Capitulo 16 ❦ Ethan/ Vacaciones ❦

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En este punto ya me había cansado de pretender que no me interesaba Elizabeth, es cierto, desde el primer momento en que la vimos caminar hacia nosotros con su leve sonrojo en las mejillas quedamos flechados por ella, después con su sonrisa nos ganó por completo.

Ahora estabamos en el aeropuerto esperando que nuestro vuelo estuviera listo, éramos Evan, Elizabeth y yo, nos costó convencerla de subir al avión porque jamás había volado, mi hermano y yo estuvimos de acuerdo en que formar nuevas memorias con ella era lo mejor y probar experiencias que no hubiéramos tenido antes nos daría otra perspectiva y a ella también.

Mientras el avión despegaba Elizabeth no nos soltaba las manos, ella iba al medio asique nos tenía a cada uno a su lado, temblaba de miedo por esta nueva experiencia, cuando la luz de cinturón se apago se relajo al fin.

- Gracias al cielo...- Elizabeth suspiro de alivio y se relajo en el asiento

- No puedo creer que sea tu primera vez volando - mencionó Evan mirando por la ventana

- Yo no puedo creer que hagamos un vuelo cuando podríamos ir en bus...- me reí de su comentario

- En bus nos tomaría seis horas llegar allá, en avión serán sólo dos, no es nada - me recosté en el asiento viendo la horrible película que estaban dando en el avión

- Esto me pone nerviosa...- sus uñas se sujetaba con fuerza al asiento, nunca vi a guíen tan asustado

Tome su mano mientras Evan tomaba la otra, uno de cada extremo.

- Fuerza - le dije

- Si, creo que dormiré durante el viaje - ella cerró sus ojos con fuerza y al mismo tiempo apretaba mi mano entre sus dedos, lo mismo con Evan

Después de dos horas mis dedos estaban morados y creí que solo en las películas podrías ver a alguien correr y abrazar el suelo, no es así, Elizabeth prácticamente le daba gracias al pavimento por estar sobre el, algo impresionante y muy cómico para todos los que nos rodeaban.

Después de la vergonzosa y casi humillante escena fuimos a donde nos quedaríamos, arrendamos una casa de playa a unas calles de esta por supuesto, dividido entre los tres fue bastante económico, queríamos invitarla pero ella insistio en que podía costear su parte y ser un aporte, la dejamos ir a su antojo.

La casa era pequeña pero acojedora, habían dos habitaciones y dos baños, la habitación principal con una cama de dos plazas, donde Elizabeth insistio deberíamos dormir mi hermano y yo, obviamente nos miramos con asco.

- No somos novios - dije, Evan negó con mucha energía

- Dios no, no voy a dormir en la misma cama que mi hermano sin una chica en medio - apoye su afirmación

- Tal vez debería dormir en medio entonces... - dejó caer la maleta en el suelo de la habitación, su voz sono monotona, como si no hubiera dicho absolutamente nada, se volteo hacia nosotros con una sonrisa chueca y sus ojos entrecerrados - me daré una ducha...

Entro al baño de la habitación, cruce una mirada con mi hermano, estábamos pensando lo mismo.

- ¿Será una tina grande? - pregunté

- ¿Bañera o regadera? - preguntó Evan

En verdad que las dudas llenaban nuestras mentes.

- ¡Lo están pensando demasiado! - nos grito Elizabeth mientras escuchábamos el agua caer - ¡Es regadera tontos, vengan aquí!

No lo pensamos dos veces antes de correr al baño y dejar caer toda nuestra ropa el suelo.

Admito que no estaba listo para lo que veía, aunque creía que si, el cuerpo de Elizabeth era hermoso, el agua bañaba su cuerpo y lo hacía brillar con la luz del sol que entraba por la ventana.

Me concentre primero en su rostro, como las gotas caían sobre sus ojos cerrados, sus labios rojos producto de la humedad, su pequeña nariz, mis ojos fueron bajando con lentitud, su cuello hacia arriba dejaba ver esa linea que me enloquecia y deseaba besar y chupar, dejar marcas a lo largo de su forma, sus clavículas, al verlas mi corazón se aceleró porque sabía que eran el primer vistazo a eso que en verdad deseaba ver, cuando al fin llegué ahí la emoción casi me bateo, sus senos firmes, sus manos acariendolos y dejando pasar sus erectos pezones, las gotas rebotaban en ellos, baje la mirada hasta su estómago que tenía rastros de haber tenido musculo aunque ahora no era así y llegué hasta ese lugar, sonreí al verlo, sabía diferenciar perfectamente entre la humedad del agua y la que veía entre sus piernas, nos tentaba.

- Tu primero - me dijo Evan, no tenía que voltearlo a ver para saber que ya había empezado a jugar consigo mismo

- No te vayas a arrepentir - le dije, escuche su risa

- Sabes que me encanta el espectáculo - Evan en definitiva era muy visual, si había algo que le gustaba era verse reflejado en mi mientras entraba en una chica.

Abrí las puertas de cristal que me separaban del cuerpo de Elizabeth, ella no siquiera se volteo a verme, siguió pasando sus manos por su cuerpo, me insitaba y estaba funcionando.

Lleve mis manos hasta su cintura, no muy firme, como si la rozara, lleve mi rostro hasta su cuello y comencé a besarlo, sentí su cuerpo temblar entre mis manos, levantó su trasero hasta mi ereccion, dejó escapar un suspiro cargado de placer cuando hicieron contacto, mordí su cuello y gimió, mi mano izquierda subió lentamente, acariciando cada parte de su cuerpo mientras lo hacia, pase sobre su ombligo, acaricie sus cosillas, hasta que llegué a su seno, comencé a apretado con mi mano, solo lo acariciaba, no había fuerza alguna, ella volteo su rostro y con un ligero sonrojo me pidió un beso con su mirada, no se lo negué, la bese de inmediato, como si no la hubiera besado jamás.

Baje mi mano derecha de su cintura mientras mi otra mano seguía concentrada en acariciar su seno, la mano derecha llegó hasta su entrada, estaba tan exquisitamente húmeda y lista, quería solo entrar en ella y volverla loca pero me contuve, el ambiente era el mejor, no había necesidad de apresurarse, en cambio sólo metí un dedo en su interior, me mordió el labio y no pude evitar la sonrisa que se formó en mis labios.

Apoye su cuerpo contra el cristal, sabía que de esa manera Evan lo disfrutaría más, las manos de Elizabeth apoyadas contra las pantallas, el agua seguía cayendo sobre nosotros, ya no podía más.

Abrí con mis dedos su entrada, ella abrió más sus piernas y levantó su trasero, sonreí, que mejor recibimiento, con mi otra mano lleve mi pene hasta su entrada, metí la punta, el calor me abrazo de inmediato y casi me succionaba, mordí su cuello, un jadeo salió de sus labios.

- No me hagas esperar...- susurro ella

- Tan ansiosa...- yo también lo estoy

No lo dude mas y entre por completo en ella, sus gemidos hacían eco por todo el lugar, el sonido del agua cayendo sobre nuestros cuerpos, su humedad y su calor rodeado y apretando sin querer dejarme ir, mis músculos tensandose, sus caderas moviéndose a mi ritmo y acelerando, sus jadeos aumentaron, yo estaba por acabar.

Mi hermano tomó el lugar cuando acabe y salí para secarme.

Cuando salí del baño deje atrás los gemidos de Elizabeth.

Tenía una sonrisa en mi boca y no la pude borrar hasta que vi salir a ambos del baño, el sonrojo de Elizabeth era adorable y la sonrisa de mi hermano me dejaba ver que la hizo disfrutar tanto como yo.

Nos vestimos y decidimos salir.

Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBROWhere stories live. Discover now