Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBRO

Capitulo 46 ❦ Elizabeth / Lazos De Hermandad

Cada segundo de silencio se hacía más pesado e incomodo.

Había perdido casi todas las ganas de hablar, esta banca no tiene nada de mágica.

Cuando creí que ya no había forma de comenzar a conversar mi hermana dijo la primera pregunta.

- ¿Y...que tal la universidad? - quede algo sorprendida por un segundo y después respondí

- Bien, bien, me cambié de carrera y ahora estoy en arte...he progresado mucho...

- Ya lo creo, hemos estado siguiendo tu trabajo...- su mirada se perdió en el horizonte de estrellas brillantes

Seguro pensando en mamá.

- Gracias...

Nuevamente silencio, ella suspiro y me miró de arriba a abajo.

- No pregunté pero ese vestido...- me mire, claro, el vestido negro que ya me ha visto usando una vez

- Si...fue el funeral de un amigo hoy...- sentí como en mi garganta se iba formando un nudo

Sentí su brazo pasando por mis hombros mientras dejaba su taza en una mesita frente a nosotras y acto seguido tomaba mi mano.

- Lo siento mucho...no lo había notado - asentí a sus palabras

- No es como si fuera algo lógico de suponer...no es normal que tanta gente muera a tu alrededor ¿verdad? - no pude evitar el comentario sarcástico

- Basta...se que sufres por...-dejo nuevamente la frase sin terminar - no puedes dejar que su muerte te pese...

- ¿Eso crees? - apreté los dientes - ¿Es eso realmente lo que crees? - la encare, mirando fijamente sus ojos, no pudo sostener mi mirada

- ¿De qué hablas? - me dejó ir

- Sabes muy bien de que hablo...- entonces todo salió, como una catarata - me dejaste sola...totalmente sola

- Tenías a Kayla...

- ¡Tu eres mi hermana! - sentí como mi frente se fruncia y como las lágrimas inundaban mi rostro - ¡Tu debías estar para mi no ella!

- ¡¿Crees que yo no quería estar ahí para ti?! - me grito - ¡¿Crees que quería dejarte?!

- ¡Lo hiciste! - le grite de vuelta - ¡Me abandonaste!

Esto se había convertido en un ir y venir de acusaciones y lágrimas.

- ¡Tengo una hija por la que velar! - se volteó furiosa hacia mi - ¡Un esposo, una familia! ¡Perdí a mi madre!

- ¡Y yo los perdi a todos! - le grite levantándome de golpe - ¡A mamá, a ti, a Caroline, a todos! ¡Me quedé sola y ni siquiera eras capaz de llamar para saber si estaba bien!

- ¡Debías de estarlo! - se levantó - ¡Eres más fuerte que yo, siempre lo haz sido!

- ¡Solo escapas de la verdad!

- ¡Necesitaba espacio! - sus manos fueron a su cabeza, como si tuviera que sostenerla para no caer- ¡De ti, de todo y todos!

- ¡Y yo necesitaba a mi hermana! - las lágrimas seguían cayendo, pensé que a esta altura ya no lloraría más, que estaba seca, pero como de costumbre me equivoque - ¡Te necesitaba!

Ella no respondió más, solo negaba con la cabeza mientras apretaba los labios.

Traté de tranquilizarme inútilmente. La mire fijamente, como evitaba mirarme, como se negaba a levantar la vista para encararme, como su frente se llenaba de arrugas por la rabia y como apretaba sus puños, estaba ahí.