Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBRO

Capitulo 26 ❦ Ethan / Mal Día, Mala Noche

Este no era el final del día que tenía en mente, para nada.

Primero salvar a Elizabeth de ser atacada, seguido por enterarnos de cosas que tal vez nunca quisimos saber y para terminar la puta noche mi hermano se desmaya y lo tengo que traer al hospital porque si fuéramos normales hubiera esperado a que despertara pero como el par de anormales tienen mal la cabeza y los recuerdos tuve que traerlo de urgencias.

Al menos el doctor que atiende nuestro caso estaba de guardia asique lo atendió de inmediato.

Llame a Esme y a Nathan que dormían pero que enseguida llegaron.

Ella hablaba con él doctor mientras Nathan me hacía compañía.

- ¿Que mierda pasó? - preguntó Nathan cuando vio a Esme a nuestro lado

- Dijo que hay que esperar a que despierte...- se sentó a mi otro lado - hasta entonces solo queda esperar...

Esperar. No podía quedarme tranquilo con mi hermano en una habitación inconsciente y sin saber cómo iba a despertar.

- Dios quiera no empeore...- dijo Nathan, lo mismo que estaba pensando yo

Es lo que faltaría para terminar este día con broche de oro.

- Lo pensó demasiado...- susurre

- ¿Que cosa? - preguntó Esme, voltee la mirada, no quería hablarlo - hijo...- tomó mi mano - debes decirnos...debemos estar preparados por si te sucede algo a ti...

- Hablarlo podría empeorarlo mamá - le dije tratando de evadir el tema

- Tu hermano esta inconsciente y no tenemos idea de qué lo causó...- suspiré - solo quiero saber que paso como para que la situación se pusiera así...esperando a que mi hijo despierte y este bien...

No quería decirlo, eso lo haría real, pero lo era, era muy real, negar la realidad no ayudaría en nada y seria una falta de respeto de mi parte hacia Elizabeth tratar de ignorarlo como si no hubiera pasado, como si no hubiera confiado lo suficiente en nosotros como para decirlo.

- Elizabeth nos contó...- el peso de esa realidad hizo que mis hombros se debilitaran, perdí toda la confianza - que a ella la...- puse mi rostro en mis manos, cómo ocultar lo que siento si no se lo que es

Cuando creí que no podría decir más senti los brazos de Esme rodeandome, me abrazaba, su corazón latía a gran velocidad.

- Lo siento...- susurro ella - debió ser difícil para ustedes averiguarlo así...

Me solté de su abrazo suavemente y la mire a los ojos, había comprensión y tristeza en ellos.

- ¿Lo sabias? - le pregunté

Ella sonrió melancólica

- Soy su abogada hijo...llevo también ese caso - casi se me cae la mandíbula de la impresión

- ¿Caso? - pregunté anonadado - supuse que si nos enteramos cuando aún teníamos memoria ese idiota estaría medio muerto ahora si no es que muerto de verdad

Esme negó.

- Está muy vivo...- su mirada a cambio totalmente, se veia enojada, se hicieron visibles las arrugas en su frente - hierba mala nunca muere...

- Esta vivo...- dije

- Pero en prisión - añadió Nathan, voltee hacia el que miraba un punto fijo en la muralla - y creeme que no volverá a salir de ahí, tu madre se está encargando de eso...

- Ojala pudiera conseguir la pena de muerte...- me sorprendió que Esme dijera aquello

Era abogada pero estaba en contra de ese tipo de castigo, siempre trataba de encontrar una salida humanitaria, que hablara así de alguien me hacía preguntarme que más había hecho ese sujeto y quien era. Me comenzó a doler la cabeza, un punto en específico de ella, no pude contener un gruñido y la mueca.