcanzar poder, de una forma sigilosa y oculta porque sabía muy bien que las cosas funcionaban así tanto en Miami como Los Santos. En el CNP era prácticamente imposible con aquel hombre, más aún si notaba aquel nerviosismo cuando estaba cerca de él. El Calavera no sería muy difícil de sustituir, por lo que me enteré apenas llevaba en el mando 8 meses.

[...]

Se abrió la puerta y vi a Horacio entrar con una gran cara de felicidad. Se acercó y se tumbó a mi lado en el sofá.

Horacio: Gustabo, qué felicidad. -dijo con cara de enamorado-
Gustabo: ¿Qué tal el día guarro? Bueno y la noche de ayer, llevamos desde entonces sin vernos, anda que te vas con tu noviecito... -dije tratando de disimular cierta tristeza-
Horacio: Es que no te lo vas a creer. Ayer estuvimos hablando hasta las tres de la mañana, jugamos, nos hicimos preguntas... lo conocí mucho más. Nos acabamos una serie porque no sé si lo sabías pero es un otaku de esos, así que ya se cuales son sus gustos para hacerle regalos ¿sabes? -me dijo entusiasmado mientras yo seguía con mi mirada fija en la televisión- Gustabo ¿estás bien?
Gustabo: ¿Qué? Perdón es simplemente...estoy cansado, llevo un día con mucho trabajo. -le lancé una sonrisa cansada- Pero tengo que hablar contigo sobre algo.
Horacio: Claro, cuéntame.
Gustabo: Esta mañana la mafia me ha reunido, bueno más bien secuestrado, y me han llevado a su sede. -Horacio me miraba atento- Me he reunido con el Calavera.
Horacio: Ostia, con el Calavera después de tanto tiempo. ¿Cómo es?
Gustabo: Pues los rumores no son falsos. Con traje negro, guantes y una máscara de calavera con ojos rojos.
Horacio: Qué miedo.
Gustabo: A mí me ha caído muy bien. Le he contado todo lo que podemos aportar a la mafia y gracias a mi pico de oro...¡NOS HAN ACEPTADO HORACIO! -exclamé feliz-

Cuando dije aquello Horacio esbozó una sonrisa forzada, pero no tardo mucho a poner una expresión de confusión, seguramente por haber usado mi estado de cansancio para lo que quería y no para algo importante como lo que le había dicho de Volkov antes.

Horacio: ¡Joder que bien, eh! Lo que queríamos... -dijo forzadamente-
Gustabo: Claro está que no podemos trabajar para la mafia y para el CNP a la vez, hay que elegir. Le he estado dando vueltas, nos pagan prácticamente lo mismo, y yo dije que si venía aquí era para entrar a una mafia guapa y hemos entrado a la más temida de todos Los Santos, así que mi elección es esa.
Horacio: ¿Vas a dejar el CNP? -Horacio hablaba lento y desanimado tras oír aquello-
Gustabo: Vamos Horacio, era lo que queríamos. Tenemos que trabajar de lo que realmente somos, unos mafiosos, siempre lo hemos sido y tenemos experiencia, mucho más que de policías, hay que olvidar a las personas que hemos conocido en comisaría.
Horacio: Gustabo, pero yo no puedo olvidar a Volkov...
Gustabo: Horacio, sabes todo lo que hemos vivido.
Horacio: Lo sé. -agachó la mirada-
Gustabo: Y no quiero dejarte solo...recuerda, siempre juntos.

Me miró y me ofreció una sonrisa triste. Sabía que no se lo tomaría especialmente bien al principio pero haría lo que fuese por que volviese a nuestro objetivo principal en aquella ciudad.

Horacio: Escucha, de momento seguimos trabajando para Conway y luego podemos unirnos a ellos, pero si es muy de repente seguramente sospechen y nos pongan en búsqueda y captura, ¿no? -dijo en un último intento por tratar de atrasar el cambio lo máximo posible-
Gustabo: Coño Horacio, ¡menuda idea me has dado! Aprovechamos el puesto que tenemos para pasar información a la mafia.
Horacio: ¿C..cómo?
Gustabo: ¡Qué sí! El Calavera nos ascenderá seguro, somos su pase directo hacia Conway, ¿¡no lo ves?!

Estaba feliz, orgulloso y emocionado por el plan que mi mente estaba armando. Al día siguiente iría a la base de la Mafia recordando el lugar donde me reunieron la última vez. Llevé a Horacio conmigo para presentarlo a nuestro nuevo jefe y hacer de el trato un acuerdo cerrado y confiado.

Gustabo: Y eso es lo que he pensado, jefe. Enfrente suyo tiene la solución para secuestrar a Conway de una vez por todas.
Horacio: Gustabo pero si el plan lo pensé y...
Gustabo: Es un plan magnífico. ¿Qué nos dice, señor? -le interrumpí-
Calavera: Es simplemente brillante. Creo que no tardaréis mucho en ascender de puesto si seguís así. No es necesario que lo traigáis cuanto antes, necesito que te ganes su confianza y asegurar que no lo hacemos de cualquier manera. Gustabo... -se acercó a mí y colocó su mano en mi hombro derecho- Llevo años tratando de organizar un plan para secuestrar a Conway, mis hombres están todos fichados y eso sólo ha conseguido que se nos compliquen mucho los planes. Horacio y tú sois la oportunidad más viable en estos momentos, me da igual si tardáis días, semanas o meses pero no la liéis, no pueden sospechar de nada. El mejor cazador no es aquel que consigue su presa antes sino el más paciente.
Gustabo: No hay problema con ello señor. -ambos miramos a Horacio esperando su confirmación-
Horacio: Está bien, jefe.
Calavera: Está bien, durante este tiempo evitaremos contacto para no levantar sospechas en la policía. Lo único que vais a utilizar como medio de  contacto es este móvil que os voy a entregar. Es muy simple, lo tendréis bajo resguardo, en el lugar más escondido de vuestra casa, nadie aparte de vosotros dos puede tener acceso a él, y sólo cuando veáis el momento me mandaréis la ubicación del lugar en el que os reunáis con él a solas. El tiempo en el que lleguemos será de 5 a 10 minutos dependiendo lo lejos que esté. Fuera de eso no podéis llevar el dispositivo con vosotros nunca. Sobretodo, traédmelo vivo.

Gustabo: Vale, ha quedado claro, señor. ¿Horacio?
Horacio: Sí, clarísimo.

Calavera: Bien, durante este tiempo restringiré acciones o atentados y evitaré que mis hombres salgan, por lo que todo depende de vosotros. No me falléis y sobretodo... no me traicionéis o estáis muertos. Confío en vosotros.

Mi superintendente [INTENABO]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu